COMO MIAMI NO HAY DOS. Por Manolo Pozo.
Yo me molesto mucho en Miami por cuestiones ajenas a mi gente imprescindible.
Ésos no ocupan cargos administrativos, ni tienen nada que ver con la cantidad de tickets y problemas de SunPass que he tenido por allá. Miami asalta mi paciencia a través de aquellos tipos que habitan y ofenden nuestro exilio del sur floridano.
Edmundo Garcia, Lesnik, Cancio, los oficiales programados en la televisión de dos aguas, instalados en donde nunca debieron estar, es algo que -teniéndolo tan cerca-, no deja de ser un asunto morboso que insulta.
Además, tengo sentimientos fuertes y rechazo, por los corruptos y fraudulentos paisanos que diezman tanto la prosperidad de la ciudad. Ya saben, señalo entre otros delitos la corrupción política manifiesta y juzgada, el cabildeo sin escrúpulo a favor de servidores nocivos para los miamenses y..., la actividad ratera que derivó en miles de millones de dólares de pérdida cuando le robaron descaradamente al Medicaid y a los seguros de carros. Hasta aquí la ciudad de Miami me incómoda mucho. En Los Angeles donde vivo hace 17 años pasa lo mismo, sin entrar en comparaciones con la diferencia que allá está mi gente; aquellos villanos son de donde vengo, y siempre quiero escuchar las mejores cosas de los míos, no tantas delictivas realidades.
Lo bueno es que existe la parte que me atrae cada día, en la que pienso y defiendo. Existe mi gente del presidio político, los héroes aquellos e inmortales de la mejor historia, por allá anda mi madre con su otro hijo perseverante y decente. Yo he vivido por acá, pero siempre he estado con mi exilio de la calle 8, Kendall y la playa. No crean, en ocasiones se dobla la penitencia del destierro, ya La Habana no me queda lejos (ni sé si volveré), me queda lejos Miami. Ni un año más paso por aquí, yo soy de allá. Quiero mis sabores y mi cultura aunque tenga que ver a Hugo Cancio promoviendo a Va-Van. Prefiero estar cerca de las "Vivencias" de Iliana Curra, de Radio Mambi aunque le hayan recortado la programacón combativa. Tendré que aceptar el abuso de los SunPass, sin saber dónde meten y qué hacen con tanta colección de dinero, ni modo, pero me siento algo solo sin estarlo y eso es porque ustedes en Miami me hacen mucha falta. Mi conección con Los Àngeles fue una gran experiencia que agradezco. Mis romances, mis amigos, los buenos momentos y mis trabajos se irán conmigo. Gracias
montero_manolo@ymail.com
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