Parte de la oposición dialogará con el Gobierno con la mediación de UNASUR y el Vaticano Diario de Cuba/Agencias el 9 de abril de 2014
El partido de Leopoldo López advierte que 'no validará ningún diálogo con el régimen mientras siga existiendo represión, encarcelamiento y persecución'.
El Gobierno de Nicolás Maduro y una parte de la oposición venezolana acordaron el martes iniciar una ronda de diálogos para intentar poner fin a la peor ola de protestas que ha sufrido el país petrolero en una década, informa Reuters. Sin embargo, los principales líderes opositores se opusieron.
Después de un encuentro preliminar de las partes durante la tarde del martes, los dos bandos dijeron que la primera reunión formal se llevará a cabo "en las próximas horas" en Caracas, con un representante del Vaticano y cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) como mediadores.
Desde principios de febrero, miles de opositores a Maduro han salido a las calles de las principales ciudades de Venezuela para protestar contra la elevada inflación, el desabastecimiento de productos básicos y la acuciante delincuencia.
Las violentas manifestaciones han dejado 39 muertos —según cifras oficiales— y cientos de heridos y, a pesar de que la represión de las fuerzas de seguridad ha sofocado focos de protesta, en Caracas y otras ciudades aún permanecen opositores en las calles, en su mayoría estudiantes universitarios.
La ola de protestas ha preocupado a la región. Una comisión de cancilleres de UNASUR volvió al país esta semana con pedidos de "diálogo" bajo el brazo.
En la reunión preparatoria del martes participaron Maduro y algunos de sus ministros y los líderes de los principales partidos de la oposición.
"Ni nosotros los convertiremos a ellos al socialismo bolivariano, ni ellos nos convertirán a nosotros en capitalistas y opositores", dijo la noche del martes el mandatario en su programa semanal de radio En contacto con Maduro.
"Nosotros creemos que este es el camino. El camino es respetarnos mutuamente, el camino no puede ser jamás la violencia", agregó. "Ojalá que la reunión oficial sea mañana (miércoles) o el jueves".
El encuentro será mediado por tres cancilleres sudamericanos —de Brasil, Ecuador y Colombia— y el nuncio apostólico de la Iglesia Católica en Venezuela, el italiano Aldo Giordano.
Maduro advirtió que no habrá "ni negociación ni pacto" del modelo político de su Gobierno durante el diálogo. "Sería un traidor si me pongo a negociar la revolución", dijo, según la AFP.
La oposición, dividida
Maduro ha dicho que la oposición busca desbancarlo, siguiendo el libreto del golpe de Estado que alejó brevemente del poder a su fallecido mentor, Hugo Chávez, en 2002.
Sin embargo, la oposición asegura que busca un cambio de Gobierno por la vía electoral, a través de un referéndum revocatorio, permitido por la Constitución a partir de 2016.
"El mejor antídoto para la violencia es el respeto a la Constitución por parte de todos", dijo Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición que agrupa a los partidos de la oposición.
"Hay unos acuerdos que hemos alcanzado, uno se refiere a la decisión de dialogar en términos mutuamente respetuosos y de igualdad, y de hacerlo frente a todo el país", dijo Aveledo a la prensa.
A pesar de los buenos deseos de ambos bandos políticos, Aveledo calificó lo que viene como un "difícil camino".
La ausencia del dos veces candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, y del partido del apresado líder Leopoldo López, Voluntad Popular, demostró la fractura en las filas opositoras y la poca aceptación que el diálogo podría tener.
"Nuestra organización no validará ningún diálogo con el régimen mientras siga existiendo represión, encarcelamiento y persecución contra nuestro pueblo", dijo Voluntad Popular en un comunicado. "Somos firmes creyentes de que el diálogo debe darse de pie, nunca de rodillas".
De acuerdo con la agrupación política, el Gobierno no aceptó la mayoría de condiciones que propuso la oposición para sentarse a dialogar, como una amnistía para los presos políticos, la renovación equilibrada de los poderes públicos y el desarme de los llamados "colectivos", grupos paramilitares leales al oficialismo.
Capriles consideró que aunque se dé un acercamiento, persistirán las protestas.
"¿Dialogar significa renunciar a principios? ¿Quién dijo que diálogo significa renunciar a que nuestro pueblo siga reclamando sus derechos? El pueblo tiene todo el derecho de protestar por los miles de problemas sin solución en nuestro país. Nadie le puede quitar su derecho", escribió Capriles en Twitter.
El alcalde opositor de la Gran Caracas, Antonio Ledezma, advirtió en la misma red social que "mientras haya estudiantes detenidos, presos políticos, represión, invasión cubana y secuestro de instituciones, el diálogo no será real".
Si bien los acercamientos entre ambos bandos ayudarán al Gobierno a enfriar las protestas callejeras, analistas creen que será difícil solucionar el detonante, que es la crisis económica que atraviesa el país miembro de la OPEP.
La noche del martes, la defenestrada diputada María Corina Machado y Leopoldo López llamaron a sus seguidores a seguir en las calles.
"La dictadura busca un repliegue por la presión del pueblo que protesta en la calle", escribió López en su cuenta de Twitter. "Esta debe continuar, siempre en paz y de manera no violenta".
_______________________
|