Gladys Gutiérrez y las farsas judiciales de Freisler
Estamos ante una de las páginas más vergonzosas de la historia del Derecho en nuestro país José Rafael López Padrino / Soberania.org 14 de abril de 2014
Fue Gladys Gutiérrez la que desechó las impugnaciones contra los fraudulentos comicios presidenciales del 14-A “al declarar inadmisibles” las acciones.
Roland Freisler fue un abogado, militar, ministro de justicia y Presidente de la Corte del Pueblo (Volksgerichtshof) de la Alemania Nazi (1942). Como jefe del brazo ejecutor de la justicia alemana fue uno de los más temidos jueces del nazismo, sus sentencias mayormente a muerte las dictaba en forma expedita. Jugó un papel destacado en el proceso de deportación y exterminio de la población judía (Solución Final) y dirigió los juicios contra los jóvenes estudiantes de Múnich, pertenecientes a la organización la “Rosa Blanca”, ordenando la ejecución sumaria de todos ellos.
El perturbador ejemplo de Gladys Gutiérrez activista del PSUV en funciones de presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), nos retrotrae a los juicios fraudulentos protagonizados por Freisler durante su desempeño como presidente del Volksgerichtshof de la Alemania Nazi. Su actuación al frente del TSJ responde más a su condición de militante del PSUV que a las responsabilidades propias como presidente del máximo tribunal.
Ha sido una fiel defensora de la transformación del poder judicial en simples funcionarios policíacos que responden a la apestosa bota militar represora. Ha contribuido a legitimar jurídicamente esta nueva forma de dominación antidemocrática que socavaba el Estado de derecho y propicia un despreciable Estado de excepción militarizado. Ha sido una vehemente defensora del Estado represor que glorifica el proyecto bolivariano.
La conducta de la jornalera del TSJ no nos debe sorprender pues desde su designación como magistrada ha sostenido que la justicia venezolana tiene que estar exclusiva y únicamente guiada por el espíritu del nacionalsocialismo bolivariano, una suerte de norma vigente y aplicable a pesar de no estar contemplada en nuestra carta magna. Además, ha avalado desde el TSJ la intolerancia al disentir, así como la politización de la FAN a fin de garantizar la continuidad del proyecto político del ya fallecido tte. coronel.
Fue Gladys Gutiérrez la que desechó las impugnaciones contra los fraudulentos comicios presidenciales del 14-A “al declarar inadmisibles” las acciones por considerar que “no existían pruebas suficientes” y “por contener acusaciones que buscaban minar la credibilidad de las instituciones ante los ciudadanos”. Fue ella la que dirigió la pantomima judicial contra los alcaldes Scarano y Ceballos, una replica de las farsas judiciales y sentencias absurdas de Freisler.
Estamos ante una de las páginas más vergonzosas de la historia del Derecho en nuestro país. Los delincuentes empoderados del TSJ hacen uso del andamiaje jurídico-represivo existente para aplastar a la disidencia política. Leyes como la Orgánica contra la delincuencia organizada y financiamiento al terrorismo y la Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación, constituyen parte del ordenamiento jurídico-represivo que utilizan los magistrados y jueces serviles para criminalizar y aniquilar la protesta social.
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