Un pedido de solidaridad para un cubano radicado en Panamá en situaciones límites.
Son muchos y muy variados los testimonios de cubanos que al establecerse en el exilio sufren toda suerte de penalidades y no pocos se ven inmersos en situaciones angustiosas. La separación familiar, el desarraigo, la falta de empleo, las circunstancias legales de su estadía en otros países y la nostalgia; hacen de muchos presa fáciles de incomprensiones que los llevan al desaliento y la tristeza. Buscan un gesto de solidaridad y apoyo que no encuentran y se ven inmersos en no pocos escenarios de situaciones límites. El exilio no es leve….,
En ocasión de la muerte en el exilio del compatriota, Antonio Augusto Villarreal escribí un artículo con el título de: “Un exilio que practique el decoro y la solidaridad”. Quiero volver sobre mis palabras:
Aún estamos a tiempo para convocar al apoyo de los cubanos de bien que ven en este paso por el exilio un antecedente de lo que será un regreso a la Patria ya libre y de todos. Es tiempo aun de llevar el peso de los más débiles que arribaron y de mostrar una solidaridad sin límites. Antes de superar los atrios de los templos a donde asistimos veamos a cuantos de estos exiliados probados podemos mostrarles un gesto de misericordia; cuando podemos compartir el pan, los bienes y las esperanzas. Tal vez actuando así conjuramos la fallidas esperanzas de los que llegan destrozados por la cárcel y la represión, permitimos que rehagan sus vidas y mostramos el rostro humano de un exilio que en medio de la desdichada realidad hace el bien practicando la generosidad y la compasión. De esta forma los terrores de muerte no se enseñorearán sobre los nuestros y un aliento de esperanza prevalecerá en muchos.
Hace algunos días recibí un correo electrónico que traía la ruptura con la realidad de un exiliado que no ha encontrado asidero en un país donde se ha establecido, como no ha encontrado solidaridad alguna, ni una mano solicita que se haya extendido para ayudarle. Le pedí al compatriota, allá en el distante Panamá que escribiera una nota y me la hiciera llegar. Sin poder dar, ni ayudar nos queda la palabra amable y la compasión creciente en compartir su testimonio, tal vez con la esperanza de que una mano amiga le alcance. Este es pues el testimonio de nuestro compatriota, el Profesor Manuel Castro Rodríguez.
Dr. E.A. González, [Editor del Blog]
Solicito solidaridad moral
Profesor Manuel Castro Rodríguez
Soy un cubano que vive en Panamá. Aquí pueden ver mi presentación. Hago hincapié en que No solicito ayuda monetaria alguna. Aunque el artículo 13.2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, a decenas de miles de cubanos se nos impide entrar a nuestra patria. ¿Esto no es una monstruosidad?
Diseñé y edito esta página web donde denuncio las violaciones a los Derechos Humanos que sufre el pueblo cubano, derechos consagrados por la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por ello sufro la represalia del régimen de La Habana: Mi pasaporte expiró en enero de 2010 y el régimen de los hermanos Castro no me da pasaporte nuevo, por lo que no puedo salir de Panamá. Es como si tuviese el país por cárcel.
Con este tipo de represión nunca antes visto en Occidente, el castrismo pretende evitar que la diáspora cubana denuncie los crímenes de la peor tiranía que ha sufrido América. ¿Eso no es una forma sofisticada de terrorismo? Si bien esto es una flagrante violación, el Vaticano continúa guardando silencio, a tal punto que no me ha contestado ninguno de los cinco correos que le he enviado desde enero, como explico cabalmente en mi página Web personal. CLIC AQUI.
El 22 de enero de 2014 le envié un extenso correo al papa Francisco a las cuentas: (latam@vatiradio.va, celam@celam.org), donde le explico exhaustivamente el estado de indefensión en que me encuentro.
Escribí en español los dos primeros correos que le envié al cardenal Peter Turkson, presidente de la Comisión Vaticana de Justicia y Paz, a la cuenta (pcjustpax@justpeace.va). Como no recibí respuesta, escribí en inglés los dos últimos correos que le remití. El estado de indefensión en que me encuentro podría hacerme perder la vida. Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance, porque no quiero morirme ahora. Reitero que no solicito ayuda monetaria alguna. Tengo 65 años, pero con suficiente lucidez intelectual y capacidad de trabajo para laborar un par de décadas más. Les pido a los lectores que me hagan el favor de responderme las preguntas que hago, además de divulgar mi denuncia lo más posible, ya que necesito que la mayor cantidad de personas conozcan la represión que estoy sufriendo, que podría hacerme perder la vida. Les agradezco por anticipado la solidaridad moral que me brinden. Hoy, 20 de mayo, se cumplen 112 años del nacimiento de la República de Cuba. ¡Viva Cuba libre! Nota del Editor: Hasta aquí usted ha leído sobre la situación del compatriota Manuel Castro Rodríguez, deténgase por un momento y piense que usted puede hacer por nuestro compatriota para que esta situación extrema en que está viviendo no le conduzca a una situación donde ponga en peligro su integridad y la de su familia. ¡Hagámonos solidarios, solo eso! Usted puede comunicarse con el Profesor Manuel Castro Rodríguez a la siguiente dirección…, hágale llegar una nota de aliento. Manuel Castro Rodríguez.
Ciudad de Panamá, El Cangrejo, Vía Argentina. Edificio No. 33. Apartamento 15-A. E-mail: profesorcastropanama@gmail.com [Página Web]
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