Escenas de sangre y de desprecio. Por Manolo Pozo.
Hay dos escenas de distintos escenarios que me tienen muy icómodo en estos días; de pronto te aparecen por donde quieras que navegues en facebook, fotos explícitas que manifiestan diferentes hechos, uno sangriento y el otro molesta en su intensión e indiferencia.
Ha sido inevitable ver las fotografías terribles que nos mandan los terrorista de Isis, de Hamas y otras bandas de locos islamistas hacia nuestras computadoras. Lo que nunca pensábamos ver y mucho menos soportar lo estamos digiriendo cada día. El internet y los sitios digitales han puesto frente a nosotros decenas y decenas de cabezas arrancadas con la más natural crueldad de esta especie salvaje de seres extrañamente humanos.
Son escenas que dañan y que quedan al alcance de todos. Lo que nunca pensaste ver se te repite en cada vuelta que das por el sitio. Cabezas clavadas sobre estacas, tiradas en la tierra, colocadas sobre fusiles. Gritos insoportables de degollados en vivo, un niño exhibiendo una cabeza cristiana como trofeo y su padre riendo con monstruoso orgullo. Y todo esto filmado con toda la intensión de espantarnos y lo logran porque da miedo, pero al mismo tiempo aprendemos que estos seres pueden llegar hasta nuestro mundo y hacernos lo mismo. Entonces tenemos que evitar que entren, que sigan avanzando. No importa que seas cristiano o ateo, te pueden dejar sin cabeza, así como lo escuchas y peor, así como lo ves.
Las otras manifestaciones gráficas que inundan el sistema tienen que ver con la cantidad de tiros digitales que andan subiendo los turistas del exilio cubano.
Éstos ya dejaron de ser precavidos, la desfachatez es manifiesta. Lo mismo aparecen en facebook con una jinetera bella y barata en Varadero, que en twitter con un enorme habano entrando en algún cabaret de la tiranía. Así se comportan los refugiados que al año y un día se olvidan de los tiburones y de los CDR, y sin perder tiempo regresan a especular y a colaborar con la economía de los Castro. Déjenme advertirles que estos inmigrantes aprovechados e indolentes están atentando contra los que con seriedad van cada 2 ó 3 años a Cuba, ven a su familia, les llevan lo necesario y regresan sin máculas a la tierra elegida. Sé que hay un exilio militante y rígido que todos deberían asumir, pero no es así. No reprocho a los que no puedan cumplir con esa verticalidad; sé que los patrones familiares halan y también sé que a cada uno de nosotros fuera de Cuba nos generan situaciones diferentes; pero aprovecharse de un estatus de refugiado no solamente es indigno, puede ser además una falsificación de recursos para lograr la entrada a este país.
Son dos escenas diferentes. Muy diferentes... Unas producidas por la peor parte del ser humano, esa parte que algunos aún quieren justificar con libretos castristas y del terror. Y las otras fotos vienen sin sangre, pero laceran cuando vemos el desprecio con la que posan para el público esos cubanos del falso refugio político. Entonces podemos preguntarnos...De dónde huyeron ustedes?.
montero_manolo@ymail.com
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