NO MAS ARTISTAS DEL CASTRISMO. Por Manolo Pozo.
La guerra fría se acabó en Washington y en Moscú, pero el exilio cubano nunca ha dejado de vivir y enfrentar esa guerra. El exilio vertical, el único que reconozco. No sé cómo le dicen a los otros que... escaparon, navegaron, volaron o que llegaron sin defender después su estatus de refugiados. Pero vuelvo al caso de La Guerra Fría del exilio que ha luchado por evitar la penetración, cuidando a Miami y a cada ciudad donde estemos, de los vicios del comunismo y de la presencia de viajantes espías (pagados y voluntarios).
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El exilio enfrenta esa guerra desde que existe y cuando ya las potencias enemigas resuelven sus asuntos quitando por aquí y dando por allá, este enorme exilio de hombres y mujeres resiste sin ceder esa guerra siniestra que conocemos desde que salimos de Cuba, pero hoy es más fría que nunca por las aperturas, los intercambios, los coroneles de la tiranía protegidos por el gobierno americano y por esos artistas-voceros y poetas del régimen que se anuncian en vallas y acomodan funciones a través de la radio y la televisión del sur de La Florida.
No es fácil, la iniciamos hace muchos años dentro de Cuba y la continuamos de una u otra manera en nuestra libertad ganada. No le quitamos el derecho a nadie, pero tampoco se nos puede quitar a nosotros la razón de criticar y exigir. De bloquear a los que molestan o alejarlos hasta donde no los veamos. Si vas a un concierto de Van Van o de Buena Fe, eres un desertor del exilio... Como un simple inmigrante puedes ir a donde te plazca...; cada quien cuida y se da su estatus. Este grupo que amenaza con sus próximos conciertos no es un grupito cualquiera, están formados desde 1999 y son miembros de la selectiva Asociación Hermanos Saíz, un formato de las organizaciones ideológicas culturales del castrismo. A los miembros (?) de Buena Fe ya los colocaron en Miami hace algunos años y desde entonces vienen penetrando con su música diferentes escenarios de la ciudad.
No es admisible que un grupo musical actúe en cumpleaños de dictadores como Chávez y Castro y se lancen después en actuaciones en Miami, defendiendo la libre expresión y la democracia. Pueden hacerlo, es cierto y nosotros los exiliados políticos cubanos podemos boicotear cada presentación en nombre de esa misma libertad que hemos defendido de la mejor manera, con mucho más valor y principios que los músicos y artistas de la agenda castro-comunista de La Habana.
montero_manolo@ymail.com
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