UNA HISTORIA MAL CONTADA. Por Alejandro Hernández.
El pasado 10 de septiembre, el portal oficialista Cubadebate, bajo el título: "Un trágico accidente y dos lecciones sobre celulares", exponía el punto de vista de la periodista, colaboradora y fundadora de dicho portal y por demás, Vicepresidente primera de la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba (UPEC) –única en su tipo en el país- la señora Aixa Hevia.
Al parecer, dicha señora vive en el Cotorro, toda vez que refiere y cito: “este lunes, al regresar a casa…” lo que constituye un considerable y revolucionario sacrificio diario, viajar en un P-2 Cotorro-Vedado, ida y vuelta, de lunes a sábado, cada mes, cada año, ¿morboso verdad?...
Respecto a lo que la Sra. Vicepresidente primera de la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba (UPEC) llama: la primera lección sobre celulares y las consecuencias que estos tienen para los seres humanos, es el punto donde comienza la mal contada historia. Si fuese cierto que “existe poca cultura en el país sobre su empleo y los peligros al respecto”, créame entonces que el único culpable es el mismo totalitarista, autoritario y mediático gobierno que ella representa y defiende, porque, Cuba quien fuese a principios de los años ´60 del pasado siglo XX el primer país en América Latina Libre de Analfabetismo, terminó ese mismo siglo y continua durante los primeros 14 años del siglo XXI, siendo uno de los países más analfabetizados tecnológicamente y con uno de los más bajos niveles de conexión del mundo, morboso no, morbosísimo. Es cierto que, existen límites que no debemos cruzar, cada día en Cuba, los accidentes de tránsito contabilizan, en el mejor de los casos, lesionados graves o leves y daños materiales en mayor o menor cuantía. Vemos a choferes de ómnibus compitiendo con los boteros –choferes de los almendrones (carros americanos) destinados al servicio privado de taxi-, correteando entre los mismos ómnibus por el pasaje, con las novias casi compartiendo el asiento del conductor, conversando por el celular, etc. No existe un policía, un aguerrido miembro de las gloriosas filas del PCC, un agente del DTI, o la Seguridad del Estado, en fin, nadie le pone al cascabel al gato.
Ejemplo de ello es que, a finales de agosto, un accidente de tránsito demostró que, el chofer viajó sin la licencia correspondiente durante 175 kilómetros, y pregunto ¿Dónde estaban todas las autoridades encargadas de velar por ello? Debo cumplir con el mandamiento de amar a mi prójimo como a mí mismo, por ello, me es motivo de dolor cada ser humano que parte de esta vida tan drásticamente, me solidarizo con sus familiares pero, hacer de ello todo un evento de publicidad mediática es, en sí mismo un hecho digno de repugnancia, toda vez que, las intenciones de la Vicepresidente primera de la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba (UPEC) son más que claras. ¿Y si la joven fuese sorda? ¿Y si en vez de una inofensiva joven en la flor de la vida, se hubiese roto encima de la línea del tren un camión cisterna cargado de combustible? ¿Se habría limitado tan sólo el maquinista a esgrimir al aire los aterradores silbatos del tren? ¿A quién quiere engañar, se puede leer la verdad en sus ojos y sabemos que miente? No pongo en duda que alguna que otra persona haya tomado fotos y por qué no, video también, ¿acaso usted no hace lo mismo en la mesa redonda, en Cubadebate, o el director del noticiero de televisión con imágenes de Gaza, de los bombardeos en Palestina e Israel, la violencia en Estados Unidos, etcétera para justificar el aterrador pánico a todo lo que represente un cambio? ¿No es esto igual de morboso?
Y parafraseo sus preguntas, “¿Cómo es posible que una población como la nuestra, de tan nobles sentimientos y solidaridad demostrada se presta en la actualidad para –permitir por parte de la prensa televisiva cubana- un acto tan cruel, con el propósito de exhibir aquel lamentable suceso? ¿Qué nos está pasando, -acaso perdimos la sensibilidad como causa del bloqueo, perdón embargo-? ¿Por qué nadie criticó ese proceder y todos en silencio se hicieron cómplices de tan abominable acto? Paradójicamente, en algo coincido con usted, le agradezco el reconocimiento que hace de la poca cultura evidenciada por los tonos que escogen las personas que, directa e indirectamente trabajan con usted, toda vez que, es muy asiduo, en las reuniones, escuchar los molestos timbres.
El celular no sólo permite la comunicación a grandes distancias, nos permite estar comunicados constantemente, algo insoslayable en este siglo pero, para nada es un arma asesina más allá de los desvergonzados precios que Etecsa, única de su tipo en el país, impone a sus consumidores, y eso sí que es una morbosidad morbosa. ¡Y eso que está en línea! Sirva la presente como mi testimonio de rechazo y repudio público a cualquier ley que, pretenda limitar el uso de las tantas tecnologías integradas al mismo tiempo en los celulares, como consecuencia de sus declaraciones sutiles y porque no, morbosas, porque si el pueblo no puede, ustedes tampoco, a menos que estemos en presencia de un régimen feudal, el único de su tipo en pleno siglo XXI.
Termino con parte de una máxima Martiana: "Todas las arbitrariedades tienen a mano uno de esos cultos, para que piense y escriba, para que justifique atenúe y disfrace: o muchos de ellos".
Alejandro Hernández.
Publicado en [BVC]
___________________________________
|