"¡Nada que celebrar!". Por Alberto Gutiérrez Barbero.
De acuerdo a la historia de Cuba que estudié hace muchas décadas, luego de su conquista por los españoles al mando de Diego Velázquez de Cuellar -es decir innumerables tormentos a siboneyes y taínos, la muerte del Cacique Hatuey en una hoguera y otros asesinatos de indios como la horrible Matanza de Caonao- la villa San Cristóbal de la Habana se fundó junto a la desembocadura del Rio Onicajinal, Mayabeque o Güines, en la costa sur del cacicazgo Habaguanex. En esa región desde los tiempos coloniales Habana fue una provincia cubana, hoy mayormente denominada Mayabeque debido a la división política y administrativa del país alterada por la tiranía castrista, No obstante el colmo es ¡Granma!, nada más y nada menos que otra provincia. Lo lamento por Bayamo, Manzanillo y otros municipios de lo que fue la Provincia de Oriente hasta 1976. Algunos historiadores expresaron que San Cristóbal de la Habana fue fundada en 1514 y otros en 1515, pero esa discrepancia jamás me ha interesado. Sí rechazo con vehemencia las manos españolas manchadas de sangre desde la ocupación de Cuba y así mantenidas muchísimas veces hasta lo que aún ellos recuerdan como El Desastre del 98- la pérdida de la "siempre fiel" colonia. A partir de 1902 de nada valió el olvido de lo pasado por los cubanos y su bienvenida por décadas a miles y miles de pobres emigrantes desde España. En definitiva Cuba recibió una puñalada por la espalda de muchos republicanos españoles, acogidos al concluir la guerra civil en España y a finales de los años cincuenta inclinados a la funesta marea verde olivo desde los días en La Sierra Maestra. También es curioso que el General Francisco Franco después mantuvo un no muy solapado entendimiento con el tirano cubano, aunque peor aún ha sido la neocolonialista invasión de oportunistas empresarios catalanes, vascos, gallegos, etc. que en contubernio con la cúpula desgobernante castrista han tomado ventaja en el suelo oprimido desde San Antonio a Maisí. ¿Y qué decir sobre la igualmente abyecta acomodación de los partidos políticos españoles PSOE y PP?. A fines de 1519 San Cristóbal de la Habana fue transferida a la costa norte de lo que ya no era un cacicazgo, aledaña a la bahía donde Sebastián de Ocampo durante el Bojeo de Cuba en 1508 carenó sus naves y llamó Carenas. Muy pronto la villa adquirió importancia por su posición geográfica, por ser la residencia de los gobernadores españoles y base de las flotas a España. En su emplazamiento actual La Habana cumplió 495 años el pasado 16 de Noviembre. Cubadebate publicó un fotoreportaje sobre un maratón habanero dedicado a ese aniversario. Otro artículo que leí en la página castrista es "Arriba La Habana a 495 aniversario con planes de mayor apertura". Algo también edulcorado, aunque curiosamente admite que es vital la reparación del alcantarillado de la ciudad e indispensable el mejoramiento de sus redes de electricidad, acueducto, gas y comunicaciones con el objetivo de mejorar los servicios a la población habanera. Y como si no fuera suficiente se menciona "No sería comprensible lo que somos hoy sin tener idea de lo que fuimos ayer, recuerda a menudo el historiador de La Habana, Eusebio Leal" Por esas cosas de la vida, sin intención de alardear, yo tengo idea de lo que fuimos ayer en la capital cubana, a pesar de ser oriundo de Pinar del Río, pero no creo comprensible ni admito lo que somos hoy. Hace dos meses escribí el comentario "La Habana que conocí ", igualmente publicado como "Recuerdos de una Habana mejor", y me asiste la razón para expresar hacia todos los puntos cardinales que allá en la actualidad al igual que en el resto de Cuba, no hay ¡nada que celebrar! Se sabe que desde la invasión inglesa en 1762 La Habana nunca ha sido el objetivo de un bombardeo, pero las cosas bajo la tiranía castrista han llegado a tal extremo que por los derrumbes es una capital de escombros cuyas fotos me recuerdan otras de algunas ciudades europeas durante la Segunda Guerra Mundial. Por otra parte es un tremendo desastre ecológico con calles repletas de basura no recogida, descontroladas aguas albañales, churre galopante y mucho más hasta en los hospitales. La intensa pobreza combinada con la deseperanza y la historia adulterada es algo cotidiano y sería un escrito monumental el recuento total de la provocada ruina habanera en todos los aspectos que comenzó en 1959, por supuesto sin olvidar la sangre derramada desde entonces. La Habana sin libertad es un "logro" revolucionario donde muy pronto se cumplirán 56 años, sin ser lo que fue anteriomente y lo que podía ser en la actualidad. Cordialmente,
albertogutierrezbarbero@comcast.net
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