Se desenmascara la cúspide criminal de la revolución chavista.
Por Carlos Díaz Olivera.

Es como si el espíritu del General Arnaldo Ochoa asistiera como testigo celestial a las nuevas revelaciones, de un militar de honor venezolano, que declarara ante las cortes estadounidense acerca de la complicidad del gobierno venezolano en el tráfico activo de drogas bajo la dirección del señor presidente de la Asamblea Nacional de la Republica de Venezuela Diosdado Cabello.

Este militar se encuentra en territorio norteamericano y testificará en Washington en una causa abierta por la Fiscalía General de esa ciudad contra Cabello por narcotráfico de drogas. El capitán de corbeta Leamsy Salazar será un testigo de vital importancia en el cargo contra Cabello, pues fue el jefe de su escolta y su asesor personal. Antes del fallecimiento del presidente de Venezuela Hugo Chávez, donde fue su asesor personal y el jefe de su escolta, nunca ha estado vinculado en operaciones relacionadas con el trafico de drogas, ni con operaciones delictivas, por tanto, se considera un militar de honor y confiable.

Es significativo que este militar venezolano vincula a Cuba en este tráfico de drogas, al permitir la autorización de aeronaves PDVSA de Venezuela en el traslado de alijos de cocaína, entre los cuales se incluyó a Cuba, hecho éste confirmado en el año 2009 despues de encontrar en la Habana, en una aeronave de PDVSA, un alijo de drogas que involucraban a uno de los hijos de Hugo Chávez y al hijo de un ex-embajador cubano en Venezuela; Èsto colocó a las autoridades de Cuba en un apuro.

Por otra parte será interesante, en momentos en que se está tratando de borrar a Cuba de la lista de paises que propagan el terrorismo, ver el desarrollo de las investigaciones realizadas por la DEA y el FBI. Para nadie es un secreto, las buenas relaciones que Cuba mantiene con las guerrillas colombianas FARC, las cuales producen la droga como medio de sustentación de la misma guerrilla. Se estima que el 90% de la producción de cocaína pasa a través de Venezuela con rumbo a EE.UU y demás mercados y que es el producto de la elaboración de la misma en las selvas Colombianas.

Es bueno recordar, que numerosos líderes que se encuentran en el poder en Venezuela, están implicados en el tráfico de drogas, como por ejemplo el general Hugo Carvajal, que estuvo retenido en Aruba y que por las presiones del "presidente" Nicolás Maduro al gobierno holandés, fue regresado a Venezuela a pesar de estar reclamado por la justicia norteamericana por su implicación en el narcotráfico.

Es interesante seguir de cerca los diferentes caminos que llevarán las investigaciones que tarde o temprano dejarán luces esclarecedoras sobre la verdad, que se ha tratado de evitar y en muchos casos de entorpecer, en referencia al tema droga, seremos testigos de la reivindicación de las acusaciones al general Arnaldo Ochoa como traficante de drogas, las cuales manchaban un espediente militar del que fuera un genio militar, fue una figura a la que se temía, y que acaparaba cada día más la simpatía de las tropas cubanas con las que compartió los momentos de la guerra dura allí en el teatro de las operaciones, y no en las oficinas de un ministerio.

Es por esto que el espíritu del guerrero esta inquieto y llama a la justicia, que es apoyada por todos los guerreros del olimpo, los cuales apoyan la verdad sobre el héroe fusilado por fusiles manchados por el deshonor.

NOTA: El capitán de corveta Leamsy Salazar se escapó al territorio de los EE.UU donde testificará sobre la participación de la cumbre de poder venezolana en el tráfico de drogas, es el primer militar activo que dejó las filas de la revolución mal llamada Bolivariana después de haber desempeñado importantes funciones y digo mal llamada revolucion bolivariana, porque si el libertador se levantara de la tumba y vé lo que estos criminales han hecho en su nombre Bolivariano, pienso que tomaría el sable en la mano y le haría la guerra junto a su querido pueblo Venezuela, que cada día está más harto de estos criminales.

      carlosdiazescorpion@gmail.com

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