JOSE ANTONIO ECHEVERRIA. Arquitecto de la Esperanza y de la Libertad. Una visión multifacética de su vida breve, su inmolación heroica y su servicio generoso a la libertad y la felicidad del pueblo cubano.
NOTA: LA NUEVA NACION REALIZA ESTE CORTO RECORRIDO POR LA VIDA DE JOSE ANTONIO INCLUYENDO VARIOS TRABAJOS QUE SON:
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Ataque a Palacio". "13 de Marzo de 1957: Asalto a la Madriguera". Por Pedro Antonio García.
- Alocución al Pueblo de Cuba de José Antonio Echevarría durante el Ataque a Radio Reloj.
Testamento politico de José Antonio Echevarría al pueblo de Cuba.
"Mi hermano Jose Antonio". Por Lucy Echeverría Rodríguez.
"Un héroe para todos los tiempos". Por Alfredo M. Cepero.
"Canto a José Antonio Echeverría". Por Alfredo M. Cepero."
1- (Ataque a Palacio) 13 de Marzo de 1957: Asalto a la Madriguera. Por Pedro Antonio García. cultura@bohemia.co.cu 8 de marzo de 2007 El blog del Compañero
A cincuenta y siete años de aquella audaz acción con la que el Directorio Revolucionario intentó ajustarle cuenta al dictador Fulgencio Batista
Para los jóvenes cubanos de la época, el Palacio Presidencial era el símbolo del poder antipueblo, cubil donde se refugiaban los representantes de aquella sociedad tan injusta
A las tres de la tarde del 13 de marzo de 1957, el auto de Carlos Gutiérrez abrió la caravana. Detrás iba un camión, con un letrero que decía Fast Delivery, seguido de otro auto. De la calle 17 en la zona residencial del Vedado, doblaron por O, Vapor, Espada, San Miguel, Campanario, Dragones... El camión iba casi ponchado. Antes de salir, al ver la goma izquierda trasera baja de aire, uno de los jefes le preguntó a Amado Silveriño: "¿Qué tú crees?" "Yo llego –replicó el chofer–, si los muchachos se me arriman para el otro lado, yo lo llevo."
En el interior del camión iban apretados los hombres, unos contra otros, en una oscuridad total y un asfixiante calor. Todos en mangas de camisa, menos Evelio Prieto: "Yo no me quito mi gabardina", había dicho antes de iniciar el viaje. Pegados a la puerta, Machadito y Juan Pedro Carbó intercalaban chistes. Mario Casañas acariciaba su arma y le decía bajito a Manuel Gómez Sartorio: "Ahora sí, ahora sí". Evelio se tuvo que quitar el saco por el calor: "No quiero que me la echen a perder llenándomela de huecos". Todos se rieron. Machadito vio a su novia por la ranura de la puerta al pasar el camión por una de esas calles y lo comentó en voz alta. Ángel Eros lo recordará años después: "Ella iba ajena a todo lo que estaba sucediendo".
En el edificio Radiocentro, en los estudios de Radio Reloj, José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y secretario general del Directorio Revolucionario (DR), se apoderaba de los micrófonos: "Pueblo de Cuba, en estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista. En su propia madriguera del Palacio Presidencial, el pueblo de Cuba ha ido a ajustarle cuentas. Y somos nosotros, el Directorio Revolucionario, los que en nombre de la Revolución Cubana hemos dado el tiro de gracia a este régimen de oprobio. Cubanos que me escuchan. Acaba de ser eliminado..."
El Ford de José Antonio Echevarría en la escena del tiroteo con la policia.
No fuimos originales en la idea de atacar el Palacio Presidencial –asegura Faure Chomón, fundador del DR y su jefe de Acción en 1957-. Esa idea formaba parte del arsenal táctico de la Revolución y era una idea magnífica, que había obsesionado a más de una generación. En la segunda tiranía batistiana (1952-1958), los viejos revolucionarios que habían empezado a conspirar contra el dictador tuvieron ese proyecto, pero no lo ejecutaron pese a que disponían de muchos armamentos y recursos... Nosotros lo hicimos de verdad, con José Antonio de jefe, y eso fue lo original. Atacar Palacio era un compromiso de la juventud cubana con la nación."
A finales de agosto de 1956, José Antonio, en nombre de la FEU, había suscrito con Fidel la Carta de México, "verdadera declaración de guerra de la juventud cubana contra la tiranía", en opinión de Faure: "Nosotros teníamos una concepción de la vía armada, la lucha de calle, que no era la que iba a desarrollar Fidel, la guerra de guerrillas. Y él nos unió: en todos nuestros encuentros nos dijo que todas las tácticas son necesarias, hablamos de nuestras coincidencias en cuestiones estratégicas: lucha armada a muerte contra la tiranía (...)"
Cuando Fidel le anunció a José Antonio, mediante telegrama, la salida de la expedición del Granma, muy poco pudo hacer el DR para apoyar el desembarco. "No contábamos con los hombres y las armas suficientes capaces de llevar a efecto un hecho de gran envergadura en La Habana", afirmaba el combatiente José Assef, El Moro. "Para nosotros era impensable que Fidel llegara y no hiciéramos nada, nos reunimos varias veces y discutimos mucho, fuertemente", asegura Julio García Oliveras, segundo de Faure en la Jefatura de Acción. Otro combatiente, Pepe Wanguemert, sostenía la tesis de formar grupos y hacer ataques sorpresivos. García Oliveras proponía atrincherarse en la Universidad. José Antonio se opuso a ambas ideas: "Asumo esta responsabilidad, pues nosotros no podemos dar un paso que signifique la inmolación de un grupo de compañeros en un plan sin posibilidades de ningún tipo".
La posterior incorporación de Eduardo García Lavandero y Evelio Prieto al DR, depositarios de las armas de los politiqueros auténticos, acrecentó el arsenal de la organización. "Con los compañeros presos que estaban en la cárcel del Príncipe –afirma Faure–, captamos a Daniel Martín Labrandero, comandante republicano en la Guerra Civil Española, a quien queríamos como asesor del ya proyectado asalto a Palacio. Quisimos rescatarlo de la prisión, pero murió en la fuga. Eso acercó mucho a Carlos Gutiérrez, amigo de Daniel, a nosotros. Carlos era experto en acciones de comando."
Junto con Carlos Gutiérrez, también ingresó al DR, Menelao Mora, veterano combatiente de la Revolución del 33.
Estado en que quedó, después del combate, el camión que trasladó a los miembros del comando de asalto.
Según explicara Faure a BOHEMIA en marzo de 1959, el plan militar contemplaba que un comando de 50 hombres, bajo la jefatura de Carlos Gutiérrez, asaltaría al Palacio Presidencial; otro comando, de más de cien hombres, protagonizaría la operación de apoyo, en la que serían tomados los edificios que rodean el Palacio y en sus azoteas emplazarían ametralladoras calibre 30 para barrer con su fuego la azotea de la madriguera del dictador; un tercer comando tomaría Radio Reloj para difundir la noticia de la muerte de Batista y arengar al pueblo.
Para evitar que, de haber filtración por alguna conversación, el régimen se percatara de lo que el DR tramaba, se acordó llamar en clave a Palacio "La Casa de los Tres Quilos", en alusión a una tienda de la época, muy popular por sus mercancías a bajo precio.
A la vez, se instaló un sistema de chequeo que seguía al dictador Batista desde que salía del cuartel de Columbia (hoy Ciudad Libertad) hasta Palacio (hoy Museo de la Revolución). La primera posta estaba en 42 y 31 (hoy municipio de Playa); la segunda, en Malecón y Línea; la tercera, casi llegando a Prado, en una casa con teléfono que recibía las noticias de su paso por 42 y diariamente cronometraba el tiempo invertido en el recorrido.
Hasta la entrada del despacho del dictador Batista llegaron los combatientes del DR.
Forzada la entrada, los combatientes del DR subieron por esta escalera hasta el segundo piso de Palacio.
Faure recuerda: "Había que alquilar urgentemente casas para acuartelar los hombres del comando de asalto y nos encontrábamos sin dinero. Resolvimos el problema al proponerle a Carlos un apartamento que tenía el DR en un edificio estratégicamente situado en calle 21 entre 22 y 24, en el Vedado... Tuvimos que alquilar un departamento más en aquel lugar tan ideal, pero el dinero no acababa de aparecer y entonces Armando Pérez Pintó, en un gesto de total desprendimiento, nos entregó su sueldo de ese mes".
Años después, Berto Valdés Huergo recordaría cómo "sobre el 9 de marzo, Medinita (Gerardo Medina) llega a mi casa y me comunica que vamos para La Habana. Yo localizo a la gente, les aviso que no se muevan de Pinar del Río. Vinimos en dos carros. Éramos seis o siete. Fuimos directo al Vedado, para un apartamento donde estaban Menelao y Carlos Gutiérrez".
"Alrededor del 10 de marzo" le avisaron en Guanajay a Ángel Eros. "Recojo a (Pedro) Esperón en el poblado habanero de Bauta... Nos acuartelaron en un apartamento de la calle 21". Ángel sería el único que sobreviviría a la acción entre los cinco combatientes que aportaron Guanajay y Artemisa.
Tony Castell fue designado en uno de los dos apartamentos como responsable de la disciplina interna. "Fue necesario tomar una serie de medidas –testimoniaría ya con la Revolución en el poder–, entre ellas hablar bajito, fumar uno solo, no ir seguido al baño. Eso era un edificio de apartamentos y el ruido podía levantar sospechas."
Al retirarse de Radiocentro, José Antonio y sus compañeros balearon la cabina central de controles.
A José Antonio lo habían ubicado en un sótano en 19 entre B y C, también en el Vedado. El Moro Assef, quien compartió dicha vivienda con él, rememoraría años más tarde: "El asma no lo dejaba conciliar el sueño. El frío en aquel sótano era mortal para él. Poseíamos una sola cama. Él siempre quería cedérmela y yo, que él la cogiera. Acabamos por dormir en el suelo, porque él no la cogía y yo, mucho menos".
El 12 de marzo, Batista regresó a Palacio a las seis de la tarde. Se decidió esperar al día siguiente. A las 11 de la mañana del día 13, se precisó que permanecía en Palacio. "Sin perder un minuto de tiempo –asevera Faure Chomón–, dimos la orden de estar listos para iniciar la marcha sobre Palacio."
13 de marzo, 3:10 p.m.
Mientras la caravana del comando de asalto transitaba por las calles de La Habana, tres automóviles partían del sótano de la calle 19. Bajaron por B, doblaron en 17, siguieron rectos hasta M y enrumbaron por esta hacia el edificio Radiocentro, donde se ubican los estudios de Radio Reloj. "Ese día José Antonio se transforma –recordaría tiempo más tarde Humberto Castelló, participante de la acción–, cuando se tira de la máquina, está rojo, excitado."
En Palacio, Carlos Gutiérrez descendió de su carro y, en un movimiento tan rápido que desconcertó a la posta, se situó entre las arcadas de la puerta de la calle Colón y fulminó a la guardia. Como un semidiós forjado en el combate, arrasaba con toda resistencia a su paso. Junto con él entraron en Palacio Luisito Almeida, Pepe Castellanos, Luis Goicoechea... Faure, al alcanzar la verja, se sintió sacudido "como si fuera de papel, pierdo mi estado consciente mientras tengo la impresión de que soy lanzado al aire por la mano de un gigante y con la sensación de que me voy en un sueño, solo pienso: ‘Me han matado’".
"Logramos entrar a la planta baja –expresó Ángel Eros en un testimonio–, el grupo de Alfonso Zúñiga cogió a la derecha, nosotros a la izquierda". "La segunda planta estaba abierta –afirma Berto Valdés–, nos colocamos detrás de una de las columnas y nos hicimos fuertes allí. Ya empiezan a tirar desde la azotea y los pisos superiores, yo también respondo". Tony Castell y otros tres compañeros tenían que garantizar la zona del parqueo. "La escolta de Batista se refugió en la iglesia del Ángel, que nos quedaba casi en frente. Empezamos a combatir contra ellos, porque nos tiraban desde las ventanas del templo."
En Radio Reloj, ante la certeza de que la transmisión se había ido del aire, Fructuoso, Westbrook y Pedro Martínez Brito bajan por el elevador, y por las escaleras, casi corriendo, José Antonio y El Moro. "Cuando José Antonio sale se forma un tremendo tiroteo –testimonió Humberto Castelló–, entonces viene la arrancada (de los carros) y el incidente con el policía... El Chino Figueredo hace un disparo y lo hiere en un muslo. El policía se queda como pidiendo perdón allí. No lo rematamos. Enriquito Rodríguez Loeches le quitó el arma, la documentación y arrancamos."
En Palacio, hasta el Salón de los Espejos llegaron Carlos Gutiérrez, Castellanos, Pepe Wanguemert y Goicoechea. "Llegamos hasta la puerta del despacho del aborrecido dictador –testimonió este último–, escuchamos voces excitadas dentro. Gutiérrez gritó: Salgan con las manos arriba. La respuesta fue un tiro que hizo estallar en añicos los cristales de la puerta." Carlos lanzó por el hueco de los cristales rotos cuatro granadas, las tres primeras no estallaron. "A la cuarta se sintió una explosión. Instantáneamente franqueamos la puerta disparando nuestras armas. En el suelo había dos hombres muertos. El despacho estaba vacío. Tratamos de hallar un pasadizo secreto que, según nos habían informado, unía el despacho de Batista con sus habitaciones del tercer piso. Imposible lograrlo."
Bajando la escalinata universitaria en una de las multiples marchas contra la dictadura de Batista, Jose Antonio en el centro rodeado por Fructuoso Rodríguez, Guevara, Luís Blanco, Osmel Francis y Juan Nuiry.
A la salida de Radio Reloj, el auto en que iba José Antonio no tomó la ruta prevista. En vez de seguir por M hasta San Lázaro, dobló en Jovellar. En la calle L es detenido por un tranque de ómnibus. Cuando al fin atravesaron la entonces doble vía, se toparon con un carro patrullero. "Al chocar –aseguraba El Moro, testigo presencial de los hechos–, ellos dan marcha atrás y abren las puertas. José Antonio, con ese ímpetu, ese valor extraordinario, parte solo para arriba del perseguidor. Y se abalanza sobre la puerta y le da un tiro al chofer. Inmediatamente cae al piso, se incorpora para seguir tirando, pero una ráfaga lo fulmina."
Según Goicoechea, "salimos del despacho y nos dirigimos hacia una escalera de caracol para tratar de llegar al tercer piso. Inútil. Desde la azotea y el piso de arriba nos disparaban despiadadamente... Estábamos ya cortos de municiones... La ametralladora de Carlos se había encasquillado, Castellanos tenía los cargadores vacíos. El grupo de apoyo no había aparecido por parte alguna".
Gómez Sartorio, al entrar a Palacio, había cogido para el ala izquierda del edificio. "Avancé hasta el fondo, tirando, siempre tirando. El tiroteo es grande. Cambio el peine y sigo tirando. En eso veo que hieren a Mario Casañas. Lo veo desfallecido y lo halo hacia mí. Siento un calor por mi cuerpo pero no me percato de que es la sangre de Mario."
Carlos Gutiérrez no perdió su optimismo: "Muchachos, ya estamos en el tercer piso, vamos", gritaba. Machadito le señaló la necesidad de traer como refuerzo a los compañeros que combaten desde la planta baja. Carlos estuvo de acuerdo y fue a buscarlos, acompañado de Castellanos. Se dirigieron por el pasillo hacia la escalera, sin advertir que se exponían al fuego del tercer piso. Ambos cayeron fulminados.
Carlos Gutiérrez dirigió el comando de asalto a Palacio.
De la operación de apoyo no había ni rastro, a pesar del tiempo transcurrido. Los sobrevivientes, heridos y casi sin parque, comprendieron que la operación se había perdido. "Yo cubriré la retirada –dijo Machadito–, cuando comience a disparar, retírense todos rápidamente, yo seré el último." Su ametralladora tableteó en una ráfaga interminable mientras sus compañeros lograban llegar a la planta baja. Unidos a los combatientes que allí estaban, abandonaron el Palacio en distintas direcciones. Machadito, junto con Evelio Prieto y Berto Valdés se retiraron rumbo a la calle Monserrate, sin dejar de disparar a diestro y siniestro.
Goicoechea, Wanguemert y Carbó se internaron en el parque Zayas (hoy Memorial Granma). El primero eludió las balas, atravesó Monserrate y escapó por Villegas. A Carbó, con dos balazos en el cuerpo, lo recogió una ambulancia. Estudiantes de Medicina le facilitaron luego su fuga del hospital Emergencias. Wanguemert no pudo sobrevivir.
Ángel Eros logró llegar a una de las avenidas aledañas y escapó en un auto. Tony Castell abandonó su encasquillado fusil, escondió la pistola entre sus ropas y atravesó Zulueta, Prado y otras calles, hasta llegar a casa de su tía en Perseverancia y San Lázaro. Gómez Sartorio se refugió en un hotel cercano hasta la madrugada siguiente y, disfrazado de mecánico, burló el cerco policial.
Alfonso Zúñiga intentó arrancar el auto, en el cual había venido Carlos. Faure, herido, le advirtió que el otro auto tenía la llave puesta. "Yo corro, cojo la máquina, la pongo al nivel de la otra máquina. Faure se monta, le paso el M-1, todo eso bajo las balas, le digo a Ricardo Olmedo (luego traidor a la Revolución) que monte. Pero él me contesta que no puede (está muy mal herido), y sin bajarme, con el pie en el acelerador, le di la mano y lo senté al lado mío. Partí velozmente."
José Antonio cayó en combate frente a fuerzas de la tiranía muy cerca de la Universidad de La Habana.
Según testimonio de Faure Chomón, "después de los combates del 13 de marzo, un comando del 26 de Julio rescata un camión con las armas que abandonaron los jefes de la operación de apoyo y cobertura, la que no ejecutaron. Y otro comando del DR rescató el otro camión con el resto de las armas. Posteriormente, estas armas son enviadas a Fidel en la Sierra Maestra, las que sirven para rearmar el naciente Ejército Rebelde".
José Antonio muerto en un tiroteo con la policia. A 52 años del Ataque mas audaz de la historia cubana del siglo XX es necesario recordar que si la revolución cubana hubiera triunfado en Marzo de 1957, Castro hubiera tenido que bajar de la Sierra y hubieran sido los estudiantes universitarios sus protagonistas. Esto hubiera significado convocatoria a elecciones libres y respeto a las libertades de la ciudadania, cosas que desconoció Fidel Castro.
2- Alocución al Pueblo de Cuba de José Antonio Echevarría durante el Ataque a Radio Reloj el 13 de Marzo de 1957. José Antonio Echevarría Radio Reloj 13 de Marzo de 1957
Radio Reloj informando .... en atencion a los tracendentales acontecimientos que se estan desarrollando se dara a continuacion una alocucion al pueblo de Cuba por el Presidente de la Federacion Estudiantil Universitaria y el Directorio Estudiantil Jose Antonio Echevarria:
Pueblo de Cuba. En estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista en su propia madriguera del Palacio Presidencial el pueblo de Cuba ha ido a ajustarles cuentas.
Y somos nosotros los del Directorio Revolucionario los que a nombre de la Revolucion Cubana hemos dado el tiro de gracia a este regimen de oprobio.
Cubanos que me escuchan... Acaba de ser eliminado...
[Avisan llega la policia] Echevarria y los demas estudiantes que tomaron Radio Reloj escapan en un carro ... y continua hablando el locutor.
En la tarde de hoy varios individuos desconocidos armados de pistolas, fusiles y ametralladoras irrumpieron en el estudio de Radio Reloj obligando a punta de pistola a nuestros locutores a leer unas palabras que traian ya escritas.
En el escrito obligado a leer a nuestros locutores se afirmaba que el Palacio Presidencial era atacado en estos momentos e inmediatamente despues los individuos que asaltaron Radio Reloj se marcharon haciendo numerosos disparos contra el control maestro de radio.
Continuaraaa.... Informando, Radio Reloj a continuacion. Al abandonar el edificio de Radio Centro en dos automoviles los asaltantes de Radio Reloj hicieron numerosos disparons por la Calle M alcanzando a un vigilante del transito. En esos instantes la radio de la policia nacional informaba que en el Palacio Presidencial estaba siendo atacado a tiros.
Tambien nuestro reporter pudo saber que en Avenida Universidad y calle L junto a un automovil aparecio muerto a balazos el presidente de la FEU Jose Antonio Echevarria.
Jose Antonio Echevarria Bianchi (1932-1957). Fuente: Bohemia
Revolucionario cubano. Destacado luchador contra la tiranía batistiana. Estudiante de Arquitectura. Comienza a combatir al régimen desde el mismo 10 de marzo de 1952, fecha del golpe de estado dado por Fulgencio Batista. Fue Vicepresidente y Presidente de la Facultad de Arquitectura. En 1953 ocupa la secretaría general de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Desde 1954 hasta su muerte fue Presidente de dicha organización. Detenido, golpeado y encarcelado en varias oportunidades. A fInales de 1955, funda con otros compañeros el Directorio Revolucionario, que se convierte en el brazo armado de la FEU.
El 13 de marzo de 1957, como plan de Asalto al Palacio Presidencial, toma Radio Reloj para anunciar por sus micrófonos que el tirano había sido ajusticiado.
A la salida de esta emisora, de regreso a la Universidad, muere en un enfrentamiento con la policía.
FOTO DEBAJO: Como Fidel Castro que a pesar de violar los derechos humanos de su pueblo y encarcelar a todo cubano que piense diferente por 25 y 30 años, el dictador Batista ampliamente conocido por torturar y asesinar opositores y revolucionarios tenia seguidores incluso posterior al Ataque a Palacio.
Fuente: Bohemia: Brazo armado de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), concebido en febrero de 1955 para radicalizar la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista en los planteles de altos estudios y en los de la segunda enseñanza, en estrecha unión con los sectores obreros. Durante un año su maduración avanzó en secreto, en igual medida que se agudizaban el enfrentamiento de los jóvenes al batistato y la represión sobre sus líderes. El 24 de febrero de 1956 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, José Antonio Echeverría, presidente de la FEU y secretario general del directorio, proclamó públicamente la existencia del nuevo órgano de combate, que perdería en la lucha contra la dictadura a sus principales líderes, entre ellos José Antonio, y formó parte de la vanguardia revolucionaria cubana hasta el triunfo del 1 de enero de 1959. En 1961 se fundió con el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular en una sola organización, de la que nació el Partido Comunista de Cuba.
3- Testamento politico de José Antonio Echevarría al pueblo de Cuba.
Hoy 13 de Marzo de 1957, día en que se honra a los que han consagrado sus vidas a la digna profesión de arquitecto para la que me prepara, a las tres y veinte minutos de la tarde participare en una acción en la que el Directorio Revolucionario ha empeñado todo su esfuerzo junto con otros grupos que también luchan por la libertad.
Esta acción envuelve grandes riesgos para todos nosotros y lo sabemos. No desconozco el peligro. No lo busco. Pero tampoco lo rehuyo. Trato sencillamente de cumplir con mi deber.
Nuestro compromiso con el pueblo de Cuba quedo fijado en la Carta de México, que unió a la juventud en una conducta y una actuación. Pero las circunstancias necesarias para que la parte estudiantil realizara el papel a ella asignado no se dieron oportunamente, obligándonos a aplazar el cumplimiento de nuestro compromiso. Creemos que ha llegado el momento de cumplirlo. Confiamos en que la pureza de nuestra intención nos traiga el favor de Dios para lograr el imperio de la justicia en nuestra patria.
Si caemos, que nuestra sangre señale el camino de la libertad. Porque, tenga o no, nuestra acción el éxito que esperamos, la conmoción que originara nos hará adelantar la senda del triunfo.
Pero es la acción del pueblo la que será decisiva para alcanzarlo. Por eso este manifiesto que pudiera llegar a ser un testamento, exhorta al pueblo de Cuba a la resistencia cívica, al retraimiento de cuanto pudiera significar un apoyo a la dictadura que nos oprime, y a la ayuda eficaz de los que están sobre las armas para librarlo. Para ello es preciso mantener viva la fe en la lucha revolucionaria, aunque parezcamos todos sus lideres, ya que nunca faltaran hombres decididos, y capaces que ocupen nuestros puestos, pues como dijera el Apóstol, “cuando no hubiera hombres se levantarían las piedras para luchar por la libertad de nuestra Patria.”
A nuestros compañeros, los estudiantes de toda Cuba, le pedimos que se organicen, ya que ellos constituyen la vanguardia de nuestra lucha, y a las Fuerzas Armadas que recuerden que su misión es defender a la patria, no someter a hermanos, y que su puesto es el del Ejercito Mambí, que peleaba POR LA LIBERTAD DE CUBA, como terminan todos sus escritos.
¡VIVA CUBA LIBRE! José Antonio Echevarría La Habana, 13 de Marzo de 1957.
4- "Mi hermano Jose Antonio". (Una visión íntima de la vida de José Antonio Echeverría Bianchi)
Por Lucy Echeverría Rodríguez.
En el curso de los últimos 57 años, desde su muerte aquel fatídico 13 de marzo de 1957, la imagen y la historia de mi hermano José Antonio han sido interpretadas a la luz de acontecimientos políticos o tergiversadas por una tiranía que ha utilizado su memoria para objetivos totalmente contrarios a sus convicciones y sentimientos. José Antonio era un espíritu sublime y un idealista que recurrió a la lucha armada cuando se cerraron todas las puertas de una solución civilizada y pacífica a la tragedia desatada por la dictadura batistiana que destruyó nuestras instituciones políticas el 10 de marzo de 1952.
En una Cuba democrática José Antonio se habría dedicado a su profesión de arquitecto o habría sido profesor y quizás hasta sacerdote. Siguiendo la prédica martiana, se habría dado a la tarea de “crear hombres para fundar pueblos”. En ese sentido, puedo afirmar con toda tranquilidad, justicia y orgullo que mi hermano fue un héroe iluminado que, con su luz, trató de alumbrar el camino de nuestra patria hacia la libertad y la democracia.
Haciendo un esfuerzo supremo para dominar las emociones que me embargan me propongo presentar en estas breves líneas no al José Antonio patriota y líder estudiantil, dos virtudes que lo adornaron en demasía, sino al hijo amoroso, al hermano protector y al siervo de Cristo. El José Antonio que la revolución ha escondido para usurpar su nombre y poner su memoria al servicio de una tiranía oprobiosa.
Jose Antonio nació el 16 de julio de 1932, primer hijo del matrimonio formado por Conchita Bianchi Tristá y Antonio de Jesus Echeverria. Vió la luz en una casa de puerta gigantesca y estilo colonial, ubicada en la calle Jenes No. 242, entre Coronel Verdugo y Calzada, en la emblemática Ciudad de Cárdenas.
La ciudad escogida por el General Narciso López para hacer hondear por primera vez en suelo cubano la bandera de la estrella solitaria el 19 de mayo de 1850, y que en el futuro sería conocida como Ciudad Bandera. Era el mayor de cuatro hermanos seguido por Sinforiano, Alfredo y yo, la única niña en un hogar pletórico de amor y religiosidad.
Una casa donde mi mamá insistió en que los cuatro asistiésemos a colegios católicos y se sentaba a estudiar y hacer las tareas con todos nosotros todos los días. Donde el rezo del rosario, más que una obligación, era motivo de alegría y crecimiento espiritual. Esa vivencia religiosa dejó una huella indeleble en José Antonio que perduró hasta el mismo día de su muerte en que confesó y comulgo antes de ir a su cita con la inmortalidad. Por lo demás, era un muchacho robusto, muy risueño y con unas mejillas siempre sonrosadas que le ganaron el apelativo público de MANZANITA. Sin embargo, sus amigos íntimos en la Universidad de La Habana le decían invariablemente el GORDO.
Mi hermano nació y creció siempre con la verdad, y con un idealismo que lo acompañó hasta el final de sus breves días en la Tierra. Fue bendecido por Dios con un gran carisma y nunca dejo de ser niño. Con su perdón a los agravios supo estar siempre cerca de su Creador. Este es el Jose Antonio de la familia, de los amigos y de la vida. No es el Jose Antonio de la lucha armada que, para él, nunca fue una opción sino una necesidad para liberar a su patria de la opresión y lo demostró dando su vida a los pies de su querida Alma Mater a los 24 años de edad.
En 1950, Jose Antonio se graduó de Bachiller en el Instituto de Cárdenas y se traslada a la Habana para iniciar sus estudios de Arquitectura. Casi desde el principio su vida es catapultada al escenario público por su lucha contra la dictadura que llegó al poder por un golpe de estado seis meses después. Es elegido tres veces presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, forma parte de la gestión de la Sociedad de Amigos de la República y firma en México una declaración con el traidor que mas tarde se robó la revolución. Y en medio de esa frenética actividad, todavía encuentra tiempo para irse a Costa Rica a proteger la democracia encabezada por José Figueres frente a las amenazas totalitarias de Anastasio Somoza.
Su muerte dejó el camino abierto para que los enemigos de la libertad se apoderaran de nuestra Cuba, tiñó de dolor y luto a nuestra familia y destruyó las esperanzas de todos aquellos que vieron en mi hermano un abanderado de la justicia y de la democracia para nuestra patria. Quienes atesoramos su recuerdo y admiramos su entrega generosa a la causa de nuestra libertad nos hemos propuesto resaltar su ejemplo y mantener su legado con la creación de la Beca José Antonio Echeverría en la Universidad Internacional de la Florida. Para que su ejecutoria y la hermosa epopeya de su vida sirvan de inspiración y guía a las nuevas generaciones de cubanos que tendrán a su cargo la resurrección de la Cuba por la que han muerto y sufrido cárcel tantos millares de sus mejores hijos.
Para mas detalles sobre la vida de mi hermano los invito a que visiten esta página y si desean contribuir a la beca establecida en su nombre en la Universidad Internacional de la Florida, tengan la amabilidad de escribir cheques o money orders a nombre de José Antonio Echeverría Foundation, Inc. Favor de enviarlo a: José Antonio Echeverría Foundation, P.O. Box 940186, Miami, Fl. 33194-0186.
5- "Un héroe para todos los tiempos". Por Alfredo M. Cepero. alfredocepero@bellsouth.net
El próximo 13 de marzo, se conmemora el cincuenta y siete aniversario de la caída en combate del dirigente estudiantil José Antonio Echeverría Bianchi. Sus familiares, amigos y admiradores hemos organizado una velada en su memoria que tendrá lugar ese mismo día 13 a las siete de la noche en la Iglesia de Saint Brendan, en el area de Westchester, en Miami. Esa misma noche se anunciará la creación de la Beca José Antonio Echeverría en la Universidad Internacional de la Florida. Es, por lo tanto, oportuno que hagamos al menos un breve recorrido por su vida efímera en el tiempo pero tan llena de heroísmo y entrega a los mejores valores de nuestra nacionalidad que todavía sigue iluminando nuestro largo camino de regreso a la libertad y la democracia.
Casa donde nació Jose Antonio frente al parque en Cárdenas que hoy lleva su nombre.
José Antonio nació el 16 de julio de 1932 en una casa de puerta gigantesca y estilo colonial, ubicada en la calle Jenes No. 242, entre Coronel Verdugo y Calzada, en la emblemática Ciudad de Cárdenas. La ciudad escogida por el General Narciso López para hacer hondear por primera vez en suelo cubano la bandera de la estrella solitaria el 19 de mayo de 1850, y que en el futuro sería conocida como Ciudad Bandera. Sus padres, Antonio Echeverría González y Concepción Bianchi Tristá, católicos por devoción y práctica, inculcaron en el niño un alto sentido de compasión y justicia. De esa base creció el líder que, años más tarde, se rebelaría contra la dictadura que oprimía a su pueblo sin albergar sentimientos de rencor personal. Como nos dijo en una oportunidad su hermana Lucy: “José Antonio tenía adversarios pero no tenía enemigos”.
José Antonio aprendió las primeras letras en el Colegio Champagnat, de los Hermanos Maristas, y se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto de Segunda Enseñanza de Cárdenas. Fué un jóven alegre, locuaz y deportista, pero desde muy temprana edad mostró un gran compromiso con la defensa de la libertad y la justicia. Sin terminar la segunda enseñanza en el Instituto de Cárdenas, ya José Antonio se enfrentaba al entonces ministro de educación que trataba de implantar una política represiva contra los estudiantes. En 1950 se matricula en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Habana y en su primer año es elegido delegado de su curso. A partir de ese momento comenzó su breve pero fructífera labor no sólo como arquitecto de profesión sino como Arquitecto de la Esperanza y de la Libertad para muchas generaciones de cubanos.
José Antonio hablando en el local de la FEU rodeado por José Puente Blanco, Fructuoso Rodríguez, Juan Nuiry, René Anillo, Pepe Vazquez y otros.
En 1954 ocupó por primera vez la presidencia de la Federación Estudiantil Universitaria, a cuyo cargo fué reelegido en otras dos ocasiones. Ante el aumento de la represión del gobierno contra los dirigentes estudiantiles y sindicales, José Antonio funda con otros compañeros el Directorio Revolucionario en noviembre de 1955, del cual sería electo por unanimidad su Secretario General. Ocupó durante ese tiempo cargos de importancia en el movimiento estudiantil internacional y expuso ante foros estudiantiles en Ceilán y Chile la lucha del pueblo de Cuba por su libertad.
En 1956 firma en México como representante de la Federación Estudiantil Universitaria un acuerdo con Fidel Castro para unir fuerzas en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Dicho acuerdo es conocido como Carta de México. Sin embargo, José Antonio no se hacía ilusiones. Estaba consciente de los designios totalitarios del futuro tirano. Pero también sabía que nada podría hacer para impedir la invasión que ya Castro preparaba para fines de ese año y albergaba la esperanza de que el pueblo de Cuba supiera elegir gobernantes una vez derrocada la dictadura. Por desgracia, y para suerte del tirano, José Antonio fué abatido a balazos el 13 de marzo de 1957 quedando el camino abierto para esta pesadilla de 48 años. Los sobrevivientes sólo podemos especular cual habría sido el rumbo de la revolución cubana si José Antonio hubiera sobrevivido. Pero con especulaciones o sin ellas tenemos un compromiso sagrado: Luchar por la Cuba democrática, soberana, libre y justa por la que ofrendó su vida aquel jóven puro, idealista y generoso a quién aún le faltaban cuatro meses para cumplir los 25 años. Un joven, cuyo ejemplo de patriotismo y entrega lo convierten en un héroe para todos los tiempos.
6- "Canto a José Antonio Echeverría". Por Alfredo M. Cepero. alfredocepero@bellsouth.net
Poema escrito para el acto en conmemoración del 50 aniversario de su caída en combate, el 13 de marzo de 1957.
Había una vez un joven que soñaba despierto
con una patria justa y un pueblo sin dueño.
Y era tan intenso y grandioso su sueño
que no ha sido alterado por la muerte ni el tiempo.
Al contrario, a cincuenta años de distancia y silencio
su grito libertario cabalga sobre el viento.
Su palabra es mensaje, su conducta es ejemplo
para un pueblo que busca angustiado el regreso.
Por eso en esta noche de presencia y recuerdo
no es permitido el llanto, ni el dolor, ni el lamento.
Porque, para nosotros, José Antonio no ha muerto
mientras haya un cubano que lo lleve en su pecho.
Mientras en la patria de nuestros anhelos
la libertad se pague en mártires y presos;
el odio sea consigna, el terror ande suelto
y el hambre el compañero de niños y de viejos.
José Antonio es entonces el eterno guerrero
para todos los hombres y todos los tiempos,
contra todo tirano que le oprima a su pueblo
en la Cuba de antes y en la de este momento.
Y nosotros, somos todos su ejército
de ideal y esperanza, más ardientes que el fuego.
Y con e1 caminamos en dimensión de ascenso
hacia la cumbre mística de su pensamiento;
donde nadie se sienta con poder o derecho
a que sus ambiciones puedan ser privilegios.
Porque éste Capitán de nuestro empeño
ya está libre de pasiones y desvelos;
y sólo aspira a que en Cuba y en los Cielos
reinen amor y perdón sin paralelos.
José Antonio, hermano, compatriota y compañero
en esta noche de recuerdo y juramento,
te juramos que no descansaremos
hasta que el sacrificio heróico de los muertos,
NO haya encontrado razón para el sosiego
en la realidad maravillosa de tu sueño.
Miami, Florida, 2007.
alfredocepero@bellsouth.net
Publicado originalmente enla excelente página web [La Nueva Nación]. |