Sobre Méjico y la cultura norteña que ha llegado a Cuba. Por Alberto Gutiérrez Barbero.
Aunque prefiero no escribir sobre Méjico ni tampoco me interesa lo que se llama la cultura norteña, recientemente leí en Cubanet "Los narco corridos del barrio de El Calvario" por el Sr Luis Cino Alvarez. No obstante luego de revisar con más detenimiento en Cuba Democracia y Vida.org "La cultura norteña llega a Cuba" por el Sr E. A. González, decidí manifestar que lamento esa arribada a mi patria. Primero aclaro que siempre escribo Méjico. No desconozco el porqué desde hace años México es lo acostumbrado en lugar de Méjico, pero sin ser experto en lingüistica me baso en la pronunciación de la J y la X en el idioma castellano a pesar de los tropiezos con Xavier, Ximena y posiblemente otros nombres propios. Los mejicanos han cambiado nombres como Xalapa por Jalapa, mientras que Xochimilco es correctamente pronunciado. Ninguno dice Jochimilco y entre otras cosas cuando se bañan usan jabón, no xabón. Recuerdo que cuando yo era niño en Cuba se recibía muy bien la música tradicional, películas, artistas, etc. de Méjico. Curiosamente en ese país, a 210 kilómetros del pinareño Cabo San Antonio, desde principios del siglo XX el danzón cubano, una variación de la contradanza, era muy bailado. Al pasar algunas décadas varias rumberas cubanas allá tuvieron un gran arraigo y también se popularizó el mambo. Entonces Agustín Lara y José Alfredo Jiménez eran dos famosos compositores musicales mejicanos, pero por aquello de la brevedad solamente de Cuba menciono a Ernesto Lecuona puesto que fueron muchos los cubanos que compusieron excelente música.
Después, durante mi adolescencia, influenciado por varios factores y particularmente "Bohemia" -la revista cubana que en 1959 me decepcionaría por abrirle los brazos al castrismo de una manera muy servil- yo pensaba favorablemente sobre todas las "hermanas" repúblicas de América Latina. Sin embargo como la realidad se conoce mejor en momentos de crisis, desde que comenzó la década de los sesenta sentí un rechazo por los mejicanos. El mismo rechazo que poco a poco pasó a ser mi tremenda aversión hacia toda la región latinoamericana, al observar desde el Río Bravo hasta la Patagonia una desmedida indiferencia que aún perdura ante la tragedia de Cuba. Igualmente, al considerar la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra del Pacífico y el resto de la turbulenta historia latinoamericana desde el siglo XIX, concluí que el panamericanismo era una farsa. De todas maneras mi repulsión por la connivencia y la perversa simpatía regional hacia la tiranía castrista no me impide reconocer la majestuosidad de las cataratas en Iguazú, lo singular de Machu Picchu, lo espectacular de las Torres del Paine, etc. En cuestión de poco tiempo parte de la canallezca labor del tirano cubano fue el comienzo de la descubanización afirmando entre otras cosas que Cuba era ¡pobre!, mientras su cruel vesania y "omnisciencia" aplaudidas a más no poder por las envilecidas masas cubanas conducían al país hacia el abismo. Allá sin haber una definitiva rusificación, se copió bastante bajo la influencia de la Unión Soviética. Por ejemplo al compás de "Somos socialistas, pa'lante y pa'lante" y la terrible carne rusa enlatada comenzó un trágico internacionalismo. Tampoco he olvidado que prácticamente enteras generaciones cubanas las "bendijeron" sus padres con nombres absurdos y estrafalarios que comenzaban con la Y- i griega o ye -algo que no era de extrañar puesto que ya ellos andaban al garete. Sin siquiera incluir "la mordida" institucionalizada en todo Méjico, la cultura norteña es una basura del norte mejicano también visible en algunos estados del oeste norteamericano por varias razones. Repito sin ambages que es una basura porque he conocido muy bien a muchos norteños mejicanos que alegan ser muy "machos", no vacilan al golpear a sus mujeres y hasta bailan la quebradita. Como yo lo veo su música, su argot y otras formas de su expresión son simplemente algo deplorable. De hecho la cubanía que conocí ya no es significante y no se menciona, repudio lo norteño que se dice ha llegado al suelo cubano y en mis soliloquios no dejo de expresar "¡Oh Cuba! ¡En verdad hoy si estás muy empobrecida física y espiritualmente!" Cordialmente, albertogutierrezbarbero@comcast.net
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