Cienfuegos: El Gobierno sigue retirando tierras entregadas en usufructo Por Héctor Reyes Diario de Cuba 8 de junio de 2015
Campesinos se quejan de que esto ocurre sin que hayan finalizado los contratos y justo cuando las parcelas empezaban a dar frutos.
Esta historia tiene una primera parte en marzo, en Cartagena, Cienfuegos. Entonces, campesinos de la zona dijeron que el delegado de la Agricultura les dio un ultimátum para que entregasen sus tierras en un plazo de 15 días.
Ese mismo mes, productores de Rodas denunciaron haber sido obligados a vender su ganado y devolver las tierras al Gobierno.
La situación se ha extendido a otros territorios de la provincia. En Arriete, Ciego Montero, a los hermanos Roque y Alexandre Tejera Pérez, dedicados a la cría de ganado, les fueron allanadas cuatro caballerías de potreros hace dos meses.
Arriete, Ciego Montero pertenece al municipio de Palmira. Es conocido por la embotelladora de Agua Mineral Ciego Montero S.A.
Ya los hermanos Tejera Pérez no poseen la tierra, pero la utilizarán hasta que lleguen los buldócer a tumbar todo el palo vivo y los miles de metros de alambre de púas comprados al propio Gobierno a un precio de 600 CUP el rollo de 24 cordeles.
"Yo no estoy de acuerdo —dice Roque— con que el Estado, teniendo tierras libres, perdidas de marabú, venga antojarse de la mía y de la de otros vecinos que están criando ganado y aportando leche al Gobierno y son cumplidores".
"Nosotros nos acogimos al decreto-ley 259, que luego fue el 300 (de entrega de parcelas en usufructo), y ahora el Gobierno recoge la tierra. Tenemos los contratos legales y los certificados, y ya hicimos la labor de desbroce de maleza y acondicionamiento del terreno", añade.
"Crear una línea de ganado de leche no se logra en días, al cabo de cuatro o cinco años es que empiezan a verse resultados. Por ejemplo, uno compra una ternera y a los tres años esta puede parir y dar leche. Ahora, empiezo a ver resultados de mi inversión y me quitan la tierra", se queja.
Otros están en las mismas condiciones. Entre ellos la familia conocida como los Macalungas y la de Hugo Herrera, que recibieron el ultimátum y debieron rubricar un "acuerdo".
Según explican, el contrato que tenían era de diez años y adjuntaba un certifico de cinco para casos de cambios por ambas partes. Los productores se quejan de que deberán entregar las tierras tras la labor, cuando ya empezaban a ver frutos de su trabajo y mucho antes del plazo fijado.
Según campesinos del noroeste cienfueguero, la razón de que se les obligue a entregar las tierras son los centrales Elpidio Gómez y el 5 de septiembre, enclavados en la zona, para los cuales el Gobierno firmó un contrato de administración en enero de 2013 con el gigante brasileño Odebrecht.
Los terrenos serían utilizados para sembrar la caña, más de una década después de que el Gobierno cerrara centrales, despidiera trabajadores y disminuyera los espacios destinados a ese cultivo durante la llamada "reestructuración" de 2002.
"Ahora quieren más caña pero ¿será un plan económico real, o un cambalache de altura?" cuestiona Roque Tejera.
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