Activistas cubanos analizan en México los desafíos del acercamiento Washington-La Habana Por Boris González Arenas Diario de Cuba 20 de junio de 2015
Un capítulo urgente es el empoderamiento de la sociedad civil cubana en aras de demandar mayor libertad política y económica, han coincidido los participantes.
Bajo los auspicios de la Fundación Konrad Adenauer y la Organización Demócrata Cristiana de América, se reúnen en México organizaciones políticas y activistas cubanos, residentes en la Isla y en el exilio, para valorar la significación del acuerdo entre La Habana y Washington para restablecer relaciones diplomáticas.
Bajo el rótulo "Caminos para una Cuba democrática", los participantes analizan además las consecuencias para la agenda política del Estado cubano y de la oposición, y los desafíos que para la democracia en Cuba presenta el nuevo escenario.
Asimismo, la construcción de la oposición, el sistema electoral cubano y el fortalecimiento de la sociedad civil.
En el primer día de reunión, participantes de la Isla y el exilio coincidieron en que el acercamiento diplomático anunciado el pasado 17 de diciembre ha renovado el panorama político cubano.
Los asistentes se han referido a la necesidad de trabajar juntos, respetando la diversidad e independencia de los actores políticos, para construir una nación fundada sobre bases democráticas y cívicas que aparecen hoy como la única solución al deterioro económico, moral y demográfico de nuestro país.
El otro punto observado se refiere a que el acercamiento diplomático ha dejado en evidencia que el capítulo pendiente y urgente es el empoderamiento de la sociedad civil cubana en aras de demandar una mayor libertad política y económica que le permita superar el distanciamiento verificado hoy entre el Estado cubano y el ciudadano.
Para Guillermo Fariñas, como para otros asistentes, el acercamiento diplomático anunciado el pasado 17 de diciembre es un hecho y, más allá de la opinión que merezca el modo como se ha producido, es necesario coincidir en el activismo político y en el respeto de los métodos de lucha pacífica adoptados por las distintas organizaciones.
Eduardo Cardet, coordinador general del Movimiento Cristiano Liberación, consideró que el sobredimensionamiento del diferendo entre La Habana y Washington es el factor que ha permitido el ocultamiento del problema fundamental, que es la existencia de un régimen totalitario dentro de la Isla.
Cardet afirmó además que comprender los problemas esenciales del ciudadano, es fundamental para la oposición.
La preocupación de Elena Larrinaga, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, radica en que la apertura del Gobierno cubano al diálogo no ha contemplado algo primordial, el diálogo con la nación después de décadas de fractura.
La abogada independiente Laritza Diversent, coordinadora nacional de Cubalex, considera que en la restauración democrática de cualquier país que ha sufrido una dictadura, no puede faltar el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas y su reparación moral.
Algunos de los presentes, entre ellos Marifeli Pérez-Stable, Siro del Castillo y Dagoberto Valdés, enfatizaron la necesidad de que la Iglesia Católica cubana, en razón del papel jugado por el papa Francisco en el acercamiento diplomático del pasado diciembre y su próxima visita a Cuba, asuma un papel más activo, menos político y más de facilitación en ese diálogo que aparece hoy como esencial.
Rolando Rodríguez Lobaina, director de Palenque visión y coordinador de la Alianza Democrática Oriental, con sede en Guantánamo, consideró que hay personas cuyos criterios aparecen como mayoritarios por su amplia visibilidad, quedando en desventaja activistas más apartados, ya sea de las principales ciudades, como de los proyectos más difundidos. Por ello llamó a una mayor consideración de ese sector del activismo y la oposición política, desde el momento que lo prioritario es el proyecto de la nación.
_______________________
|