Respondo a las declaraciones de Monseñor Pietro Pasolin Secretario de Estado Vaticano en su petición prioritaria de levantamiento de las regulaciones comerciales vigentes Cuba USA y otra condición. Es de lamentar cuando la conciencia y militancia católica obliga a discrepar de altas autoridades vaticanas de las que regularmente recibimos mensajes positivos y esperanzadores. No ha sido así el caso con motivo de la coincidencia con elementos nada afines a la fe y creencias espirituales quienes, obedientes a sus intereses personales, invierten cifras millonarias y farragosos cabildeos en la conocida campaña originada por el gobierno cubano y resumida en el levantamiento de las actuales relaciones comerciales USA CUBA, llámesele como se desee. Se trata de obtener ventajas comerciales en un mercado emergente hoy estancado debido al sistema marxistaleninista imperante en la isla caribeña. Ampliar el mercado cubano al campo capitalista con sede en USA significa ganancias jugosas que poderosos intereses no están dispuestos a posponer ni un minuto más y no repararán en medios o ultrajes si necesario fuere, para alcanzarlas a corto o mediano plazo. Actualmente USA se ve en franca desventaja frente a competidores europeos, latinoamericanos, asiáticos que, por no verse sujetos a las referidas regulaciones, se desenvuelven con menos limitaciones a la hora de las transacciones bilaterales con La Habana. Esta desventaja ha sido protestada, sostenidamente, por los citados hombres de empresa, políticos, financieros de habla inglesa de diversa naturaleza y procedencia quienes, unidos a las llamadas corrientes liberales (donde figuran aborteros, matrimonios entre personas del mismo sexo, faranduleros, en buena medida de militancia atea y antirreligiosa.) Y que coinciden en la vieja política favorable a las dictaduras de la llamada izquierda latinoamericanas cual signo de humanidad, progreso, los pobres, etc. Contubernio fortalecido sólidamente por las grandes agencias noticiosas CNN y AP con frecuencia alineadas en toda causa divergente a los principios de la civilización occidental y de hecho la democracia, derechos humanos, y no raras veces objetores del cristianismo, espiritualidad y el estado de Israel. Como apéndice advenedizo, como extraído al teatro del absurdo se adjunta a dicha corriente un puñadito de cubanos exilados que complementan la pléyade protagonista de esta tendencia calificada progresista, de izquierda, etc. He ahí el tinglado originario que sitúa la susodicha consigna, de contenido esencialmente mercantil, (llámesele cómo se prefiera) por encima de los derechos humanos, la libertad y la democracia para el pueblo cubano. Petición en contrario que un grupo disidente le acaba de formular a Monseñor Pasolín y cuya injusta e incierta respuesta motiva nuestra preocupación más consciente y responsable. No es cierto y extraña escuchar afirmación tan infundada, estrecha, y descategorizadora en boca del secretario de Estado Vaticano. En puridad los valores de la cultura, morales y del espíritu ocupan la cima del diferendo, el corazón mismo de la oposición pacífica cubana; ya que los disidentes, Damas de Blanco, sindicalistas independientes, periodistas, amas de casa, religiosos de toda denominación, exilados, etc. Objetamos una dictadura marxistaleninista que niega aquellos principios y doctrinas reduciendo al hombre a mera tuerca de un engranaje estatal insensible, sin esperanza alguna para esta vida y niega la futura. Es de rogarse que no se pasen por alto aquellos postulados que esperábamos se apoyaran desde la alta magistratura de la Santa Sede y que inexplicablemente vemos ignorados ante puras codificaciones legales. Opuestamente, el alma, ideales bellos, justicia, la reconciliación nacional piorizan las demandas materiales conforme tanto al Evangelio como a los postulados martianos. Lo contrario obedece a categorías dialécticas del marxismo insólitas en boca de altos prelados eclesiales. El ruego de informes más exactos al respecto obedece, urgentemente, al deber de preservar prestigios y respetabilidades que, nos son muy caras, y a fin de superar tan desconcertante desacierto junto a su nefasto vacío diplomático y desorientadores efectos en la opinión pública mundial. Desconozco sus razones y no me incumbe escarbarlas, los factores que contradicen el hábito y cargo son patentes en las miras de cualquier criterio sensato e imparcial. Estas declaraciones colocan a todo alto funcionario cristiano hombro con hombro junto a fuerzas por lo menos lejanas e insensibles a las exigencias más legítimas del ciudadano de a pie cualquiera que sea su ideología o nacionalidad. Que tales intereses materialistas en busca de nuestro mercado se alíen a los comunistas, gobiernos inescrupulosos, despistados internacionales, o pobres diablos como el cardenal Jaime Ortega Alamino no es de extrañar. A todo pesar, el caso revierte enorme responsabilidad moral y religiosa y no es de nuestro interés juzgarlo: ""tal como midiéreis seréis medido."" o ""doctores tiene la Iglesia que os sabrán contestar."" Punto y aparte. Monseñor Pasolin en su esquiva respuesta a disidentes pacíficos insinúa que las actuales regulaciones comerciales Cuba Usa ocasionan las estrecheces padecidas por nuestro pueblo: es muy posible que su señoría no ha haya tenido tiempo para meditarlo, quizás no le informaron debidamente; las fuentes no fueron fidedignas: una u otra cosa lo engañaron.
Es de suma urgencia revisar pues las fuentes.
Lejos de ello la situacIón de penuria, miseria y parálisis económica nacional iniciada en !959 y vigente en nuestra isla se debe al sistema marxista leninista que desde aquella fecha se impuso al pueblo por la fuerza de las armas. Cuba como república socialista no es en sus esencias dogmáticas diferente a Corea del Norte o Venezuela actuales; o la URSS, China, Polonia, Bulgaria, Rumanía, etc, antes de 1989. El sistema comunista en pleno se desmanteló a consecuencia de sus cimientos utópicos e irrealizables probados en la experiencia dolorosa a partir de 1918 bajo Lenin, consolidado por Stalin, divulgada en Latinoamérica por Ernesto Che Guevara y reafirmada en nuestros días por Fidel Castro Ruz y Nicolás Maduro. Si Cuba subsiste hoy bajo tal yugo reaccionario obedece a la cruel, científica, pormenorizada represión dirigida por Fidel Castro Ruz, Seguridad del Estado, la indiferencia del mundo actual y culpabilidad de las grandes agencias cablegráficas CNN y AP que ocultan al mundo los desmanes y excesos de la dictadura caribeña.
Conjuntamente el régimen habanero puede obtener los productos necesarios en cualquier mercado: Se le vende lo que desee: Japón, Gran Bretaña, Italia, España, (Rusia, Venezuela, o Brasil hasta ayer, con privilegios o meras dádivas, petróleo por ejemplo). Sin implicar burla o irrespeto alguno paso a citar: los jamones españoles superan ampliamente a las hamburguesas de MacDonald, el Toyota japonés sobrepasa al Ford yankee, no hay mejor caviar que el ruso, ni bacalao comparable al noruego, En renglones de quesos, mantequilla, productos lácteos en general y repostería la más exquisita del mundo Suiza, Holanda y Francia compiten ventajosamente en calidad y precios con la más selecta producción de Wisconsin, Florida o Michigan.
No deseo extenderme en ejemplos que ponen en jaque esa insistencia internacional en el consumo de productos norteamericanos. Hemos de concederle espacio paralelo a los ofertantes de toda nacionalidad, en la variedad está el gusto, y al abrigo de la libre competencia el comprador siempre optará por los precios más reducidos y condiciones más favorables. Por otro lado, desde que en Cuba escasea el azúcar ésta se viene comprando en Santo Domingo, a escondidas por supuesto.
Ahora virando el rostro, pregunto: acaso la malanga, las papas, el boniato, la calabaza, o el dulce de guayaba tan raros en el mercado socialista cubano antes se importaban de Estados Unidos de Norteamérica, y de qué estado, por favor. deseo orientarme. A fuer de sincero, me veo obligado a añadir recientes adquisiciones y por cierto costosas, por parte del estado cubano. Cito la cohetería de tierra aire acabada de ordenar al estado ruso y que salvo se me demuestre lo contrario, no creo que el señor Vladimir Putin entregue gratuitamente a su colega caribeño. Luego entonces ahora hay dinero para comprar cohetes tierra aire, pero no para pan, leche, medicamentos, zapatos, o materiales de construccIón.
Ruego no verme forzado a proseguir exhibiendo evidencias de la dolorosa y triste condición de meros agentes comerciales a que los incalificables mercaderes de habla inglesa están arrastrando a todo lo sacrosanto y venerable que tan alto dignatario representa y yo creo firmemente desde mi pila bautismal en Cárdenas Ciudad bandera 1932. Esto por absurdo e insólito parece difícil de digerir. Tal vez sea mejor no alcanzar tanto con mirada de águila. Suplico al Altísimo que las anteriores evidencias y contrastes contribuyan a despertar conciencias seguramente dormidas y no alerta ante la burda instrumentalización de que resultan al instante víctimas. A nombre de mi fe protesto enérgicamente por semejante afrenta e irreverencia. . Cegueras o desinformaciones no son perspectivas adecuadas para quienes sentimos profundo y amamos nuestros principios culturales, religiosos y patria.
. Pero no es menos cierto que el desprecio hacia dichos fundamentos ronda en proporciones insolentes por parte de los elementos antes nombrados; los ciega como todo poder y a veces ciega a quienes a ellos se asocian y vuelven el ojo en dirección incorrecta.
Personalmente opino que el error piramidal se cometió al precipitar un viaje papal USACUBA con sus profundas implicaciones de todo tipo, sin detenerse previsoramente en busca de criterios y orientaciones más objetivas o alternas tanto en Cuba a través de la Nunciatura Apostólica, o tal vez en Miami, como hiciera San Juan Pablo II en 1998, y que debió ser sopesado con cuidado sumo y mayor suspicacia ante la premura y ansiedades de personas y entidades cuyas miras exclusivamente pecuniarias, se alojan muy lejos de los altos objetivos vaticanos. La prudencia y la reflexión han sido virtudes y quehacer permanente de la iglesia católica, apostólica y romana desde los tiempos de Pedro y Pablo, Juan y María. Sin embargo, tal vez estos sean sus días de calamitosa excepción.
La labor apostólica del papa Francisco en este viaje a Cuba queda fuera de contexto. Èsa pertenece al acervo divino y Dios lo premiará con el ciento por uno. Dios es el único que sabe sacar bien del mal; aunque con Dios no se juega. Por tanto sólo nos resta orar por los dones y beneficios espirituales que incontables almas en todo el planeta han de recibir en las horas al corriente.
Lamentando verme obligado a tragar el amargor del acíbar subrepticio en este caso, No obstante obedezco a un deber moral e ideológico. sinceramente consternado por sus pronunciamientos:
José Vilasuso Rivero
poetamedioloco@yahoo.com
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