El Senado aparta a Dilma Rousseff de la Presidencia para someterla a un juicio político Diario de Cuba -Agencias 12 de Mayo de 2016
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha sido suspendida de su cargo este jueves por el Senado para someterla a un juicio político por maquillaje de las cuentas públicas, reporta la AFP.
Un total de 55 senadores de un pleno de 81 votaron a favor del juicio político y 22 en contra de juzgar a la mandataria y apartarla del poder durante 180 días, por maquillar el presupuesto para que el rendimiento económico pareciera mejor de lo que era, de cara a su reelección en 2014.
La salida de Rousseff marca el fin a los más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder del gigante sudamericano.
Una vez suspendida, Rousseff, la exguerrillera izquierdista de 68 años que en 2011 asumió como la primera presidenta de Brasil, es reemplazada por su vicepresidente Michel Temer, de 75 años.
La presidenta se va del cargo con un 10% de popularidad, en medio de una grave recesión económica y un escándalo de corrupción que ha manchado a buena parte de la elite del poder en Brasilia. Y se quedará sin inaugurar los Juegos Olímpicos que se celebran en agosto en Rio de Janeiro.
"Es desproporcionado, es como si quisiéramos penalizar con pena de muerte una infracción de tránsito", dijo Gleisi Hoffmann, exjefa de gabinete de Rousseff y miembro del PT.
"El 'impeachment' es un remedio amargo, pero necesario" frente a la baja popularidad de Rousseff (10%), el aumento del desempleo y la caída de la producción, dijo durante la sesión el senador opositor José Serra (PSDB), posible ministro de Exteriores del nuevo gobierno de Temer. "El 'impeachment' no es una medida de excepción, es una solución constitucional", precisó.
Como si de un gran partido de fútbol se tratara, los brasileños siguieron la extensa sesión desde sus hogares o en los bares, pero pocas personas salieron a las calles, contrariamente a las multitudinarias protestas del último año.
Ha llegado el día de gloria para Temer, del partido de centroderecha PMDB, quien fue hasta hace poco el número dos y escudero de Rousseff. Durante un tiempo su aliado, y ahora uno de sus principales enemigos.
Tanto esperaba este momento, que hace unos días divulgó accidentalmente un audio con el discurso que dirigiría a la nación en caso de que la mandataria fuera destituida.
Los mercados apuestan por que Temer pueda cambiar el rumbo de la economía del país. Pero el vicepresidente brasileño tiene una popularidad bajísima y enfrenta enormes desafíos, casi los mismos que hundieron a Rousseff.
La destitución definitiva de la presidenta requiere de dos tercios de los votos del Senado (54 de un total de 81 miembros). Si no se llegara a aprobar, Rousseff retomaría sus funciones, pero esto parece poco probable.
A partir de este jueves, Rousseff dejará el Palacio del Planalto (sede del Gobierno) y se dirigirá al Palacio de Alvorada, la residencia oficial, desde donde preparará su defensa.
Increíble destino para esta mujer reelegida en octubre de 2014 por cuatro años, que llegó a tener 77% de popularidad al comienzo de su primer mandato, impulsada por programas sociales que sacaron a millones de personas de la pobreza.
Gran parte de su desgaste se debe también al megafraude descubierto hace dos años en la estatal Petrobras, que tiene en la mira a decenas de políticos de su PT y a aliados, así como a poderosos empresarios.
La mandataria no es blanco de ninguna investigación o acusación por corrupción. Tanto socios como rivales, muchos de ellos legisladores en funciones que votaron su juicio, son indagados o acusados en este inmenso escándalo que robó a Petrobras más de 2.000 millones de dólares.
Rousseff acusa a Temer de orquestar un "golpe moderno" en su contra y aduce que gobernantes de la oposición que la precedieron practicaban las mismas maniobras fiscales de las que se le acusa. Ha prometido una y otra vez que luchará hasta el final, pero está políticamente cada vez más aislada.
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