El Congreso Campesino en el Escambray Por Roger Redondo publicado por Félix José Hernández
Fidel Castro firma la ley de Reforma Agraria.
París, 9 de mayo de 2016.
Mi querida Ofelia:
Te hago llegar hoy la segunda parte de las declaraciones del ex guerrillero del Escambray Roger Redondo, resultado de una de las numerosas conversaciones que tuve el placer de mantener con él, en esas tres semanas de vacaciones que acabo de pasar en América. Su tema es muy interesante. He aprendido mucho sobre la historia contemporánea de nuestra Patria, gracias a él y a otros de sus compañeros de lucha por la Libertad de Cuba.
“En la provincia de Las Villas, se cultiva el café en una proporción muy alta y esa producción estaba controlada por aldeanos gallegos inmigrantes de origen modesto. Otro renglón económico importante era el tabaco, obra de inmigrantes canarios y sus descendientes. Esta característica de la producción tabacalera no se advertía solamente en Las Villas sino que se extendía también a la provincia de Pinar del Río.
Aclaro ésto porque el tema que voy a tratar es el problema agrario y el Congreso Campesino. Es importante comprender que antes del triunfo de la insurrección en Cuba, se trató de aplicar una reforma agraria, estilo soviético, a la que tanto el Movimiento 26 de Julio como el Segundo Frente del Escambray, se opusieron con firmeza.
Desde el mes de enero de 1959, ya desde los primeros días del triunfo insurreccional, llegaban desde el Escambray grupos de campesinos a la casa de Eloy Gutiérrez Menoyo, quejándose de que el dirigente comunista Ovidio Díaz les quería pagar la mitad de lo que les pagaban los dueños de los secaderos y molinos de café. Lo que significaba un paso atrás desde el punto de vista humanista revolucionario, ya que las reformas en el campo se suponía que beneficiaran al campesino y no lo contrario.
En octubre de 1958, llegó hasta nosotros en el Escambray, la noticia de la Reforma Agraria, la ley número tres del Ejército Rebelde, por la única vía que teníamos para enterarnos, la misma que tenía todo el pueblo de Cuba: la Radio Rebelde de la Sierra Maestra. Cosa inexplicable, que a más de un año de tener nosotros el control de un territorio considerable, ya liberado, la comunicación, entre el Escambray y la Sierra Maestra fuera totalmente inexistente, y cuando venía algún emisario, era del P.S.P. o de la delegación de Santa Clara. Así sucedía con Diego Paneque, Guillermo Rodríguez, (alias gallo ronco) y Ovidio Díaz Rodríguez, también del P.S.P. Esa incomunicación era importante, a partir de las diferencias que existían entre el P.S.P. y el mando de la Sierra Maestra, y aún entre los del M-26-7 y el P.S.P. de manera general, lo cual producía confusiones y sospechas inevitables.
En aquella época, contábamos con una emisora de radio llamada, Los 6-B-F (Los Seis Barbudos Feroces), con una cobertura limitada. Esta vía hubiera podido servir para establecer algún tipo de comunicación con el mando de la Sierra Maestra, pero esa jefatura oriental parece que tampoco tenía mucho interés en dicho contacto. Nunca nos mandaron un comunicado por Radio Rebelde dirigido en ese sentido. Casi al mismo tiempo apareció en el Escambray la Columna N°. 8 Ciro Redondo, al mando del Ché Guevara. Nadie nos había informado de su arribo, ni de ningún tipo de cooperación o de ayuda. ¿Cómo era posible?
De cualquier manera, había evidentemente dos versiones para solucionar el problema campesino cubano, una: la Reforma Agraria de la Sierra Maestra, firmada por Fidel Castro y el comandante Sorí Marín y la otra, la copia de la Reforma Agraria estalinista que tenía como objetivo la estatización absoluta de las tierras y que veía en el campesino un factor capitalista que ponía en riesgo al socialismo. El Segundo Frente, por supuesto, siempre se opuso a apoyar esta última propuesta del P.S.P. (Partido Comunista de Cuba), mientras que la primera, la prometida por el M-26-7, era la que todos apoyábamos.
Es importante, desde el punto de vista histórico, comprender estas dos posiciones para comprender lo que pasó después cuando triunfó la tesis estalinista. En el Escambray se aplicó más tarde una Reforma Agraria especial, dirigida por el comandante Félix Torres, militante del P.S.P. En 1959, desde el principio, por ser algo especial, ironías del lenguaje, algunos pensaron que sería mejor para los campesinos que laboraban la tierra. Pero esta Reforma Agraria especial no era otra cosa que estatización, por lo cual los campesinos tenían que vender el café y demás productos agrícolas a un organismo controlado por el gobierno. Este organismo, que se llamaba Acopio, les ofrecía pagar sólo la mitad de lo que ya les pagaban los terratenientes de la región. Es decir, la tesis comunista era explotar aún más, por decirlo de alguna manera, al campesino que según ellos, ya estaba siendo explotado.
Tampoco les ofrecían tierras propias a casi ningún vecino del Escambray, aunque hubo algunas excepciones. La mayoría de los combatientes del Escambray consideraban -y la historia se encargó de darles razón-, que estas medidas copiadas de los soviéticos eran contrarrevolucionarias. Es fácil entender por qué esa población se opuso a esa medida del gobierno y no comprendía por qué lo poco que tenían lo perdían. Los campesinos del Escambray habían obtenido sus tierras gracias al trabajo de muchas generaciones y les costó mucho trabajo y sacrificio lograrlo, para que ahora se las quitaran. Por supuesto, se habían hecho muchas promesas por nuestra parte, los combatientes del Escambray, a los campesinos de aquella región. Las promesas eran para mejorar sus condiciones, proporcionarles libertad para que pudieran crear riquezas así como caminos, hospitales y luz eléctrica.
Pero resultó, que el Segundo Frente, no tenía al triunfo de la revolución, ningún poder político. Por lo tanto se acordó con el gobierno revolucionario efectuar un Congreso Campesino, para que los campesinos trataran en directo sus quejas con los que tenían el poder.
Es necesario exponer cuál era la historia social en la región del Escambray, para poder tener una idea de la situación de la población campesina de toda esa región, que variaba de una zona a otra. Por ejemplo una familia como la de los Castaño, fundada por un gallego emprendedor, el cual fue uno de las primeros en llegar a Cuba desde Galicia. Nicolás Castaño era analfabeto, sin embargo fue el primero que acaparó las tierras en las lomas del Escambray por la zona de Cumanayagua. En esa época esas tierras no tenían ningún valor, nadie las quería ni aunque se las regalaran. Si alguien las cercaba aunque fuera con un sólo alambre, y las reclamaba, se las cedían. El señor Castaño cercó todo lo que pudo, porque él sabía que en España a nadie le regalaban tierra, aunque estuviera en las regiones más intricadas.
Nicolás Castaño, empezó a escribir cartas a los conocidos suyos que habían quedado en su aldea. Por aquellos tiempos, había mucha pobreza en España y Castaño los invitaba a ir a Cuba. El gallego les prometía trabajo y una vida mejor a sus compatriotas. Castaño construyó un secadero de café y un tostadero en un lugar conocido como El Nicho. Además a sus paisanos, según llegaban de Galicia, les daba 5 caballerías de tierra. Cada caballería equivale a 13 hectáreas de tierras, una caballería para sembrar y tener un par de vacas, el resto para sembrar café, pero la tierra tenía que seguir siendo propiedad de Castaño. En esas tierras se sembró una variedad de café que es distinta a la de América Central y del Sur. Este café se sembraba a la sombra de los grandes árboles, y al contrario de las otras variedades, que dan el fruto a los 12 meses, esta de Cuba comienza a producir a los 5 años y, durante ese lustro, Castaño abastecía de alimentos y herramientas a sus campesinos, que eran sus socios en esta empresa agrícola por él fundada. Castaño llevaba la contabilidad de los gastos de su empresa minuciosamente. En el primer lustro, la cosecha daba unos pocos granitos de café y fue a los 6 años cuando de verdad empezó a producir el cafetal. El mismo tiempo que necesita un estudiante para hacerse medico.
Ese era el tiempo que los gallegos necesitaban para poder coger el fruto de su trabajo. Cuidaban sus plantas de café durante esos 6 años y a partir de ese momento empezaban a pagar las cuentas a Castaño que era el dueño de la tierra, amén de construir una casa de piedra transportando las rocas, a veces, desde muy lejos. Además construían trillos de piedras que iban hacia distintas direcciones. El contrato estipulaba que ellos tenían que venderle el café sólo a Castaño. Al cabo de dos décadas, era cuando el hombre tenía un cafetal, y se volvía dueño de las plantas de café, pero no de la tierra donde estaban sembrados sus árboles.
Nuestra promesa era que aquellos campesinos por derecho propio, ya se habían ganado con creces la propiedad de sus tierras. Ellos no merecían que se les diera el mismo tratamiento que a los terratenientes. Sin embargo, el final de la historia fue trágico, porque los campesinos fueron deportados para Pinar del Río, donde se fabricaron varios pueblos como Sandino y San Blas. En esos poblados, los campesinos fueron confinados y no pudieron regresar a sus casas en el Escambray.
Osvaldo Dorticós Torrado, apoyado por el P.S.P., llegó a la presidencia de Cuba y sustituyó al Presidente Urrutia. Este comunista cienfueguero fue siempre el abogado de los terratenientes. Él representó a Filipino Uriarte, quien llegó a Cuba en la década del cuarenta y compró la finca La Felicidad. Uriarte sembró más de un millón de plantas de café y tuvo muchos conflictos con sus vecinos. Dorticós lo representó siempre al igual que a la familia Castaño, obviamente en contra de los campesinos del Escambray. Dorticós nunca perdió un caso. La vida de Dorticós fue la de un abogado que siempre estuvo al servicio del más fuerte. Fue presidente del exclusivo Yacht Club de Cienfuegos y en su juventud fue también secretario de Juan Marinello, “Paladín del proletariado”. Dorticós, más tarde fue dirigente del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Las Villas.
El Congreso Campesino fue convocado para Nuevo Mundo, en la zona del Escambray cerca del poblado de Cumanayagua. Asistieron los comandantes: Dr. Armando Fleites Días, en representación del Segundo Frente; por el gobierno revolucionario y el M-26-7 Camilo Cienfuegos, jefe del ejército rebelde; Cristino Naranjo, ayudante de Camilo; así como Emilio Aragonés, alcalde de la ciudad de Cienfuegos y el capitán Lázaro Soltura. Por el P.S.P. asistieron Ovidio Díaz Rodríguez, jefe de la sección campesina del partido comunista, de Las Villas, y media docena de militantes del P.S.P. con maletines negros, y máquinas de escribir, que todo lo que allí se hablaba y mantenían las caras serias, a pesar de la retórica de Ovidio Díaz. Los campesinos no podían entender porque ACOPIO, les pagaría mucho menos que los explotadores terratenientes de la región. Un millar o más de campesinos se dieron cita en aquel lugar remoto.
Yo no sé lo que Camilo Cienfuegos pensaba, pero lo cierto es que oyendo el diálogo entre los campesinos y el dirigente comunista Ovidio Díaz, en varias ocasiones les dio la razón a los campesinos. Un dato curioso: un campesino con fuerte acento español exclamó: ¡Comandante 40 es más que 20! ¿Verdad que sí? Camilo que era hijo de un gallego inmigrante, que no pudo enriquecerse en América, oyendo el acento del gallego, quien tenía que recordarle a su padre, reía y le contestó : claro que sí, 40 es más que 20. Se notaba que Camilo tenía una óptica distinta a la del P.S.P. en cuanto, a lo que a la reforma agraria se refiere, a no ser que Camilo fuera un gran actor. La muerte de Camilo Cienfuegos y poco después la de Cristino Naranjo, más la disolución del Segundo Frente, como fuerza política, dejó el camino despejado para que los extremistas y fanáticos pudieron impunemente construir su reforma copia de la soviética. El gobierno revolucionario, y el pueblo cubano, también han tenido que pagar muy caro por copiar a los soviéticos, sus granjas estatales y despojar a los hombres que saben trabajar la tierra y que la hacen producir no sólo con su trabajo sino también, con el amor a la tierra.
Tiempos después, gentes totalmente desconocidas empezaron a recorrer todas las zonas del Escambray portando maletines negros, guayaberas con los bolsillos llenos de bolígrafos y tabacos y máquinas portátiles de escribir. Estos personajes comenzaron a llenar inventarios de las pertenencias de todos los campesinos, y hasta contaban los mangos verdes de los árboles para que el organismo llamado ACOPIO supiera las cantidades de frutas, que tendrían que aportar los campesinos cuando llegara la época de recoger las cosechas.
La revista Bohemia y otros diarios, publicaron muchas fotos de campesinos recibiendo títulos de propiedad. Se le entregaron estos títulos a más de 100,000 campesinos: no sabemos lo que pasó después con ellos. ¿Quizás sus tierras se convirtieron en granjas estatales o ellos siguieron sobreviviendo con la camisa de fuerza que les impuso el socialismo estatista?
La Reforma Agraria soviética, contempla que cuando una vaca pare su cría, se inscriba de inmediato. Cosa que copiaron en Cuba. Acopio anotaba cada ternero o cría y después le ponía un sello con un número colgado de una oreja. El campesino tenía que cuidar del ternero, pero no podía disponer de él ni venderlo ni sacrificarlo, ¿A quién pertenecía? ¿Quién era el verdadero dueño? Lo cierto es que esta situación provocó muchos conflictos y problemas y se fabricaron nuevos delitos por parte de los funcionarios que convirtieron a los campesinos en delincuentes. Gran número de campesinos fueron multados y encarcelados. Los descontentos comenzaron a abandonar los sembrados dedicándose a otras cosas con menos complicaciones, los campos fueron abandonados y pronto las malezas y el marabú se fue desplazando hacia los cafetales y otros sembrados. Actualmente, la mitad de las tierras cultivables están cubiertas por marabú.
La propaganda del diario Escambray, órgano oficial del Partido Comunista de Sancti Spiritus, culpó a Eloy Gutiérrez Menoyo del gran fracaso de la Reforma Agraria del Escambray. La verdad es que los verdaderos culpables son Ovidio Díaz Rodríguez y los dirigentes de Acopio con Félix Torres a la cabeza, que fueron los que implantaron esa reforma contrarrevolucionaria al estilo soviético. Lo mismo que en la Unión Soviética cuando se culpaba a Trotsky de las malas cosechas. Sin embargo, la realidad es que en la Unión Soviética fue una guerra civil lo que condujo a esa política. En Cuba no sólo fue en la zona del Escambray en la que se extendió esa política bolchevique. Los del P.S.P, tuvieron que enfrentar en todas las provincias de Cuba la resistencia armada de los campesinos, que fueron denominados como bandidos. Las personas informadas saben que lo mismo había sucedido en Rusia, donde fueron millones los campesinos encarcelados y despojados de todas su pertenencias.
En cualquier parte del mundo siempre que se unen los mismos ingredientes, producen idénticos resultados. Ucrania, que fuera conocida como el Granero de Europa., después de ese sistema de reforma agraria, se convirtió en importadora de granos. En aquel momento fueron enviados a Siberia millones de personas, que fueron desposeídas de sus tierras y hogares. Hoy día Cuba importa café y azúcar y no faltan los que insisten en que la reforma agraria soviética fue eficiente. Los campesinos rusos (kulaks), se sublevaron y fueron aplastados por las milicias. En Cuba, esta operación se llamó la Limpia de los bandidos del Escambray”.
Roger Redondo González
En mi próxima carta te seguiré contando sobre mi viaje a América y las numerosas personas que pude encontrar.
Un gran abrazo desde La Ciudad Luz,
Félix José Hernández.
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