Apoya acercamiento con EE.UU. Exprisionero cubano habla de su lucha para lograr la democratización de la vecina Cuba Por Cynthia López Cabán El Nuevo Día 29 de mayo de 2016
José Daniel Ferrer, UNPACU
Señaló que las visitas del presidente Barack Obama y de otros funcionarios constituyeron momentos importantes para la oposición cubana porque generaron noticias sobre la condición isleña.
Contrario a otros disidentes, el cubano José Daniel Ferrer García apoya la normalización de las relaciones entre la mayor de las Antillas y Estados Unidos y el cese del embargo económico a su País.
Pero deja claro que respalda estas iniciativas porque favorecen su proyecto político de democratización al colocar la situación de la isla en una vitrina mundial.
Una voz crítica en contra del gobierno comunista cubano, el secretario ejecutivo de la Unión Patriótica de Cuba inició el 18 de mayo un periplo, que lo llevará por nueve países, en busca de apoyo y de solidaridad para los cubanos que luchan por cambiar las condiciones en la tierra de José Martí.
Luciendo una camisa azul con la frase #yonomequito y un bordado de la bandera de Cuba, el exprisionero político conversó con El Nuevo Día sobre el país que sueña, la disidencia y algunos libros como “El poder de los sin poder”, que han marcado su forma de pensar.
“El cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba nos permite trabajar mejor. Nos permite movernos mejor entre la población y sobre todo le quita el viejo discurso al régimen de que todo lo malo que tenemos en Cuba es responsabilidad de los norteamericanos”, afirmó.
Señaló que las visitas del presidente Barack Obama y de otros funcionarios constituyeron momentos importantes para la oposición cubana porque generaron noticias sobre la condición isleña.
“Los periodistas que llegan, se interesan. Eso es muy necesario y nos es muy favorable. Eso como que alimenta y fortalece al que está luchando adentro. No lucha igual un hombre cuando sabe que su lucha a nadie le importa que cuando está viendo que repercute en los medios de prensa y que hay personas importantes solidarias con lo que uno está haciendo”, indicó el líder disidente.
También abogó por el final del embargo a Cuba, que entiende sirve de pretexto al gobierno cubano para justificar su fracaso y la crisis del país.
Pese a que procura un cambio de gobierno, insistió en que compete a los cubanos protagonizar ese movimiento pacífico y participativo hacia una Cuba democrática.
“En la Unión Patriótica de Cuba creemos que la solución a los problemas de Cuba es responsabilidad nuestra, que del resto del mundo lo que necesitamos es solidaridad sobre todo y esta nueva política permite que el mismo gobierno estadounidense sea más solidario con el pueblo cubano y los demócratas cubanos”, afirmó.
El viaje
Ferrer García salió de Cuba, por primera vez, el pasado 18 de mayo. Arribó en Miami para toparse con una tierra que sintió que conocía desde hace tiempo.
“Cuando llegué a Miami sentí que la conocía personalmente por el (programa) ‘CSI’, por filmes, documentales y las imágenes que me mandan los amigos. Me parecía todo conocido”, indicó sobre la ciudad donde se abrazó a su madre, a quien no veía desde el 2010.
De Miami, viajó a Puerto Rico y de San Juan regresó a Miami para luego trasladarse a Texas, Washington D.C. y Nueva York. Posteriormente zarparía hacia Europa para visitar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Madrid, Praga, Estocolmo y Varsovia, entre otras ciudades.
“Se necesita convencer gente. Se necesita solidaridad del exterior. Se necesita apoyo moral, económico y político. Esa es mi intención fuera de Cuba”, señaló.
Afirmó que cuando sueña en el futuro de su país imagina modelos de gobierno similares a los establecidos en Finlandia, Suecia, Costa Rica o Chile.
La oposición
Desde joven Ferrer García lucha en contra el gobierno cubano. Narró que el 18 de marzo de 2003 fue arrestado junto con otros 71 activistas en medio del recogido de firmas para el Proyecto Varela, que promovía cambios en el gobierno cubano. Lo sentenciaron a 25 años de cárcel.
Abandonó la cárcel tras 8 años y cinco días de encierro luego de un acuerdo entre el gobierno y la Iglesia Católica.
Como parte de los cambios que trajo la visita de Obama, el gobierno le permitió salir de su tierra “con carácter excepcional” y por una sola vez.
“Eso puede ser una presión sicológica para ver si... después de haber visto qué cosa es vivir en libertad, que esta tentación haga que no se quiera volver a la isla. En mi caso, como creo que en el de los demás (disidentes que salieron), no va a funcionar”, concluyó.
__________________________
|