Desde finales del siglo XIX el muy manipulado himno "L' Internationale" de Eugene Pottier menciona a los pobres del mundo y a los esclavos sin pan, mientras que en 1953 Agustín Díaz Cartaya opuesto a la dictadura de Batista compuso el himno "26 de Julio". En una de las estrofas escribió "la plaga infernal de gobernantes indeseables y tiranos insaciables que a Cuba han sumido en el mal", pero sin saber lo peor que comenzaría a partir de 1959.
Por cuestiones principalmente políticas desde entonces no me simpatiza nada relacionado con la "hermana" república de Méjico, que siempre escribo con j y no con x porque me respalda la correcta pronunciación del idioma castellano. No obstante a veces menciono la vieja canción mejicana "Cuatro Milpas" escrita por Belisario de Jesús García.
Por lo menos "Cuatro Milpas" la cantaron Las Jiguerillas, Los Alegres de Terán y Antonio Aguilar. Creo que con un poco de imaginación a grandes rasgos esa letra recuerda parte de la pobreza material y espiritual que todavía predomina en los campos de Cuba, mi patria terriblemente hundida en un abismo por la tiranía castrista:
Cuatro milpas tan solo han quedado, en el ranchito que era mío, ay, de aquella casita, tan blanca y bonita,lo triste que está.
Los potreros están sin ganados, la laguna se secó, ay la cerca de alambre que estaba en el patio también se cayó
Me prestaras tus ojos morena, en mi alma los llevo que miren allá los destrozos de aquella casita, tan blanca y bonita lo triste que está.
Las palmeras lloraban su ausencia, toditito se acabó, hay' ya no hay palomas, ni flores,ni aroma que alegran allá
Las cosechas quedaron tiradas, y nadie las levantó,ay, arrieros y mozos, toditos se fueron y nadie volvió
Y por eso estoy triste morena, por eso me pongo a llorar, recordando las horas felices, que juntos pasamos en aquel lugar.