Comentario relacionado al desembarco del "Granma". Por Alberto Gutiérrez Barbero.
Es cierto que el gobierno de José Miguel Gómez fue una excepción en la posición oficial cubana de espaldas al mar.
Nunca antes y nunca después la Marina de Guerra de Cuba ordenó la construcción de un crucero/buque escuela y un crucero ligero. En su momento ambas unidades tendrían un triste final: El "Patria" sería desguazado durante la década de los cincuenta , y el "Cuba" sería hundido a cohetazos en el apogeo de la barbarie castrista. También la Academia Naval establecida en Mariel fue parte del legado del presidente mambí y todos sabemos que hoy sólo son ruinas. Abandonadas. ¡Valiente tradición la nuestra! Muy contraria a lo que debería ser.
Después de 1959 un crecimiento de nuestra marina mercante y nuestra marina de guerra a causa de la influencia rusa en los asuntos cubanos fue considerable pero efímero. Lo curioso es que hasta el siglo XVIII en Rusia tampoco había inclinación hacia el mar, y el Zar Pedro el Grande en su brutal empeño por modernizar parte de su imperio, prácticamente a latigazos indicó el camino al mar. Esto lo reconoce aún hoy hasta La Federación Rusa, la Rusia eterna una vez más rebautizada, al mantener un formidable crucero con el nombre "Pyotr Velikiy" -Pedro el Grande. El mismo navío que recientemente visitó Venezuela. Un viaje que quizás despertó entre algunos marinos rusos la nostalgia de los días en La Habana a imitación de los "US Navy R and R ". Aunque los rusos nunca tuvieron el impacto de los norteamericanos en las zonas de prostitución capitalina, simplemente porque ya habían sido erradicadas bajo el manipulador e hipócrita puritanismo revolucionario de "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago". Años después, no obstante, vendría la era de las mambisitas a caballo de viejos españoles y otros extranjeros, pero ya los marinos rusos no tendrían la oportunidad de definir que cosa es el jineterismo.
En los intentos de Rusia hacia el mar hubieron dificultades, inclusive luego de prevalecer sobre los suecos y obtener un acceso al Mar Báltico. Aún hoy la lejanía del Océano Pacífico desde diversos centros urbanos/industriales rusos, el hielo en el Océano Ártico, etc. son factores a considerar... ¿Pero qué decir de Cuba, con una posición geográfica privilegiada y un número de excelentes bahías? A grandes rasgos hasta 1959 la estrecha mentalidad de nuestros gobernantes que limitó tanto los buques mercantes como los buques de guerra fue sólo un reflejo de la mentalidad nacional. Pienso en lo fatal de la frase popular "El mar es pa' loj pejcao" .Y pienso también que algunos años más tarde, a pesar de un crecimiento notable de las flotas mercante y pesquera no se llegó a nada porque la consigna que se adaptó fue ¡Patria o Muerte! ¡Robaremos!"
Contrario a otras opiniones y aún suponiendo que en 1956 la Marina de Guerra de Cuba se encontrara en óptimas condiciones dudo mucho que el yate "Granma" hubiera sido interceptado. Pero exonero a esa fuerza naval de incapacidad o negligencia. Y dirijo mi crítica hacia Fulgencio Batista -el Dictador/Presidente quién de manera contradictoria solamente a veces mostraba una mano fuerte- por no tomar las medidas necesarias de acuerdo a las circunstancias. Batista estaba totalmente informado de las actividades de sus oponentes en Méjico y podía haber actuado de una manera efectiva. Inclusive tratando de evitar un incidente de grandes repercusiones en suelo mejicano, existía la opción de establecer un "cordón sanitario" en las aguas territoriales cubanas del Estrecho de Yucatán. ¿O es que acaso el ya viejo crucero, las tres fragatas, los patrullas escoltas y otras unidades menores cubanas no eran suficiente para cubrir la limitada zona marítima y capturar al yate pequeño y desarmado?
Tampoco es un secreto que la Aviación Naval disponía de unos pocos aviones, pero con todas las limitaciones habidas y por haber hasta podía operarse desde la Base Aérea de San Julián, muy cercana a la Península de Guanahacabibes, volando en el espacio sobre el rumbo obligado del "Granma" hacia el territorio cubano. También la FAE -Fuerza Aérea del Ejército con cazas y bombarderos ligeros- podía haber aportado su contribución. Y lo cierto es que sólo después ocasionalmente vi volar alguno que otro avión militar sobre la Ensenada de Cortés, y en particular cuando la Sierra Maestra se convirtió era un hervidero revolucionario.
Para mantenerse como dictador hay que estar dispuesto a todo. Es un negocio de una sola vía donde cualquier signo de debilidad puede conducir a la quiebra. Eso bien lo sabe el tirano cubano y el hermanísimo hoy lo confirma al no darse el lujo de aflojar ni un milímetro el yugo opresor. Sin embargo Batista vacilaba porque a pesar de haber violado el orden constitucional, él deseaba pasar por un demócrata tratando de borrar la bien ganada mala fama de dictador.
Entre otras cosas por ejemplo Batista suspendía las garantías constitucionales y periódicamente las restablecía para deleite de sus oponentes que lo fustigaban en la prensa y de otras maneras más enérgicas, y es harto conocido que él llego a intervenir para que no se eliminara físicamente al tirano cubano cuando sólo era un incipiente dolor de cabeza, primero en la Prisión de Boniato y después en la Prisión de Isla de Pinos.
Lo que sucedió desde el desembarco del "Granma" hasta el 1 de Enero de 1959 es extenso, complicado y no puede describirse en pocas líneas. Pero aquellos fueron tiempos aciagos y el preámbulo a la Cuba de hoy.
En una ocasión visité el yate cuando todavía estaba atracado y casi olvidado frente al edifico del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el previamente Estado Mayor de la Marina de Guerra. Y aún lo recuerdo por haber traído a la tierra cubana una plaga como también recuerdo al mosquito "Aedes aegypti", el agente transmisor del dengue y la fiebre amarilla.
Cordialmente,
albertogutierrezbarbero@comcast.net
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