Informaciones enviadas desde la isla a CubaDemocraciayvida.org. Por Martha Beatriz Roque.
Pelea de gallos en la vía publica. Por Misael Aguilar Hernández. Teléfono: 58365937
Muchos países prohíben o controlan rigurosamente los juegos de apuestas por parte de particulares, sin embargo, numerosos de ellos donde el gestor y beneficiario último es el estado, como las loterías o quinielas, son totalmente legales y son promocionados por parte de esos mismos gobiernos. En Cuba desde que el régimen totalitario tomó el poder fueron eliminados poco a poco todos estos juegos, pero en los primeros años se vendían billetes de lotería a través del Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas (INAV) que presidía Pastorita Núñez.
No quedó el más mínimo vestigio de los juegos de casino; electrónicos; otros juegos como bingo, bridge y apuestas deportivas o por arbitrajes. Se cerraron lugares como el hipódromo, las vallas de gallo, el frontón (sitio donde se jugaba pelota vasca), etc. En fin, cualquier juego al azar era un juego prohibido.
Pero siempre a escondidas se jugó la lotería, más conocida como “la bolita”. Se apuntaban los números y se esperaba la “tirada” de la lotería del Táchira o de Zulia en Venezuela; con posterioridad se sustituyó por la lotería de Miami; en estos momentos se hacen 3 jugadas. La diferencia es que, aunque no se ha legalizado de manera oficial, no se persigue y las personas hablan abierto del número que salió y los “listeros” no se ocultan en las calles. El régimen valoró que es una forma de mantener entretenida a alguna gente.
Al parecer los amantes de los juegos de azar no se conforman con esto y sacan a la calle la mesa de dominó, en lo que parece un pequeño juego social, pero detrás está la apuesta. También se hacen peleas de perros, sin ningún sentimiento para con los animalitos ya que no existen leyes que los protejan de los abusos de individuos inescrupulosos, que incluso los maltratan dándoles golpes; pero que algunos acaban muertos.
El desorden social ha llegado a ser tal, que hasta las peleas de gallos se han convertido en algo normal a la vista de todos, con el agravante que cada vez se ven más niños y adolescentes involucrados en este tema.
En el pueblo de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, es algo común, ver al sector más joven de la población en estas prácticas y como si no les fuera suficiente hacerlo en lugares cerrados, lo hacen también en cualquier acera o esquina de la vía pública, como algo muy natural e incluso agradable.
Esto da una medida de lo mal que anda la sociedad cubana en el cultivo de los valores humanos y del bajo nivel cultural que poseen las personas en nuestro país en cuanto a comportamiento en la comunidad. Es por eso que muchos analistas, cubanólogos, se permiten decir que el tejido social está enfermo.
Claro no se les puede culpar a estos niños y adolescentes de que peleen gallos en plena calle, porque esa es la educación que han recibido, nunca se les enseñó a cuidar y a sentir amor por los animales, como seres vivos que son y que merecen respeto, y no que se les esté utilizando en sangrientas peleas.
Cuando se analiza este hecho social, es bien preocupante, porque hay un alto nivel de indiferencia hacia la vida; y los que preparan las peleas, más los que las observan con la mayor naturalidad, sienten desprecio hacia la naturaleza y los seres vivos. Están allí viendo como pelean hasta sacarse la sangre y matarse; desde el punto de vista sicológico, la mente humana procesa esos instintos negativos, que el día de mañana pueden fomentar inclinaciones a malas consecuencias.
Y también habría que considerar que detrás de estas peleas de gallos están las apuestas de dinero, lo que genera un ambiente marginal para esa juventud.
Algunos piensan ¿y dónde están los padres? Pues en la casa, ocupados con todas las carestías y necesidades que tiene la vida del cubano promedio; ni se percatan de lo que hacen sus hijos y si lo hacen lo ven como algo normal y se los permiten. También habría que añadir ¿Y dónde están las autoridades? Pues –de forma desafortunada- la policía hace menos caso todavía de este tipo de práctica, no está en su lista de delitos a reprimir, si pasa por al lado de alguna pelea le hace caso omiso y sigue su camino.
El desorden y la decadencia social se apoderan de la isla, la familia se desmorona en su integridad moral y las autoridades se corrompen para sobrevivir. ¡Esa es la realidad cubana!
Artemisa, 22 de noviembre de 2016.
Un politécnico capitalino cerrado. Por Jorge Bello Domínguez. Teléfono: 53353648
Una escuela de la enseñanza politécnica en la capital del país tuvo que ser cerrada por las autoridades locales de Salud Pública, debido a las caóticas condiciones higiénico-sanitarias en sus instalaciones, trayendo como consecuencias que alrededor de 900 estudiantes estén actualmente sin recibir clases desde hace tres semanas.
Aunque apenas estamos en el tercer mes de docencia desde que inició el curso escolar 2016-17, se escuchan las palabras de la Ministra del ramo que aseguró -ante los medios oficiales de comunicación- que las condiciones estaban creadas en todos los planteles educativos existentes. Pero la realidad toma distancia de lo planteado por la dirigente.
Las deficiencias y la desatención por las que transita el sector de la educación, quedan plasmados en un centro estudiantil del municipio Boyeros, donde autoridades locales de Higiene y Epidemiologia determinaron cerrar las actividades de esta escuela debido a la insalubridad existente en la instalación.
Se trata del Instituto Politécnico Julio Antonio Mella; sito en la Avenida Independencia 601, entre 315 y 319 en el Reparto Lugardita en el municipio Boyeros. Ese centro estudiantil; colinda por un costado con la sede municipal de Partido Comunista de Cuba (PCC) y por el frente con la Feria Internacional Agropecuaria, algo que alarma si se tiene en cuenta que nadie se percató de semejante situación.
Algunos familiares de estudiantes del plantel, hicieron mención a las deplorables condiciones en las que se encuentra el centro docente, como por ejemplo los baños y pasillos interiores, por donde no se puede transitar, por la fetidez que desprenden. También explicaron que la edificación presenta rajaduras de consideración en las paredes de la planta baja -por la falta de mantenimiento constructivo- que podrían ocasionar un derrumbe.
El custodio de la puerta de la escuela ratificó que había sido cerrada el 26 de octubre próximo pasado por decisión de la Dirección Municipal de Salud. La directora del centro, nombrada Anit Acosta Trujillo, Máster en Ciencias, desestimó conversar sobre el problema y tampoco se permitió el acceso al interior del recinto estudiantil.
En este Instituto Politécnico los alumnos alcanzan a graduarse de técnico medio en las especialidades de: Contabilidad, Metrología, Gestión del Capital Humano y Trabajadores Sociales.
La Habana, 22 de noviembre de 2016.
Martha Beatriz Roque. mbrcnuevocorreo@gmail.com
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