Prohíbanles a Dios y adorarán las bestias. Por Félix José Hernández.
Fidel Castro Ruz, La Habana, 2015.
París, 5 de diciembre de 2016.
Querida Ofelia:
En la mañana que supe que Fidel Castro Ruz había muerto, escribí:
“¡El suceso tan esperado llegó! Al fin la reencarnación de El Mal regresó al lugar de donde había venido a destruir a nuestra Patria: al Infierno. Un tirano menos sobre la faz de la tierra.”
Esto hizo que varios amigos virtuales de Facebook me cubrieran de insultos y que yo los bloqueara, al igual que hago con los que escriben vulgaridades, ofensas, frases racistas o tratan de estigmatizar a personas por sus orígenes étnicos, religión, sexo, etc.
Pues bien, volviendo al regreso de El Mal al Infierno, es conocido que el término diablo viene del verbo griego diaballein y éste a su vez procede del verbo ballein. El Mal es el cizañero, el que lanza a unos contra otros, el que desune, el que inquina, el que crea las bases para que al estar aislados seamos débiles, base de nuestros pesares.
“Divide y vencerás”, celebérrima frase que fue muy utilizada por Julio César y Napoleón Bonaparte, fue aplicada al pie de la letra por el Coma-Andante en Jefe en Cuba. Él eliminó físicamente a todos los que se le opusieron por las armas o por las ideas, a sus compañeros de lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista e incluso con el bochornoso Proceso Ochoa- la Guardia en 1989, logró eliminar a los que en plena Perestroika y Glastnot en la Unión Soviética, hubieran podido hacer soplar los primeros vientos de Libertad sobre Cuba.
Les recomiendo leer el excelente artículo de Ileana de la Guardia publicado en francés en Francia el 1 de diciembre de 2016: "Fidel Castro a fait fusiller mon père. Sa mort ne m'attriste pas, il restera un bourreau".
El 5 de diciembre fue publicado en español con el título: "Fidel Castro mandó a fusilar a mi padre; no lamento su muerte".
La reencarnación de El Mal hizo todo lo posible por destruir la resistencia y todo lo que nos unía en nuestra querida Patria: la Sociedad Civil, la Iglesia, la familia, las tradiciones; logró separarnos, dividirnos, alejarnos, etc.
Al ver a los miles de cubanos llorando frente a la foto y las medallas de El Mal en la Plaza de la Revolución y a todo lo largo de Cuba desde La Habana hasta Santiago, recordé la famosa frase del Cura de Ars: “Prohíbanles a Dios y adorarán las bestias”.
Un gran abrazo desde estas lejanas tierras allende los mares,
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