Cierto y la palabra orientadora del señor J. D. Ferrer lo corrobora. Pero no sólo corresponde a los cubanos adquirir conciencia del momento en que nos encontramos, es que la causa de los cubanos y venezolanos es la de toda América y de hecho del mundo libre. Tal vez esta idea no haya calado debidamente extramuros, pero es hora de divulgarla y que el resto de los demócratas sientan su participación en un momento histórico que no se ve todos los años.