Pies secos/pies mojados. De la decepción a una nueva esperanza. Por el Dr. Alberto Roteta Dorado.
Fort Pierce. Estados Unidos. A solo unos días de dejar definitivamente la Casa Blanca, Barak Obama, el presidente de Estados Unidos, sorprendió a miles de personas, no solo de Cuba y de Estados Unidos, donde se concentran la mayoría de los cubanos, sino de todas partes del mundo.
¿Cómo poder explicar la contradictoria actitud asumida por alguien que hace solo tres meses defendía ante la Organización de las Naciones Unidas a los desplazados, emigrantes y refugiados que como consecuencia de las fallidas políticas de sus gobiernos, de las guerras o de la pobreza extrema emprenden una larga travesía, aun cuando saben que no siempre podrán llegar a su meta?
¿Es que acaso el hombre que conmovió a millones de cubanos mediante su palabra enérgica y precisa, pero en primer lugar, alentadora, a través de su excelente discurso en La Habana, olvidó su compromiso social, como hombre de bien, como político, como Premio Nobel de la Paz, y como paradigma de los líderes mundiales que luchan en pos de un futuro mejor para todos?.
Pero no es de Obama de quien quiero comentar, al fin de cuentas no es un cubano y jamás llegará a comprender el sufrimiento de los millones de seres que aún están en la gran prisión en que se ha convertido la mayor de las Antillas.
La comprensión del fenómeno social cubano requiere del paso por la experiencia, no a través de una visita de unos pocos días a la isla, sino por haber permanecido parte de tu vida allí y haber experimentado no solo la escasez, las limitaciones y las carencias materiales de todo tipo, sino la ausencia de libertades, el ostracismo, la persecución, y la violación de los mínimos y elementales derechos ciudadanos.
Además, los que nos dedicamos a estos temas, y aspiramos a un trabajo serio a través de nuestra palabra o de nuestra escritura, hemos de ser muy cuidadosos, pues ya muchos han estado abordando tan polémico tema, y podemos correr el riesgo de resultar en extremo reiterativos.
Ya unos lo hicieron desde su acostumbrada y certera visión como analistas serios y estudiosos, y otros, lamentablemente, desde una óptica un tanto superficial haciendo gala de una ignorancia e incompetencia muy características de estos rápidos tiempos de mucha información y de poco análisis reflexivo.
La derogación de la política de pies secos/pies mojados, el último de los regalos de Barak Obama al régimen de La Habana, el único beneficiado de su arbitraria determinación. (Caricatura de Yoandy Carrazana cortesía para la página “Cuba democracia y vida.org”).
Al fin de cuentas, ya la política de pies secos/pies mojados está derogada, no sabemos cuál será el futuro político de este país con un nuevo presidente que ya es repudiado por multitudes sin haber comenzado su mandato, y que se ha referido despectivamente a los migrantes latinos, grupo al que pertenecemos los cubanos, independientemente de nuestra condición de isleños.
Preferiría convocar a la reflexión respecto a la actitud de muchos cubanos, que por supuesto, ya se encuentran en la tierra de la democracia y de la libertad, ya disfrutaron de los beneficios que como cubanos el gobierno norteamericano les ofreció, y ahora con mucho ímpetu están apoyando la disparatada idea del hombre que nos ha decepcionado, y alentando a sus hermanos -que también tienen derechos como ellos- para luchar por su patria, algo que ellos evadieron y al parecer se las ha olvidado.
Tal vez resulte fácil desde el supuesto exilio hacer llamados para una lucha emancipadora y cuestionar a los cubanos atrapados en la isla acerca de la asunción de un deber que según ellos han de asumir ahora, justamente en este momento cuando la desesperanza y el pesimismo reinan por doquier.
Opiniones como estas fueron expresadas por algunos de los “exiliados” a solo unas horas de haberse conocido la lamentable decisión de Obama. Como siempre nuestros hermanos expertos pretenden desde su tranquilidad y seguridad, amén de sus comodidades dirigir a los llamados “cubanos de a pie”.
Por suerte no todas las reacciones han sido así y desde todas partes del mundo se alzan las voces de miles de hermanos, cubanos y de otros partes del mundo, pidiendo al aun presidente que admita el paso, al menos, para los que se encuentran en la travesía por Centroamérica.
Por su lado un grupo de cubanos de la comunidad de Miami, la emblemática ciudad de donde salieron los consejos antes referidos, recogen donaciones de alimentos, agua y abrigos en Tropical Park para llevarlo hasta la frontera de Laredo, donde miles de cubanos están viviendo lo que ya se ha valorado como una nueva crisis humanitaria.
También en las redes sociales ha aparecido una petición para la recolección de firmas ante un llamado al nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con la finalidad de restituir la política de los pies secos/pies mojados, lo que constituye una muestra de apoyo de la comunidad internacional a la arbitraria determinación de Barak Obama, cuyo texto reproducimos a continuación:
“Sr. Presidente Donald Trump, la comunidad cubana le ruega desde todas partes del mundo que restablezca la ley Pies Secos Pies Mojado por orden ejecutiva, y rescate de esta manera a los ciudadanos cubanos que se encuentra varados en estos momentos en camino a Estados Unidos en busca de sueños de libertad. Las personas que aquí votamos le suplicamos por la vida y el bienestar de la familia cubana. El corazón de América es grande otra vez bajo su mandato".
Dios le guie.
Esta petición será entregada a: Donald Trump”. /Click aquí para acceder a la firma del documento/.
Lamentablemente, los únicos beneficiados con la reciente decisión son los mandatarios del gobierno dictatorial de la isla, cuyo aparente triunfo están celebrando bajo la falsedad de un concepto de protección a la vida humana, algo que tratándose del tirano Raúl Castro y sus seguidores más cercanos carece de sentido.
La comunidad internacional sabe que jamás les ha interesado los que puedan morir en los mares y en las selvas. El sistema se pronuncia contra todo aquel que actúa de manera opuesta a sus determinaciones.
Si se ha eliminado la posibilidad de establecerse legalmente en territorio de Estados Unidos es lógico que disminuya el flujo regular masivo de migrantes cubanos, algo que beneficia al régimen de La Habana ante la opinión pública y la comunidad internacional que ha estado presenciando un éxodo sin igual desde hace casi sesenta años.
Ante esto, la dictadura cubana podrá argumentar que era la Ley de Ajuste Cubano y su política de pies secos/pies mojados el móvil tentador que justificaba el fenómeno migratorio cubano.
Así las cosas, la inconsistencia de un sistema social, lo que constituye el verdadero eje causal de la migración, quedará eclipsado gracias a las bondades que ha tenido Barak Obama con la dictadura castrista. Mientras, en la Cuba donde se esperan grandes cambios y donde se pudiera restablecer la democracia – según la percepción del también Premio Nobel de la Paz- , se han incrementado las detenciones arbitrarias, la persecución de los opositores y las prohibición de reuniones.
Tal vez, en un futuro no muy lejano, el presidente saliente del país más poderoso del orbe, se arrepienta de las consecuencias de sus actos. Ojalá no sea demasiado tarde.
albertorot65@gmail.com
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