Tendencias políticas, democracia y cubanía. Por el Dr. Michel Larrondo.
Quito. Ecuador. Muchas veces escuchamos los términos de Derecha o de Izquierda en cuanto a política, y no siempre sabemos su origen, y mucho menos a qué exactamente nos estamos refiriendo.
Todo comenzó en el marco de la Revolución Francesa, tras la toma de la Bastilla en 1789, cuando se conforma en Francia la Asamblea Nacional Constituyente. Los Girondinos se situaron a la derecha del presidente, los Jacobinos a la izquierda, y en el centro los indecisos o no partidistas. Los Girondinos o de derecha, apostaban en ese entonces por una monarquía parlamentaria, posibilidades de voto limitadas, tenían el apoyo de la nobleza y de la burguesía en su mayor parte. Sin embargo los Jacobinos o "grupo de la Montaña" querían una república y contar con un sufragio universal, siendo mucho más populares desde el inicio de estas tendencias políticas parlamentarias que sus rivales de "derecha".
Desde entonces los más conservadores del "Status Quo" eran llamados de derecha y los Progresistas, generalmente amantes del cambio serían nombrados, los de Izquierda.
El tiempo y los conceptos fueron cambiando, pero aún en nuestros días, muchos partidarios de la izquierda, continúan atrapados en 1789, y quieren seguir dando la imagen de que son los defensores más reacios de la igualdad y el bien común. En muchas ocasiones utilizan a las masas para llegar al poder, respondiendo a los intereses del estado, que lejos de ser los del pueblo, no son más que sus propios intereses, incluso ya una vez en la cúspide tienen la facultad de manipular la democracia "legalmente", o incluso modificar las constituciones buscando perpetuarse o hacer más difícil la continuidad y el mismo cambio, paradójicamente, muchos de los progresistas más teóricos se convierten en conservadores de su estatus una vez que prueban las "mieles".
Por otra parte el liberalismo y el conservadurismo son tendencias de centro-derecha o derecha; pero nunca de izquierda. Específicamente hablando de los Estados Unidos, donde existen dos partidos políticos principales: Demócratas (liberales) y Republicanos (conservadores), podríamos decir que solo hay tendencia de derecha, sin embargo no es así. ¿Dónde radica el problema? En los Estados Unidos, cumbre mundial de la democracia y el anticomunismo, también existen amantes de la izquierda progresista.
Resulta que estos socialistas se enmascaran como liberales, se enrolan en el partido demócrata, (de por si un error de concepto), pero lo hacen porque no tendrían opciones políticas como partidos independientes. Preguntémosle pues al partido verde que participó en la última elección. No habrían grandes problemas si un liberal llega al poder, sino cuando uno de esos socialistas enmascarados cual liberal, se sienta en la Casa Blanca y comienza a contradecir la política de su "propio" partido.
Un liberal por si, ama el libre mercado, las libertades individuales por encima del falso igualitarismo, al cual conduce el socialismo, siendo los socialistas quienes llevan la premisa de que se ocuparán del colectivo, cuando no es más que una artimaña para lograr el poder acaparador del Estado, denigrando al individuo si fuera necesario para lograr "el bien social " a cualquier costo, solo comparado con sus propios intereses y ansias personales o de grupo como gobierno de turno.
El mejor de los cubanos, José Martí, era liberal, supo desde el inicio que el comunismo era un mal del cual había que cuidarse en extremo. Recordemos que este es considerado por los teóricos una fase superlativa del socialismo. José Martí de refirió a la idea socialista en carta dirigida a su amigo Fermín Valdés Domínguez: “Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y la rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo, empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse como frenéticos defensores de los desamparados”, lo que demuestra que por más que nos intenten engañar sobre José Martí, y nos digan que fue el culpable de lo que se vive hoy en Cuba, todos sabemos que no fue así.
FOTO ARRIBA. Grupo de la comunidad de cubanos residentes en Ecuador junto al monumento a José Martí en el norte de Quito. (Foto, cortesía del autor)
Un liberal es un demócrata republicano que promueve libertades seculares del individuo y busca el cambio, el progreso, siempre basado en la democracia, en un estado de derecho, donde hay inclusión, libertades de culto, libre asociación y prioridad del individuo como base del desarrollo. ¿Dónde viene la limitante? Muy específicamente para mí, el error llega cuando crean una sociedad enorme, con grandes libertades, pero totalmente secular, un amor desenfrenado por lo mundano sin temor a Dios. Teniendo en cuenta el verdadero concepto de "temor", no es el mero hecho de temer a un "Padre que castiga", sino mucho más que eso, es respeto, sentido común, consecuencia y amor.
Un conservador, también de derecha, sin embargo, busca el mantenimiento del orden social establecido, defiende la tradición, los conceptos de familia y religión, solo contradiciéndose en el campo económico pues mantienen una economía generalmente con cierto corte "liberal", lo cual engrandece esta tendencia, mejorando el capitalismo, aumentando las posibilidades de creación, inversión etc.
Una limitante en algunos conservadores es que pueden parecer fariseos o hipócritas cuando sus conductas personales difieren de lo que profesan o exigen, algo muy humano en cualquier grupo social o político.
La otra limitante podría ser la ausencia de grandes cambios sociales, tan necesaria en una sociedad moderna al menos en teoría o en convicción. Frecuentemente en la práctica, realizan recortes en obras sociales, para salvaguardar otros elementos macro económicos, pudiendo parecer a los ojos del pueblo elector, que no responden a sus intereses, y dando paso a las corrientes de izquierda entre los votantes.
Si queremos una Cuba libre, tenemos que saber en primer lugar, qué queremos, qué somos, cómo pensamos, cual tendencia política tenemos, si somos de izquierda, derecha, o ambivalentes o si oscilamos entre una tendencia y otra.
No dejemos que nos sigan engañando, no somos todos socialistas, nos educaron en la izquierda más radical y ortodoxa, pero tenemos la libertad de elegir nuestra tendencia o corriente política. Luchemos por una República con una democracia directa y también participativa, no dejemos que otros decidan por nosotros.
Nuestra patria ha pasado, según le ha convenido a Fidel Castro, desde 1959 por todos los tipos de República, presidencial, semipresidencial (presidente y primer ministro) y por ultimo parlamentaria, donde el presidente, el primer ministro o lo que se inventen, los eligen los títeres que supuestamente son nuestros diputados elegidos desde “el barrio”, a la Asamblea Nacional, siendo todo una gran mentira.
No hay algo que se acerque más a la monarquía y a la aristocracia que la realidad del régimen cubano actual, el cual, sin ningún tapujo, podemos afirmar que es una dictadura real, donde lo peor radica en que están sentadas las bases para parecer o simular una democracia representativa, pero nada está más lejos de la verdad.
El primer cambio necesario, al cual tenemos que aspirar, debe ser en nuestras mentes, tenemos que buscar el conocimiento y transmitirlo, llevar la información a los más necesitados, al pueblo aún esclavo dentro de la isla. Mostrarles la verdad, y después que nuestra gente decida el camino que quiere seguir.
No le hagamos el juego al castrismo, este momento es crucial en nuestra historia, transmitamos civismo, buenas costumbres, cortesía, pero también las ganas de lucha a aquellos que se sienten muy cómodos siendo inertes dentro o fuera de la isla-prisión.
Nadie tiene que permitirnos pasar, o negarnos una salida. Es nuestra patria, y algún día, con la ayuda de todos, será como lo quiso Martí: "con todos y para el bien de todos".
¡Viva la patria libre e inclusiva!
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