Donald Trump, un político original. Por Oscar Sánchez Madan.
Cidra, Matanzas, Oscar Sánchez, (Primavera Digital)- El nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha demostrado ser un político singular. El rápido cumplimiento de algunas de las promesas formuladas durante la campaña electoral, evidencian que no se parece a muchos, entre los mandatarios del planeta.
Gabriel Torres Rodríguez, periodista del semanario oficialista cubano Girón, lo felicita “por la fidelidad a sus declaraciones”. Afirma este comunicador que el ocupante de la Casa Blanca que asumió la presidencia el pasado 20 de enero, ha cumplido una parte de sus compromisos en tan solo la primera semana de su mandato.
Algunos de los decretos presidenciales firmados por Trump están orientados a garantizar la salida de Estados Unidos del Acuerdo Trans-Pacífico de Cooperación Económica, en crear condiciones para cambiar el ObamaCare por otro sistema de salud, deportar inmigrantes involucrados en delitos violentos y derogar el Acuerdo NAFTA con Canadá y México.
Todo esto ha sido hecho por Trump en medio de una guerra sin cuartel en que sus adversarios no son solo los partidarios de la ex candidata presidencial derrotada, Hillary Clinton, sino también la mayoría de los medios de prensa estadounidenses, la izquierda internacional recalcitrante, promotora del socialismo del siglo XXI y una parte de los gobiernos democráticos, entre otros.
Al nuevo presidente norteamericano no le inmutan las protestas, se mueve con mucha resolución. Ha expresado que elevar el potencial económico, político y moral de su nación, es para él una prioridad. Recordemos sus palabras durante la toma de posesión: “Estados Unidos primero”.
Debe saber Donald Trump que los muros, entre los seres humanos nunca solucionan problemas. Si fuere necesario construirlos, debe ser solo de forma temporal y para crear condiciones que permitan en corto plazo derribarlos y tender en su lugar, puentes de solidaridad y de paz.
A diferencia de otros políticos, a este empresario de New York no le interesa mucho lo que diga la prensa. Se enfrenta a medios de comunicación como CNN y les llama mentirosos y basura y dice que se apartan de la verdad. No posa con sonrisas hipócritas ante las cámaras, para fingir estabilidad emocional o inteligencia. No posa desde la demagogia porque dice estar seguro de lo que piensa hacer como presidente.
Una demostración de su singularidad lo constituye el hecho de que a pocos minutos de haber sido nombrado como cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos, criticó a los políticos, que según dijo, “…prosperaron durante demasiado tiempo mientras las fábricas cerraban”.
Por estas razones, no pocas personas a lo largo del mundo le han calificado de populista. Ninguna entre estas ha logrado probar con argumentos sólidos que el mandatario miente sobre el elevado nivel de desempleo y el preocupante estado del país.
Si es muy cierto que muchas entre sus declaraciones han sido desproporcionadas e incluso discriminatorias, también es cierto que Estados Unidos necesita que desde la Casa Blanca se ponga orden a la nación y exija a los aliados el cumplimiento real de los compromisos en la lucha contra el terrorismo internacional y la defensa de la democracia.
Donald Trump recién ha nacido como primer dignatario, el tiempo dirá si es verdaderamente el político que dice ser, el cual deberá rectificar errores cometidos, tanto por el bien de su país, como de la humanidad, sin olvidar que los pueblos deben ser los verdaderos soberanos y protagonistas de la historia.
A la comunidad internacional no le queda más que reconocer que Donald Trump es un político sin mucha experiencia, aunque original, que afronta los retos por grandes que sean.
Oscar Sánchez Madan.
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Publicado por /Primavera Digital/.
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