¿Continuidad o fin definitivo del Correísmo?. Por el Dr. Alberto Roteta Dorado.
Naples. Estados Unidos. A solo unos días para las elecciones en Ecuador, proceso que determinará la continuidad o el fin del correísmo, las expectativas resultan un tanto sombrías y el futuro demasiado impreciso. Todo parece indicar que habrá una segunda vuelta, por lo que la incertidumbre podrá prolongarse.
¿Cómo es posible que un país cuya economía declinó para caer en crisis, y sus índices de desempleo y subempleo se han elevado durante el gobierno de Rafael Correa - de estilo puramente socialista a partir del impulso chavista con su euforia del socialismo del siglo XXI-, esté respaldando una candidatura que será continuadora del estilo asumido por Correa con su revolución ciudadana?
Lenín Moreno, presidenciable por el Partido Alianza País, se ha mantenido en el primer lugar de la popularidad, a pesar de la disminución de su puntuación durante el último mes. Una serie de factores le favorecen. En primer lugar la campaña publicitaria benefició sobremanera al partido oficialista Alianza País, la continuidad como gentilmente le ha llamado Álvaro Novoa. Durante varios meses el presidente Rafael Correa utilizó el espacio y tiempo de sus sabatinas – algo similar a las tribunas antimperialista que tenían lugar en Cuba todos los sábados y que cambiaban de sitio cada semana- para elogiar el proceso de su revolución ciudadana con sus aparentes logros para el país andino, y sus victorias internacionales que le convierten en un “embajador de buenas acciones” ante el mundo.
Lo que no todos saben es que a estas sabatinas asisten centenares de simpatizantes del correísmo que son trasladados de forma masiva desde diversos puntos del país para ser concentrados en el sitio escogido como sede del encuentro del mandatario con sus seguidores. Se estima que el gobierno ha utilizado cifras millonarias durante una década en estas acciones proselitistas.
Desde sus encuentros revolucionarios con su pueblo no solo ha exaltado las bondades de su gobierno – que se supone continúe bajo el mandato de su candidato defendido por el partido Alianza País, Lenín Moreno, y como vicepresidente el actual vicepresidente de la República Jorge Glas-; sino que atacó continuamente, con ese discurso propio de aquellos sin clase que asumieron el poder por la fuerza y el engaño, a todos los candidatos a la presidencia, los que al propio tiempo son representantes de la oposición, de manera particular a Guillermo Lasso y a Cinthya Viteri, los más aventajados en los peldaños de la popularidad según las encuestas que desde el pasado noviembre se han venido realizando a través de varias instituciones especializadas.
El resto de los candidatos presidenciables han tenido que asumir su promoción a través de sus propios medios o con los esfuerzos de sus partidos y movimientos que representan. El binomio Moreno-Glas ha contado con el apoyo del propio gobierno, que según informaciones de fuentes muy confiables publicadas en los diarios más serios y más leídos de Ecuador, han empleado los fondos públicos para su publicidad.
No obstante a esta labor proselitista dentro de la nación Rafael Correa reservó para estas últimas semanas visitas oficiales a países como: Estados Unidos, España e Italia, en los que justamente se encuentra la mayor cantidad de migrantes ecuatorianos, los que de manera oficial podrán ejercer su voto.
De acuerdo con datos del “Taller de Estadísticas de Migración en Ecuador. Realidad, potencialidad y perspectivas”, desarrollado hace solo un año en Quito, entre el 2010 y 2014, se registró un total de 4.568.145 salidas de ecuatorianos desde la nación andina hacia diversos países, principalmente de América y Europa.
Solo en el primer semestre de 2016, 4.788 personas nacidas en Ecuador se radicaron en España – según informe de J. Ceballos, del 29 de diciembre de 2016 en el diario El Universo- país que cuenta con el mayor número de migrantes ecuatorianos. En Italia se encuentran establecidos 93.300, según datos del fin de 2016.
En Estados Unidos de América -país con la mayor cantidad de ecuatorianos, solo superado por España- hay más de un millón, los que se han concentrado en Nueva York, más de 300.000, Nueva Jersey, más de 70.000, Connecticut, con más de 120.000, y otros estados como California, Massachusetts, Florida y Maryland.
Correa se reunió con todos los emigrados que se hallan en Estados Unidos, Italia y España. Participó en veladas, actos y pronunció discursos para incentivar los ánimos de los congregados a través de su exaltación hacia las proezas de su revolución ciudadana, algo que no han podido hacer el resto de los candidatos a la presidencia para los comicios del próximo 19 de febrero.
Este encuentro del presidente Rafael Correa con la comunidad ecuatoriana en Estados Unidos es parte de la campaña proselitista para las elecciones del próximo 19 de febrero.
No solo la favorecida propaganda hacia el candidato del partido oficialista de izquierda Alianza País, ha conspirado contra el resto de los candidatos, sino que han existido otros factores que hemos de considerar, los que han influenciado negativamente, y en cierta medida, han incidido en la actitud del pueblo ecuatoriano respecto al tema de sus elecciones.
No creo que los términos desmotivación y apatía política sean los ideales para referirnos a las reacciones de los ecuatorianos en estos días cercanos a los comicios. En Guayaquil, la ciudad más grande y populosa del país y donde la oposición es extremadamente fuerte, los pobladores acuden de forma voluntaria a marchas multitudinarias y otras acciones de protesta contra el régimen dictatorial de Rafael Correa y como apoyo a su alcalde Jaime Nebot, lo que contradice cierto estado de indiferencia patente entre los quiteños en estos días previos a los comicios.
Esta es la parte que no se difunde por los medios oficialistas. Es el verdadero sentir del pueblo ecuatoriano a través de una multitudinaria manifestación en contra de la dictadura de Rafael Correa. El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, hace un llamado para poner fin al correísmo.
Más que una apatía, se trata de un fenómeno de incultura política. Todos critican al presidente, miles gritan “fuera Corra, fuera”, pero un por ciento considerable de la población a menos de un mes de las elecciones no había decidido por quien votar y otros ni siquiera si votarían o anularían su planilla. Ya lo expresé en otros escritos, no importa a quien van a elegir, sino de quien van a salir. Lo importante es sacar a Correa para siempre del poder, aun cuando su continuador sea del mismo partido que ha promovido el socialismo del siglo XXI y la revolución ciudadana.
No hay un verdadero poder de determinación en las masas para asumir con firmeza una responsabilidad que adquiere en estos comicios dimensiones extraordinarias. El voto de los ecuatorianos determina el fin o la continuidad del correísmo, lo que equivale a decir socialismo, totalitarismo, dictadura, corrupción, fraudes, robos, malversación, violación, abuso de poderes, economía de recesión, militarización, irreverencia hacia las etnias indígenas, saqueo de los recursos de la tierra.
No obstante, han apoyado a Lenín Moreno, que independientemente a los méritos que lo respaldan - algo que no podemos negar u omitir-, entre los que se destaca su nominación al Premio Nobel de la Paz y sus acciones en pos de los discapacitados y los desposeídos, representa a la izquierda latinoamericana, y responde a las orientaciones bien precisas del dictador Rafael Correa.
Según las encuetas de Cedatos con fecha del pasado ocho de febrero, Lenín Moreno se ha mantenido en el primer lugar, ahora con el 32.3%, seguido por Guillermo Lasso con el 21.5% y Cinthya Viteri con el 14%, mientras que, de acuerdo a los datos de MARKET, el por ciento de Moreno baja a 28.5 y el segundo lugar lo ocupa la Viteri con el 20.2%, mientras que Lasso desciende al tercer puesto con el 18.3%. El militar y político Paco Moncayo se ha mantenido siempre en el cuarto lugar, y el resto de los candidatos solo obtiene insignificantes por cientos en todas las encuestas.
Tal vez ninguno de los candidatos represente el modelo ideal al que aspiran los ecuatorianos tan acostumbrados a fracasos presidenciales, inestabilidad de sus mandatarios, escándalos de sus directivos, expulsiones de presidentes por el propio pueblo, y hasta presidentes “locos” según las confesiones de muchos.
Todos están prometiendo lo inalcanzable. La candidata por el Partido Social Cristiano, Cinthya Viteri, se presenta como la benefactora y protectora de la nación, anunciando nuevos empleos, reducciones de tarifas de electricidad, obras sociales, ayuda incondicional a la mujer, todo con las mejores intenciones del mundo y no solo como labor promocional, al menos eso parece, pero demasiado ideal y un tanto distante de la posibilidad de poder concretarse como acto.
Guillermo Lasso dará empleos a todos en una nación preocupada no tanto por su futuro sino por su presente, en la que los niveles de desempleo y subempleo son altos, y la pobreza y extrema pobreza ocupan lugares cimeros en la región - a pesar de las grandezas que difunde la revolución ciudadana- y tratará de estabilizar a un país que el comunismo ha dejado en las ruinas, pero para esto tendrán que pasar años, tantos que en su posible mandato no verá los resultados.
Lenín Moreno pretende cumplir con el bienestar social, las mejoras en el terreno de la salud, y dar continuidad a su encomiable labor en relación a los discapacitados; aunque reitero, responde al llamado de Rafael Correa, y representa al oficialismo y la continuidad, y lamentablemente, su compañero en la contienda al parecer muestra afición por el enriquecimiento a partir de los beneficios de su cargo. Jorge Glas está siendo acusado de escándalos de corrupción a pesar de la defensa que ha hecho Rafael Correa, para quien todos sus jerarcas están puros en pensamientos y actos.
A esperar pues, el próximo domingo tal vez solo sea el preámbulo, una segunda vuelta será definitoria para un país que necesita salir lo antes posible de las garras del socialismo, aunque lamentablemente, no son del todo conscientes de esto. Por lo pronto: “Fuera Correa, fuera”, como dicen los ecuatorianos.
En las calles de Loja, localidad ecuatoriana, sus pobladores se manifiestan contra el presidente Correa y su corrupto gobierno: “Fuera Correa, fuera”.
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albertorot65@gmail.com
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