¿Cómo pagará La Habana el petróleo ruso? Diario de Cuba - EFE 11 de Mayo de 2017
Esta semana debe llegar a Matanzas el tanquero ruso Maersk Erin con 249.000 barriles de diesel, en virtud de un acuerdo firmado el pasado marzo en Caracas entre la petrolera rusa Rosneft y la venezolana PDVSA, principal proveedor de crudo a Cuba desde 2003, reporta EFE.
Ese primer envío forma parte del compromiso de la petrolera rusa de suministrar a Cuba 250.000 toneladas de petróleo y diesel, unos 2.000.000 de barriles para una Isla donde desde el verano pasado se ha racionado el consumo de electricidad y combustible en el sector estatal.
Aunque no se ha anunciado oficialmente, el monto de la transacción está valorado en unos 100 millones de dólares a precios de mercado, pero analistas consultados por EFE aseguran que Cuba —cuya economía decreció un 0,9% en 2016 y entró en recesión— no dispone de liquidez para afrontar esos pagos.
"Me llama la atención el acuerdo porque Rusia no tiene una economía tan boyante como para regalar petróleo a Cuba. Y con la importante caída de ingresos por exportación, Cuba no tiene con qué pagar", declaró el economista cubano Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh.
Según los últimos datos oficiales disponibles, referidos a 2015, los ingresos por exportación de bienes —níquel, azúcar, productos farmacéuticos y tabaco, fundamentalmente— cayeron en 1.500 millones de dólares, una reducción del 31% respecto al año anterior; mientras que por la exportación de servicios profesionales —principal fuente de ingresos del Gobierno cubano— se perdieron 1.300 millones, un 18% menos de ganancias en comparación con 2014.
Las exportaciones cayeron en su conjunto un 47% en 2015, un porcentaje que, según Mesa-Lago, será aún mayor en 2016 —todavía no hay cifras oficiales para ese año—, cuando la economía cubana arrojó un saldo negativo.
Además de la caída de las exportaciones, el detonante de la situación en Cuba ha sido la grave crisis en Venezuela, principal aliado político y comercial de la Isla desde 2003, cuando los ya fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez acordaron el intercambio de petróleo venezolano por la prestación de servicios por parte de profesionales cubanos.
En los mejores momentos de ese idilio, Cuba recibía más de 100.000 barriles de crudo al día; en 2016 se redujeron a 87.000 barriles, y en estos momentos algunos analistas señalan que los envíos se han recortado a unos 55.000 barriles por día.
El Gobierno cubano obtenía beneficios con el crudo pesado que le enviaba Venezuela al refinarlo y venderlo en el exterior, aunque según datos de la ONU esos ingresos se han reducido un 97% en tres años: lo que en 2013 era un negocio de 500 millones de dólares, en 2016 apenas recaudó 15,4 millones, debido a la falta de suministro.
De hecho, la refinería de Cienfuegos, donde se depurada el crudo venezolano, funciona desde el año pasado a mitad de su capacidad, según la versión oficial, aunque algunas fuentes señalan que se ha mantenido cerrada por largos períodos.
Tras iniciarse el pasado verano un plan de ahorro energético, Cuba ha logrado reducir su consumo de 137.000 barriles a 125.000, según el experto en energía Jorge Piñón, director del Centro de Energía Internacional de la Universidad de Texas.
La Isla solo produce unos 50.000 barriles, lo que representa un déficit del 60% que antes cubría íntegramente Venezuela. En los últimos meses Cuba ha recibido envíos de crudo de otros socios, como Rusia, Angola o Argelia, aunque no se sabe si se trata de ayuda aislada o un suministro estable.
Para suplir necesidades energéticas, en el corto plazo La Habana necesita "de sus propios bolsillos o bolsillos amigos" 2.000 millones de dólares anuales para adquirir derivados del petróleo en el mercado internacional, apunta Piñón.
El Gobierno ha emprendido en los últimos años un multimillonario proyecto para rehabilitar los sistemas de logística y almacenamiento de petróleo, hacer acopio y esquivar una crisis mayor de suministro, aunque eso no evitó que el mes pasado tuviera que restringir temporalmente la venta de gasolina de alto octanaje.
"Pienso que Cuba quiere aumentar sus inventarios de petróleo crudo en anticipación de un posible cambio de Gobierno en Venezuela", indicó Piñón.
Para 2030, el Gobierno cubano busca cubrir el 24% de las necesidades energéticas de la Isla con fuentes renovables, "un objetivo nada realista" teniendo en cuenta el nivel de inversiones en ese sector.
Ante esa situación, el vicepresidente y ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, anunció en el último Consejo de Ministros que el Gobierno deberá acometer nuevos recortes presupuestarios para 2018, lo que augura más aprietos económicos en la Isla, donde ya se aprecian problemas de abastecimiento de productos básicos.
Mesa-Lago vaticina que "en el mejor de los casos" la economía cubana se mantendrá con crecimiento invariable del 0% este año, frente al optimista pronóstico del Gobierno del 2%.
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