Arroz Amargo. Por Alberto Gutiérrez Barbero.
Un vago recuerdo de mi cubana adolescencia es "Arroz Amargo", la película italiana "Riso Amaro" protagonizada por la que fue sensual actriz Silvana Mangano. Hace años al leer una castrista propaganda sobre una aparente colaboración arrocera de Vietnam con Cuba, pensé en la amargura que afectaba al arroz cubano sin relación con esa vieja cinta cinematográfica. En Cuba se intensificó el consumo del arroz durante el siglo XX como base de la dieta nacional, siendo suculento el criollísimo arroz con pollo a la chorrera en los hogares cuando aún no había escasez de alimentos. No obstante "No hay nada más noble que un arroz amarillo con salchichas" una vez me dijo un compatriota, porque una modesta solución contra el hambre era mezclar el arroz con latas de salchichas "Catedral", hoy en la larga lista de productos enlatados desaparecidos luego que comenzaran "los logros" de la tiranía castrista. Mucho antes que el anunciado programa de colaboración con Vietnam "el "omnisciente" tirano cubano anunció varias medidas que facilitarían la superabundancia de arroz. Sin embargo la planta gramínea ya "revolucionariamente" afectada demostraba que el objetivo principal de la funesta Reforma Agraria desde Mayo de 1959 era robar y destruir particularmente la propiedad privada rural, sin dudas uno de los pilares de la economía cubana. Por supuesto en aquellos días muchos de los abuelos y padres de los cubanos hoy oprimidos y hambreados por la tiranía castrista, con estupidez,, ceguera, irresponsabilidad y a veces hasta con malas intenciones aplaudían las disposiciones revolucionarias. Algunos gritaban "¡Somos socialistas p'alante y p'alante !", pero poco o nada les importaban los caídos en los paredones, las prisiones abarrotadas de prisioneros políticos y la partida de "gusanos" al exilio sin regreso. Después de todo la compensación que se recibía en Cuba de la Unión Soviética y sus satélites era significante y ellos decían "'estamos ganando". Como si no fuera suficiente la propaganda castrista, siempre edulcorando todo lo acerbo que padece nuestra patria, reportó que informes del Grupo de Granos del Ministerio de Agricultura revelaban inversiones dirigidas a mejorar la estructura del riego para un uso más racional del agua, una preparación óptima de la cosecha y la infraestructura industrial adecuada aumentando anualmente la producción del arroz. Algo que en definitiva resultó ser una farsa como mucho de lo usualmente anunciado por la ineficiente revolución. Curiosamente lo pude comprobar cuando supe que Vietnam donó cinco mil toneladas de arroz a Cuba y me pregunté que sucedió en la extensa llanura de cultivo al sur de Pinar del Río al igual que en otras zonas costeras hasta el Río Cauto, donde por ejemplo en 1956 se cosechaba el arroz de tal manera que no era necesario una limosna desde ningún país. Cordialmente,
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