Breve comentario sobre los árboles en Cuba. Por Alberto Gutiérrez Barbero.
De acuerdo al libro "Admiral of the Ocean", escrito por el contraalmirante y notable historiador norteamericano Samuel Eliot Morison, el 28 de Octubre de 1492 Cristóbal Colón y algunos de sus subordinados observaron bosques en la costa norte de lo que sería la Provincia de Oriente.Entonces, al reemplazar con un pino cubano el averiado palo de mesana en la caravela "La Niña",Colón comprendió que aquellos árboles podían ser utilizados para construir los mejores buques españoles.
Biblioteca del Escorial./Xauxa Håkan Svensson.
También después Fray Bartolomé de las Casas, ante la magnitud de los bosques cubanos afirmó que en Cuba podía viajarse de un extremo a otro bajo los árboles. Durante la era colonial la construcción naval en el Real Arsenal de La Habana fue de vital importancia y el pino cubano era considerado un material estratégico. También grandes cantidades de madera dura fueron enviados a España y casualmente lo supe hace cuatro décadas al yo visitar El Escorial, el palacio monasterio situado en la española Sierra de Guadarrama.
Cámara sepulcral y altar del Panteón de Reyes de El Escorial.
Durante la ocupación inglesa de La Habana y sus alrededores en el siglo XVIII se quemaron bosques del litoral cubano, pero la deforestación en el territorio cubano se intensificó a principios del siglo XIX. Por causa de la industria azucarera un número significante de árboles fueron utilizados para que funcionaran las calderas de los ingenios, puesto que todavía no se usaba el bagazo de caña como combustible. La tala intensiva ocasionó un diferendo al temer la marina de guerra española que la destrucción de árboles disminuyese las maderas necesarias para las construcciones navales. Sin embargo es curioso que nadie mencione la destrucción forestal cuando el ejército español estableció las las trochas militares de Júcaro a Morón y de Mariel a Majana. Igualmente la fiebre azucarera continuó el proceso de deforestación hasta 1920. Entre lo muy terrible relacionado al ya fallecido tirano cubano, recuerdo el trabajo forzado a principios de la década de los sesenta orientado a la siembra de eucaliptos en la Península de Guanahacabibes y un vesánico plan para mitigar los efectos del viento levantando barreras de árboles.
Otra consecuencia de su "omnisciencia" muy aplaudida por masas cubanas fue lo tremendamente arrasado por la columna Ché Guevara antes de la fracasada zafra de los 10 millones, aunque también hubieron incendios accidentales o provocados que destruyeron caballerías de arboles en la zona de Moa, Provincia de Oriente, sin siquiera un intento de sofocar las llamas. Trágicamente todavía el funesto hermanísimo al frente de la tiranía castrista ni ha controlado la plaga de marabú y los asaltos a la ecología desde San Antonio a Maisí son muchísimos.
Matas de marabú que dan hasta el cuello en Cuba.
Cordialmente,
albertogutierrezbarbero@comcast.net
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