Desacreditar a Lenín Moreno, unido a los intentos de Correa por destituirlo del liderazgo de Alianza PAIS, y su posible influencia -algo que no logró por la pérdida de su aceptación y prestigio- en el proceso judicial emprendido contra su vicepresidente y varios de sus más cercanos colaboradores, es el verdadero motivo por el que Rafael Correa estuvo de prisa en Ecuador... Cualquier otro elemento para justificar su presencia carece de valor al lado de éstos, que sin duda constituyen verdaderos ejes determinantes que pudieran comprometer seriamente su futuro y pasar a la historia continental como otro líder regional, junto a Dilma Rousseff, Lula y Cristina Fernández, engrosando la lista de corruptos comprobados y sentenciados de América Latina.
CUANDO LOS DIOSES SE QUEDAN SIN TRABAJO Segunda parte. Por el Dr. Alberto Roteta Dorado.
Participar en una convención con carácter urgente convocada por Alianza PAIS. Esta ha sido la justificación oficial para que Correa apareciera inesperadamente en Ecuador -independientemente de que como ecuatoriano que es puede entrar y salir del país cada vez que quiera-; pero como es de suponer el exmandatario no viajaría desde Bélgica hasta la pequeña nación andina por el solo hecho de ser participante en un evento sin trascendencia alguna.
¿Qué se gestó pues de manera previa a la realización de la convención satélite de Alianza PAIS? En primer lugar, que Correa, el líder imprescindible, según los fanáticos del ala correísta, restableciera el orden y levantara los ánimos en los militantes de un movimiento en plena crisis. Segundo, eliminar para siempre a Lenín Moreno de la dirección del Movimiento Alianza PAIS, toda vez que fracasara el primer intento de separarlo de sus filas hace solo unas semanas, algo que hasta el presente no han logrado, y esta última idea si considero que adquiere mayores dimensiones como hipótesis que justificara la presencia del exmandatario en tierras andinas.
El Partido Alianza PAIS, el movimiento político izquierdista fundado por Correa para su campaña política, que lo llevara a la presidencia del país hace más de una década, y del que es considerado presidente vitalicio, atraviesa actualmente por su peor momento.
Todo parece indicar que Alianza PAIS ya jugó su papel como vehículo para los proyectos “socialistas” de Correa. Una vez que se logró salir del aun joven mandatario y de sus ideas fidelistas-guevarianas concretadas a través de lo que llamó Revolución Ciudadana, y teniendo en cuenta el giro político que ha experimentado Ecuador tras la asunción del poder por parte de Lenín Moreno -quien supuestamente garantizaría el continuismo político- la razón de ser de un partido de tendencia izquierdista perdió su sentido.
Es justamente lo que ha ocurrido en Ecuador. El supuesto socialismo que jamás existió en el orden práctico ha desaparecido de la noche a la mañana. Lenín Moreno ha convocado al diálogo a aquellos movimientos opositores y otros afines; aunque separados de las aberraciones de Alianza PAIS, lo que se ha interpretado por los fanáticos y recalcitrantes seguidores del Mashi -como cariñosamente le llaman a Correa sus adoradores- como una traición a la Revolución Ciudadana, al Partido Alianza PAIS, y de manera particular a su fundador Rafael Correa.
Así las cosas se han conformado dos bandos. Por un lado los defensores del correísmo (correístas), y por otro los seguidores de Lenín Moreno, (morenistas o leninistas). Varios líderes reaccionarios del ala correísta determinaron expulsar a Lenín Moreno de la presidencia del partido, algo que quedó sin vigencia toda vez que la Asamblea Nacional no reconoció la “medida disciplinaria”, en realidad una orden que desde Bélgica imponía Correa a modo de venganza, y como preámbulo a lo el historiador cubano radicado en Ecuador, Rolando Gallardo, considera golpe de estado blando que pudiera tener lugar en la nación andina.
Posteriormente los miembros que actuaron impulsados por la ira y la exclusión fueron juzgados por una comisión de ética en el seno del movimiento, quedando suspendidos de sus funciones por un período de seis meses, por lo que todo evento, suceso, decreto o medida que tenga lugar a partir de este momento y que sea convocado por estos líderes partidistas es ilegal, por cuanto no cuentan con la aprobación de su verdadero presidente Lenín Moreno; y esto no solo es una idea que defiendo y que fundamento basándome en argumentos bien sólidos, sino que la propia ministra de Relaciones Exteriores, María Fernanda Espinosa, se ha referido de igual forma a la supuesta convención del ala correísta de Alianza PAIS.
La ministra afirmó en Teleamazonas que la mayoría de la militancia no aceptó jamás dicha convención, la cual consideró solo como una reunión de algunos militantes. "Eso no fue ninguna convención, no es una convención legal ni tampoco una convención legítima porque la gran parte de la militancia de Alianza PAIS conoce bien cuáles son nuestros reglamentos, cuáles son nuestros principios fundacionales y el Consejo Nacional Electoral (CNE) no reconoce esa directiva".
De igual forma la dirigente partidista y pilar del nuevo gobierno de Ecuador enfatizó en la idea de la suspensión de parte de la dirigencia por el Comité de Ética del propio movimiento, lo que deja sin carácter de legalidad a la controversial convención. La Sra. Espinosa destacó las políticas que ha venido ejecutando el presidente Lenín Moreno sobre todo en la lucha contra la corrupción y la consulta popular, que a su juicio, servirá para mejorar "nuestra democracia, convivencia, los derechos de la naturaleza".
Así las cosas, dicha convención no fue reconocida de manera legal y a los partidistas les fue negado el apoyo requerido para este tipo de lances, incluido un espacio para la realización de eventos, por lo que la “convención” quedó reducida a una simple reunión ordinaria que no solucionó absolutamente ninguno de los graves conflictos del ya decadente movimiento; aunque como era de esperar Rafael Correa se refirió a triunfos -algo muy común en los líderes de la izquierda latinoamericana que han sido capaces de convertir, al menos teóricamente, cada derrota experimentada en el orden práctico, en un supuesto triunfo de ideas. No obstante, a solo unos instantes antes de partir hacia Bélgica tuvo que admitir que cada vez son menos (los correístas de Alianza PAIS), aunque “más fortalecidos”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Esmeraldas, Homero Cervantes, negó el uso del recinto ferial para la convención convocada por los seguidores de Rafael Correa. Los militantes afines denunciaron un boicot por parte del ejecutivo para que no se realice el evento, y es lógico que no tenga efecto, considerando la ilegalidad de dicha convención, como determinó el Consejo Nacional Electoral, CNE, que no admite la tenida de los correístas como una convención.
Correa participó el 3 de diciembre en un mitin junto a algunos de sus seguidores de Alianza PAIS en una hostería de la localidad de Esmeraldas, instalaciones pertenecientes a Franklin Bravo Burneo, tío del exgerente general de Petroecuador Álex Bravo Panchano, quien enfrenta tres sentencias judiciales que suman 11 años y 8 meses de cárcel por cohecho, delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito vinculado al escándalo de la empresa petrolera.
El lunes 4 de diciembre medio centenar de manifestantes hicieron un plantón en Portoviejo, una importante ciudad portuaria de la costa ecuatoriana, en rechazo a la presencia de Rafael Correa en esta zona. “Tanto que se burló de Portoviejo y tiene el cinismo de venir a Portoviejo, nos quitó el aeropuerto, la plata de la reconstrucción se la llevaron y todavía tiene el cinismo de venir a nuestra tierra”, afirmó Enrique Zambrano, exdirector provincial del Registro Civil de la localidad. Por otro lado, en Quito, a pocos metros de la sede de Alianza PAIS los opositores del exmandatario gritaron: “¡Devuelvan lo robado!”, y mostraron pancartas acusando al gobierno de Correa de corrupción y pidiendo la cárcel para el dictador, así como su total respaldo a la consulta popular impulsada por el presidente Lenín Moreno.
Pero esta participación del egocéntrico exmandatario en una sencilla reunión improvisada de la noche a la mañana es muy poco para alguien que ha pasado una década ostentando y haciendo gala de un personalismo sin igual en la región. Rafael Correa es de los que piensan en grande y prefiere actuar en terrenos de altos quilates (Europa, donde ha dictado múltiples conferencias y charlas y Norteamérica, donde se dice que profundizara sus estudios). Esto sugiere que el verdadero objetivo de su breve estancia en el Ecuador no fue en realidad su participación en la ilegal convención satélite de Alianza PAIS, evento en el que se esperaba que el antiguo mandatario restableciera el orden y limara asperezas entre los dos bandos bien delimitados del movimiento, los correistas y los morenistas, y lo más importante, que iniciara la serie secuencial de pasos para destituir de forma oficial a Lenín Moreno de la presidencia del partido, algo que en realidad fue tratado en el evento, pero que no procederá, como tampoco logró materializarse la destitución del actual mandatario de su puesto al frente de dicha organización, toda vez que la Asamblea Nacional y el Consejo Nacional Electoral no lo admitieron.
Lenín Moreno, el hombre que el propio Correa dejara en su puesto para garantizar el continuismo político necesario, no solo para preservar la forma de política oficialista y el estilo de gobierno correísta, sino para que jamás pudiera salir a la luz pública las implicaciones de la más alta cúpula gubernamental en los casos de asociaciones ilícitas en el bochornoso caso de la empresa constructora brasileña Odebrecht, se ha convertido en el peor obstáculo, toda vez que desde el inicio de su mandato se pronunciara contra la corrupción y a pocas semanas de su presencia en Carondelet (Palacio del centro histórico de Quito que sirve de sede al Gobierno) declaraba públicamente las millonarias cifras de una deuda que dejaba el correísmo, y se oponía a las formas totalitarias y excluyentes de su predecesor.
Lenín Moreno, actualmente de gira por España e Italia, acaba de afirmar el jueves 14 de diciembre al diario español ABC: "Ha habido una corrupción galopante, principalmente en el último período del gobierno anterior. Lastimosamente, parecería que el presidente (refiriéndose a Rafael Correa), más de una ocasión, hacía la vista gorda, porque estaba pensando no en el país, sino en la próxima elección”.
De modo que el punto de la destitución del liderazgo de Moreno dentro de Alianza PAIS que fuera abordado en el encuentro partidista, y no justamente la realización de un supuesto evento, si justifica en gran medida la urgente presencia de Correa en tierras andinas, justo en el momento en que su vicepresidente estaba siendo procesado por la justicia por su participación en el caso Odebrecht.
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(Continuará)
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Fuente: Cubanálisis, sitio que dirige el politólogo Eugenio Yáñez en Estados Unidos. |