Elecciones en Cuba, La Distopía del siglo XXI. /PRIMERA PARTE DE DOS/. Por Tatiana Jonsson. Lincenciada en PPE y analista en política internacional. Suecia. 2018-02-26
Si George Orwell estuviese vivo, escribiría lo que sería su segunda obra maestra “2018”.
Un mensaje en Facebook, surgido precisamente de donde menos se hubiera podido esperar, ha puesto en evidencia el punto más débil del sistema electoral cubano. No importa que solo permaneciera unas horas en línea; tampoco que para la mayoría de los residentes en la isla internet siga siendo poco más que la posibilidad de comunicarse a través de Imo app con los familiares que emigraron; el hecho de que una de las esposas de “los Cinco” -el famoso grupo de espías cubanos encarcelados en EEUU durante década y media, hasta que la Administración Obama organizó su puesta en libertad- se cuestione el “más democrático de los procesos electorales”, basta para que salten las alarmas. Mucho más cuando, por primera vez en casi seis décadas, el país se enfrenta a la posibilidad de no ser dirigido –al menos formalmente– por un miembro de la familia Castro.
Cada cinco años, los ciudadanos de Cuba están llamados a las urnas para votar en las elecciones a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Este parlamento unicameral fue creado en 1976, cuando Fidel Castro impulsó la aprobación de la Constitución Socialista todavía vigente. Al amparo de la misma, y de la ley electoral de 1992, los cubanos “eligen” un parlamentario a razón de cada veinte mil habitantes. (El entrecomillado no es gratuito. El día de los comicios –que este año han sido fijados para el 11 de marzo– los votantes recibirán una papeleta en la que figurará el mismo número de candidatos que de puestos a ocupar. Los ciudadanos tendrán ante sí la posibilidad de dar su respaldo a todos, a uno o a varios, o a ninguno. Fuera del abanico de opciones queda la de hacer nuevas propuestas).
Este año, en la lista de los candidatos figuran dos de los "Cinco Héroes". Pero la polémica surgió cuando, a finales de la semana pasada, Olga Salanueva, la esposa de uno de ellos, René González, publicó en su perfil de Facebook un comentario-explicación para todos aquellos que le preguntaban por qué su esposo no se cuenta entre los candidatos a diputado. “A la oficina de René un día llegó un representante del sindicato de Cultura, al cual él pertenece por ser vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Le dejaron una planilla a llenar con sus datos personales alegando que había sido propuesto por este sindicato a candidato a diputado. Él la llenó y la entregó. Al resto de los cinco les sucedió de igual manera, propuestos por diferentes lugares (...). Hasta ahí lo que sé, ayer de pronto el listado de candidatos y la avalancha de preguntas”, contaba Olga Salanueva en su texto de la red social.
En definitiva, solo dos de los Cinco consiguieron pasar el escrutinio del todopoderoso ente encargado de determinar quiénes conducirán los destinos del país: Gerardo Hernández –a quien muchos castristas ven como un candidato "presidenciable"?– será elegido por la ciudad de La Habana y Fernando González, por la de Santiago. La candidatura de los otros tres ha sido descartada sin que ni siquiera ellos, al menos en un primer momento, hayan sido informados de las razones.
Termino este artículo como empecé, mencionando a George Orwell. Su obra maestra “1984” y unos de mis libros de cabecera, por cierto censurada en Cuba.
Suecia. 2018-02-26. tgojonsson@gmail.com
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