Arrecia la detención de militares en Venezuela tras supuesta rebelión Por Sabrina Martín PanAm Post 23 de Mayo de 2018
Solo en las últimas horas se conoció la detención de unos 40 funcionarios de la Fuerza Armada en distintas partes del país acusados de conspirar contra el gobierno
El fraude electoral perpetrado por la dictadura de Nicolás Maduro generó persecución en los cuarteles tras el descontento interno que se vive en la Fuerza Armada de Venezuela. Solo en las últimas horas se conoció la detención de unos 40 militares en distintas partes del país acusados de rebelión .
Una situación violenta e irregular se vivió la noche de este martes 22 de mayo en Petare, zona popular de Caracas, luego de que la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) intentara capturar a un sargento de la Guardia Nacional. Durante el operativo hubo un muerto y dos heridos.
Anoche la Dgcim llegó a Petare a detener a un sargento que, junto con otros funcionarios, no se dejaron capturar y empezó un tiroteo. Hubo un muerto y dos heridos, pero tres sargentos lograron escapar sin que los detuvieran y se llevaron unas armas, uno fusiles AK103.
La situación estaría enmarcada en un operativo con la intención de detener al funcionario de la Guardia Nacional por presuntas razones políticas.
Y es que solo la semana previa a las “elecciones” presidenciales fueron detenidos cerca de 40 militares. El pasado 16 de mayo funcionarios de la Dgcim aprehendieron a 12 miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con el rango de teniente de fragata. Tres días después, detuvieron a 20 militares más; y el lunes 21 de mayo fueron detenidos otros seis.
Según Lilia Camejo, directora ejecutiva de la organización no gubernamental (ONG) Justicia Venezolana, desde que inició 2018 hasta abril, habían sido detenidos 34 funcionarios de la FANB.
También destaca entre las detenciones de uniformados la del exministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, quien tiene rango de mayor general del Ejército. Fue aprehendido el 13 de marzo en Caracas por miembros del cuerpo que llegó a dirigir durante más de 10 años: el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
De acuerdo con abogados de la ONG Foro Penal Venezolano, a la mayoría de los detenidos se les imputó los delitos de motín, instigación al motín, delitos contra el decoro militar, y traición a la patria.
Aparte de estas detenciones, desde 2003 han sido apresados 92 militares acusados de conspiración (34 en 2018), según la ONG Justicia Venezolana. Además en marzo, Maduro degradó y expulsó a 24 oficiales, la mayoría presos o exiliados.
Y es que con la profundización de la crisis en Venezuela, los cuarteles y los cuerpos policiales en el país suramericano han empezado a mostrar un fuerte descontento.
Reportes de la prensa nacional e internacional revelan que en el país suramericano se respiran aires de posible levantamiento militar contra el régimen de Nicolás Maduro y ante esto aumenta la detención de miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
En marzo, el diario estadounidense El Nuevo Herald señaló que en Fuerte Tiuna en Caracas, uno de los más importantes complejos militares del país, agentes de inteligencia detuvieron a funcionarios del Ejército tras haber encontrado vehículos blindados cargados con municiones.
Se trata de un comandante del Batallón Ayala y de cinco tenientes coroneles quienes están encarcelados y fueron acusados de traición a la patria.
El “poderoso” Batallón Ayala fue el que tuvo Hugo Chávez bajo su poder en 1992 y con el que decidió tomar el Palacio de Miraflores y protagonizar un golpe de Estado.
Y es que con la llegada del chavismo al poder, se les ha otorgado a los militares grandes beneficios y el control de la economía del país, como una especie de estrategia para evitar golpes de Estado.
Generales y comandantes ocupan las carteras más importantes del Gobierno, incluso la presidencia de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa); además se encargan de la importación y distribución de alimentos y productos básicos. Tienen su propio banco, su empresa petrolera militar y hasta un canal de televisión.
En Venezuela el Ejército controla nueve de los catorce ministerios de las áreas de Economía e Infraestructura y, según la Asociación Civil Control Ciudadano, casi la mitad del gabinete está ocupada por militares.
Sin embargo, con el pasar del tiempo el régimen de Nicolás Maduro ha quedado deslegitimado nacional e internacionalmente por lo que al parecer miembros de la Fuerza Armada ahora buscan deslindarse.
A este descontento político, se le suma la precaria situación que se vive en los cuarteles venezolanos al punto en que los militares aseguran estar pasando hambre.
A mediados de enero, se dio a conocer otro audiovisual donde un grupo de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional exigen “apoyo”: “Mi general, estamos pasando hambre, el sueldo de nosotros se nos va en una ida y venida a nuestras casas”, dice un soldado de la Guardia Nacional.
Cabe destacar que países como Estados Unidos han dejado claro estar de acuerdo con la posibilidad de que en Venezuela exista una rebelión militar.
Tanto el senador Marco Rubio, Todd Robinson, jefe de la Embajada de EE. UU. en Venezuela, como el exsecretario de Estado Rex Tillerson, señalaron que el Gobierno norteamericano estaría de acuerdo con una sublevación de la Fuerza Armada.
“Es evidente que el sector militar tiene mucha influencia en el futuro del país y si ellos pueden ayudar, no vamos a decir que no”, dijo Robinson durante su gira por Latinoamérica.
“Si la cocina se calienta demasiado para él, estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le pueden dar una linda hacienda sobre la playa y él puede tener una vida agradable allá”, dijo Tillerson.
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