SECUESTRO Y HELMS-BURTON Por Claudio Fuentes en Facebook el 19 de abril de 2019
Esbirro räulista que junto a dos policias se lanzó sobre Claudio Fuentes el 18 de abril de 2019
Ayer día 18 de abril de 2019 el esbirro raulista que aparece en la foto, junto a dos policías con auto patrullero, se lanzaron sobre mí en plena calle sin mediar palabras, violentamente me introdujeron en el vehículo y fui llevado a la estación policial de Zapata y C en el vedado. Allí, el mismo esbirro de la foto, tuvo un mensaje y unas palabras de amenazas muy precisas. Quiero aclarar, que en cada interrogatorio mi posición desde hace ya unos años es siempre la misma. No hablo.
El mensaje de Raúl Castro a través de su esbirro fue muy claro: no vamos a permitirles que tomen las calles, ni a Estado de Sats ni a las Damas de Blanco. Nuestra respuesta, (la de ellos) siempre será la misma: los encarcelaremos. Dijo que Cuba no era Venezuela, que acá jamás se darían los estallidos sociales a los que nosotros aspirábamos, que ellos aquí lo tenían todo muy controlado, por lo que lo mejor sería que nos fuéramos olvidando de todo ese asunto del boicot, la protesta y la desobediencia civil, que desde nuestra campaña #CubaBoicot hemos estado promoviendo.
Acotó que Antonio G. Rodiles había participado como invitado al discurso de John Bolton el día anterior en Estados Unidos y el anuncio de la activación del capítulo III de la Helms Burton. Que saben que Antonio tiene como objetivos incluso apoyar una intervención militar en Cuba por parte de los Estados Unidos. Se recreó en una verborrea de resistencia de la tiranía frente a un segundo período especial a costa de los cubanos como escudo. Aclaró que todo lo que me estaba diciendo a mí, se lo dirían a Antonio en el mismo aeropuerto, una vez hiciera entrada a la Habana. Insinuó que un día, por ley de la vida, Gladys, la madre de Antonió tenía que fallecer, y que lo más seguro era que Antonio, sólo, tomaría la decisión de emigrar nuevamente, que lo mejor que yo podía hacer era abandonar mi hermandad con este, y emigrar lo antes posible.
No faltaron las consabidas amenazas de cárcel, una posibilidad que siempre contemplamos como real. Más de 140 presos políticos, incluidas 5 Damas de Blanco, confirman esta amenaza.
Mi única preocupación era que mientras me retenían en la unidad policial, intentaran penetrar silenciosamente en casa de Antonio con la madre allá sola, para robar o dañar nuestros equipos de trabajo, como ya aprovechando un viaje en que Antonio, Ailer y yo, no nos encontrábamos en la Habana.
Mi impresión es que el régimen se sabe expuesto, y acorralado, y a sus enemigos de intramuros, intentará mantenerlos bajo represión y control constantes, es decir se avecina una fuerte y peligrosa temporada para la oposición interna de Cuba. Serán imprescindibles un mayor apoyo, visibilidad y solidaridad.
En el arresto me ocuparon o mejor dicho robaron, dos discos duros, que formaban parte de nuestro equipamiento de trabajo.
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