Cubanet video: Daniel Llorente: el hombre de la bandera sobrevive en Guyana. Augusto César San Martín y Rudy Cabrera. Cubanet.
26-11-2019
Daniel Llorente: el hombre de la bandera sobrevive en Guyana PorAugusto César San Martín y Rudy Cabrera Cubanet 26 de noviembre de 2019
“Yo realmente no me fui de Cuba, a mí me sacaron de Cuba. La Seguridad del Estado me pagó un pasaje y me puso entre la espada y la pared”
LA HABANA, Cuba.- Una vez al mes Eliecer Llorente Pérez tiene la posibilidad de comunicarse desde Cuba con su padre, Daniel Llorente, conocido como el hombre de la bandera. Hace 6 meses el joven despidió a su papá después que la represión política del régimen consiguiera desterrarlo a Guyana.
Las razones que le impiden hablar con su padre no tienen solución, al menos por ahora. La economía de Eliecer no alcanza para costear el precio del Internet o las llamadas telefónicas. Algo parecido sucede con Daniel Llorente, quien logró regularizar su estatus migratorio y condición de refugiado político en Guyana, pero le falta ayuda para salir de la frágil situación económica en que se encuentra.
CubaNet se ofreció como puente de comunicación entre el hijo y el padre, que derivó en una entrevista telefónica al hombre de la bandera, al activista expatriado, y a su hijo en Cuba.
“He tenido que dormir en la calle”, así comienza Llorente a narrar su situación actual, y asegura que no es por falta de voluntad personal.
Daniel Llorente se empleó como albañil en un trabajo en el que le pagaron 50 dólares, y con ese único salario liquidó la renta de siete días. Para la semana en curso Llorente nos aseguró que estuvo obligado a solicitar ayuda humanitaria a la Cruz Roja.
“En estos momentos estoy sin trabajo,no tengo cómo pagar la renta y conseguir alimentos. He logrado trabajar, pero el estatus de extranjero dificulta conseguir empleo, sobre todo bien pagado (…) Solicité ayuda en las oficinas de Naciones Unidas y ahí me dijeron que como es un caso nuevo no tienen fondos”.
En su condición de perseguido político, reconocido por Naciones Unidas, Daniel recibió ayuda de la Organización Internacional para Refugiados (OIM), que no lo salvó de dormir en la calle.
“En estos momentos estoy sujeto a como vengan las cosas, tengo vencido el plazo de estancia en el lugar donde duermo, otra vez estoy en la calle”, aseguró Daniel Llorente.
Quienes lo expatriaron aún lo acompañan
En la Isla, Eliecer define la relación con su padre como la de dos personas en una. En múltiples ocasiones padre e hijo corrieron la misma suerte, al ser arrestados por su activismo político dentro de Cuba.
Eliecer dijo a CubaNet que siente las adversidades de su padre como suyas, y lamenta no poder ayudarlo.
“Él no tuvo opción cuando salió de Cuba (…) Me duele que ni siquiera puedo hablar con él para apoyarlo. Esto que está pasando se lo debemos a quienes lo sacaron de aquí”, aseguró.
El libre visado para viajar a Guyana facilita el arribo de miles de cubanos a Georgetown. A los coterráneos que arriban al país sudamericano Llorente los clasifica en cinco categorías.
“Están los cubanos que vienen por la visa en la embajada de los EE.UU., los que vienen por compras, los que vienen como puente migratorio, los que vienen a residir un tiempo aquí, y los que trabajan para la Seguridad del Estado cubana”.
Esta ultima categoría es denunciada de forma constantepor las presiones que ejercen sobre los cubanos en Georgetown. Daniel asegura que fue advertido sobre el interés de dos conciudadanos en su caso.
“Han tratado de influenciar en las instituciones guyanesas con opiniones negativas en mi contra, para que me sea denegado el auxilio del gobierno. Funcionarias guyanesas de la OIM me dijeron que esas personas quieren saber mi estatus en el país, mi desenvolvimiento aquí. Esa es la explicación de que un día después de prometerme la ayuda no me hayan querido recibir en las oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores”.
Daniel reclama que la instancia de Naciones Unidas en Guyana vele por la ayuda que le corresponde como refugiado político. El activista exige un auxilio que le permita mantenerse hasta comenzar los nuevos trámites que tiene en sus planes como exiliado.
“Yo realmente no me fui de Cuba, a mí me sacaron de Cuba”, asegura Daniel, y añade: “La Seguridad del Estado me pagó un pasaje y me puso entre la espada y la pared, o me iba de Cuba o iba preso”.