Entre jalones de pelo y despliegue policial, la venta de jabón en un pueblo del interior de Cuba Por Osmel Ramirez Alvarez Diario de Cuba 21 de diciembre de 2019
Cola del jabón en la tienda Los Buenos Precios, de Mayarí, Holguín. O. RAMÍREZ ÁLVAREZ - DDC
La presencia de agentes de la policía en las colas se ha vuelto frecuente debido a los altercados que produce el desabastecimiento.
"¡Esto parece un carnaval!", expresó una señora que salió despeinada y estrujada de la cola del jabón en la tienda Los Buenos Precios, de Mayarí, Holguín, aunque logró comprar las tres pastillas de baño y tres de lavar que estaba "orientado" vender por persona.
"He salido molida. Soy diabética y este estrés no me conviene, pero si no me meto, no compro. Vine desde las 6:00 de la mañana a marcar y acabo de comprar a las 9:30. Díaz-Canel dice 'vamos por más, pero el pueblo cada vez tiene menos".
Desde hace más de un año, el jabón, el detergente líquido y la pasta dental están "perdidos" de los mercados mayariceros. Son artículos de primera necesidad y de gran demanda; el déficit ocasiona vicisitudes a la población.
Hace algunas de semanas también se "perdió" el detergente en polvo, lo cual cerró las opciones de aseo. De ahí que al surtir las tiendas de alguno de esos productos se produzca el molote.
"¿Y así decían que iban a quitar la libreta?", comentó Ismel, un maestro que esperaba su turno al final de la enorme cola. "Si hacen eso, mucha gente se morirá de hambre y otros pasaremos las de Caín. Esto no avanza, cada día va más para atrás. Aquí mismo mira cómo perdemos tiempo laboral haciendo cola, pero si no salimos del trabajo, con qué nos bañamos", cuestionó.
Cuando abastecieron la mencionada tienda con jabón se corrió la voz, mucho más rápido gracias a las nuevas tecnologías. En la madrugada del día siguiente, ya había cientos de personas esperando a que a las 8:00 AM abrieran y comenzara el despacho.
"Es una cosa mal hecha depositar todo el jabón en una sola tienda para un municipio tan grande (105.000 habitantes). Deberían vender en varias al mismo tiempo, lo que haya que lo repartan para que no se forme esto", se quejó Jesús, un jubilado.
"Tuvieron que llamar a la Policía para organizar a la gente, porque no solo estaban discutiendo entre ellos, hasta a una dependienta le jalaron el pelo. La gente se desespera porque llevamos varias semanas sin jabón", dijo.
La situación es parte de la crisis de abastecimiento que vive el país desde hace más de dos años, y que recientemente Díaz-Canel rebautizó como "coyuntural" cuando tocó el sector energético.
Sin embargo, es evidente que se ha agravado durante el presente año por la caída de las exportaciones de servicios médicos y las medidas de endurecimiento del embargo que el presidente Donald Trump ha impulsado.
Aunque el fenómeno es general en toda la geografía cubana, es en los municipios del interior donde la crisis golpea más. Los productos de primera necesidad, como los de aseo y los alimentos, escasean. Ello crea una situación de estrés colectivo que desemboca en el pánico a no alcanzar los productos y frecuentemente se producen altercados entre los desesperados compradores. En este contexto, ya se hace habitual la presencia policial en las colas de las tiendas.
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