YEMEN, LA ÚLTIMA FRONTERA DEL COVID-19. Por el licenciado Rolando Gallardo.
Quito. Ecuador.- Todas las naciones reportan contagios, el coronavirus se esparce con celeridad por todas las países del globo. El crecimiento exponencial de nuevos casos y decesos marca los reportes diarios del avance virulento de este mal. Todas las naciones del cuerno de África y de la península arábiga muestran infectados menos Yemen, que ha pasado a convertirse en la última frontera del Covid-19.
Lejos de ser un aliciente o la luz al final del camino, Yemen es, sin dudas, la mayor preocupación sanitaria de la región. Con una guerra olvidada por la prensa el país ha visto resurgir brotes de enfermedades como el cólera, la difteria, el sarampión y las hambrunas en regiones atrapadas por el conflicto interno y los enfrentamientos con Arabia Saudita.
«Más del 80% de la población de Yemen carece de alimentos, combustible, agua potable y acceso a servicios de salud, lo que la hace particularmente vulnerable a enfermedades que generalmente se pueden curar o erradicar en otras partes del mundo. El sistema de salud ha sido diezmado por años de guerra implacable…»
¿El COVID ya está en Yemen?
El ingreso de la enfermedad al país pudo haberse producido desde principios de marzo. Yemen se encuentra relativamente aislado, pero los insurgentes huties, cuentan con el apoyo de Irán, desde armamento hasta soldados voluntarios y asesores para nutrir y entrenar sus milicias. Teniendo en cuenta que los primeros contagios en Irán aparecieron en torno a la primera quincena de febrero, es de esperar que la enfermedad haya sido trasladada al interior del país por agentes iraníes. La incapacidad del sistema de salud yemení para la detección temprana de la enfermedad la mantuvo fuera de las estadísticas internacionales.
Yemen, la mayor crisis humanitaria de la historia:
Ahora que se van haciendo evidentes los contagios y se detectan casos de cuadros respiratorios agudos por análisis clínico en los territorios bajo control hutí. Las agencias de noticias iraníes acomodan el escenario para apuntar con el dedo a Arabia Saudí como el agente de infección por Covid-19 en territorio yemení. Una estratagema para liberarse de responsabilidad por la introducción del virus a través de sus voluntarios. Es sintomática la aparición de noticias como estas: MINISTERIO DE SALUD: ARABIA SAUDÍ BUSCA INTRODUCIR EL CORONAVIRUS EN YEMEN
En los próximos 10 días se pueden estar oficializando los contagios en Yemen. La rápida propagación del virus es el arma más letal a la que se enfrenta el país, con un sistema de salud colapsado por víctimas de combates, bombardeos y terrorismo. Lo peor puede estar por venir. La capacidad de contención de la enfermedad es limitada. El país depende de la ayuda internacional para poder diagnosticar el coronavirus en su población en intentar tratamientos paliativos. Las escenas de personas muriendo en sus casas o en los pasillos de los hospitales no serán un panorama nuevo en Yemen, de hecho son ya parte del paisaje diario.
LOS YEMENIES SOLO PUEDEN ASPIRAR A LA INMUNIZACIÓN NATURAL.
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