La historia detrás del contrato: cómo se armó y desarmó un plan para capturar a Maduro Por Orlando Avendaño Actualizado PanAm Post 8 de Mayo de 2020
Hay que ir meses atrás. Cuando los protagonistas de la historia armaron y desarmaron el plan para capturar a Maduro. Esa operación, que en un momento parecía estar a punto de sellarse, pero que terminó abortándose en un encuentro hostil
La siguiente crónica es armada a partir de los testimonios de cuatro fuentes protagonistas, documentos a los que tuvo acceso el PanAm Post y los artículos publicados en The Washington Post y AP:
Hubo un proyecto de plan para capturar a Nicolás Maduro. Consistía en una operación quirúrgica, con la pretensión de ser limpia, que pasaba por la infiltración de células militares en Venezuela. Un extenso documento de 42 páginas detalla, paso por paso, el desarrollo de la aventura. Sin embargo, la discusión de esta operación entre las partes fue breve. Empezó en una reunión a principios de otoño en un apartamento del centro financiero de Miami y terminó, de forma agresiva, en el mismo apartamento, el 8 de noviembre.
Casi seis meses después de que una de las partes amenazara a la otra, la operación se ejecutó arbitrariamente. «Queremos hacer del conocimiento, y denunciar ante la comunidad nacional e internacional, que en la madrugada de hoy, 3 de mayo de 2020, pretendieron realizar una invasión por vía marítima un grupo de mercenarios terroristas», dijo el ministro de Interior y Justicia del chavismo, Néstor Reverol, casi al mediodía de ese domingo.
Un par de horas luego de que hablara Reverol, un video apareció en las redes sociales: el capitán Javier Nieto Quintero de la Guardia Nacional Bolivariana, una de las primeras víctimas de las purgas chavistas dentro del mundo militar, respetado y admirado, aparecía junto a Jordan Goudreau, un mercenario estadounidense y el propietario de la agencia de seguridad privada Silvercorp, atribuyéndose, no solo la incursión marítima que el régimen había logrado frustrar, sino futuras operaciones.
Goudreau era, como lo dejó claro en la misma noche de ese domingo 3 de mayo, una de las partes del acuerdo que se urdió en otoño de 2019 —pero que se interrumpió abruptamente el 8 de noviembre en una discusión agresiva—. Aunque toda la operación se tramó bajo el estricto respeto de dos acuerdos de confidencialidad, el americano decidió revelar todo ante los medios.
En una entrevista a la periodista venezolana Patricia Poleo en el medio Factores de Poder, Goudreau delató los detalles y permitió la publicación de un aparente contrato de 8 páginas firmado por el presidente Juan Guaidó, su estratega JJ Rendón y el diputado Sergio Vergara. Para justificar lo que claramente era un incumplimiento con lo acordado y la delación sensible de una operación militar, Goudreau arguyó que lo hacía para proteger a sus hombres en tierra y para exponer la supuesta traición a la que había sido sometido: Guaidó, según él, incumplió el contrato porque no pagó los servicios de Silvercorp.
El resto de la historia está ahí: la operación fue frustrada enteramente por el chavismo y los demás hombres, que se dispusieron a incursionar a Venezuela aún considerando que ya el régimen estaba al tanto, cayeron como chinches. Fue señalada como tal: una operación suicida. Nadie entendía, porque la sensación era que quien apadrinaba la operación estaba mandando a sus hombres al matadero.
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Las mentiras de Jordan Goudreau en el marco de la Operación Gedeón Por Sabrina Martín PanAm Post 8 de Mayo de 2020
El exboina verde habría convencido al Gobierno interino de Juan Guaidó de tener la capacidad de capturar y entregar a la justicia a miembros del régimen de Maduro
Jordan Goudreau, el líder de la Operación Gedeón que buscaba capturar a Nicolás Maduro, ha dejado evidencias de ser un charlatán y un estafador que no solo no podía derrocar al régimen de Venezuela, sino que además ha sido capaz de arriesgar y entregar la vida de sus propios compañeros.
Goudreau es un exmilitar que recibió tres veces la Estrella de Bronce por su valentía en Irak y Afganistán; tiene 43 años y ha sido médico en las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos. Goudreau además es presidente ejecutivo de la empresa Silvercorp, una compañía prácticamente abandonada en suelo norteamericano que habría vendido la idea de que podría derrocar a la dictadura en Venezuela.
Una investigación de AP publicada antes de la fallida incursión, sitúa a Goudreau en el centro de un complot tramado con un rebelde exgeneral del Ejército venezolano, Cliver Alcalá, para entrenar en secreto a docenas de desertores militares venezolanos en campamentos secretos en Colombia para llevar a cabo una operación rápida contra Maduro.
El exboina verde habría convencido a funcionarios del Gobierno interino de Juan Guaidó de tener la capacidad de capturar y entregar a la justicia a miembros del régimen con acusaciones y orden de captura en Estados Unidos. Sin embargo, tras haber cobrado unos 50 000 dólares, decidió ofrecer a la prensa información confidencial sobre la Operación Gedeón.
Analistas y expertos en estrategia militar consideran que «es sospechoso» que Goudreu esté compartiendo a los medios de comunicación toda la información de la operación cuando en teoría debería ser confidencial. Esta situación ha hecho que muchos consideren que se haya vendido al chavismo tras no haber recibido dinero para iniciar el plan de captura.
Goudreau dijo que la oposición ni siquiera le pagó el anticipo de 1,5 millones de dólares que había solicitado, pero que decidió continuar prestando los servicios de su compañía porque es un «luchador por la libertad». A pesar de saber que no le pagarían, el exmilitar estadounidense permitió que voluntarios contra Maduro llegaran a Venezuela a continuar con un plan que ya el Gobierno de Guaidó había abandonado.
Las contradicciones por parte de Goudreau abundan. En una entrevista televisada con Factores de Poder afirmó que nunca recibió un «solo centavo» por su trabajo, no obstante, luego reconoció haber recibido 50 000 dólares.
El exmilitar estadounidense también aseguró que el presidente Guaidó firmó un contrato para realizar toda la operación, pero esto también fue desmentido por el mismo J. J. Rendón, responsable del Comité de Estrategia de Guaidó.
Rendón fue quien admitió haber firmado un contrato con Silvercorp; el estratega sostuvo que Guaidó no firmó documento alguno y que Goudreau finalmente no recibió luz verde para emprender la operación.
El militar estadounidense había prometido contar con unas 300 personas «fuertemente armadas y entrenadas» dispuestas a cumplir con el derrocamiento de Maduro; sin embargo, no tenía la capacidad para cumplir la promesa y aun así decidió llevar a cabo el plan que hasta ahora fracasó.
«La misión secundaria es establecer campamentos de insurgencia contra Maduro. Ya están en campamentos, están reclutando y vamos a comenzar a atacar objetivos tácticos», ha dicho Goudreau a la prensa. Pero ¿qué funcionario con experiencia militar revela los detalles de una información confidencial? ¿Por qué aun cuando se inició la operación y supuestamente hay voluntarios entrenados en suelo venezolano, Goudreau sigue dando entrevistas?
Mentira tras mentira
Para iniciar la captación de voluntarios a entrenarse contra Maduro, Goudreau se jactó de haber protegido a Donald Trump, y les dijo que preparaba un cargamento de armas y apoyo aéreo para un eventual asalto al régimen.
Ephraim Mattos, un antiguo SEAL de la Armada de Estados Unidos, visitó los campos de entrenamiento y le contó a AP que los hombres entrenaban con palos de escoba, en lugar de fusiles de asalto.
El sitio web de Silvercorp ofrece operaciones en más de 50 países, con un equipo de asesores formado por exdiplomáticos, estrategas militares experimentados y directores de corporaciones multinacionales, ninguno de ellos identificado por su nombre. Asegura haber “encabezado equipos de seguridad internacional” para el presidente de Estados Unidos, pero la periodista Ana María Mejía se acercó a la sede de la empresa y encontró unas oficinas prácticamente abandonadas.
Asimismo, el exboina verde también habría asegurado, según AP, que era agente de la CIA, pero funcionarios colombianos averiguaron que dicha afirmación era mentira. A esto se suma que Goudreau fue investigado en 2013 por presuntamente estafar al Ejército estadounidense con 62 000 dólares en estipendios para vivienda. El mismo Gobierno de Guaidó habría desistido de continuar con el plan tras descubrir que Goudreau mentía.
J. J. Rendón explicó que el contrato firmado tenía 42 páginas de anexo y que nunca llegó a acordarse su ejecución y perfección, tal y como lo asegura Goudreau. «No se avanzó en ninguno de los preámbulos para que se hiciera efectivo», dijo el estratega, quien además señaló que posteriormente le notificaron al exmilitar que se cancelaba el contrato; pero aun así continuó, dejando como resultado una misión fallida, hombres detenidos y asesinados por el régimen.
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