Inciativa Constitucional en la búsqueda del consenso necesario para una reforma constitucional hacia el Estado de derecho.
Por Cuesta Morua en Facebook el 2 de septiembre de 2020
Primero lo primero: la soberanía de los cubanos y las cubanas. Miles de firmas lo han pensado así. De dentro y de fuera de Cuba. Una minoría política se constituye ya, constitucionalmente legítima, en la búsqueda del consenso necesario para una reforma constitucional hacia el Estado de derecho. Desde la ciudadanía y desde la Constitución.
La duda razonable acerca del interés de los cubanos y las cubanas por el cambio político se está quedando sin argumentos. La pregunta política que estamos obligados a responder es la de cómo impulsar ese cambio. Esta minoría abre el camino a una coalición constitucional ciudadana para dar un primer e importante paso: recuperar y reconstruir la soberanía desde abajo.
Con la nueva Constitución puesta en vigor en abril del pasado año, el partido comunista puso fin a su reforma constitucional. Una hecha por ellos y para ellos, pero en la que se ven obligados a reconocer los nuevos tonos y acentos del momento. Estos deben ser aprovechados por nosotros para impulsar una reforma constitucional desde la ciudadanía. Con el espíritu de la Constitución del 40: la patria dentro, los partidos fuera.
Es cada vez más claro para todos y todas que el Estado debe estar al servicio de la ciudadanía, no la ciudadanía al servicio del Estado. Menos, de un partido único.
Hay un momento importante para este proyecto. La conciencia de la ley, la legalidad y el derecho crecen en Cuba. Mucha gente, tanto de la sociedad civil como de la ciudadanía, se movilizan para promover y proteger sus derechos, lo que es una magnífica noticia. La mala es que el régimen no ha respetado la misma Constitución que aprobó con fanfarria, muchos pitos y pocos caramelos desde el primer día de su puesta en escena, debilitándose cada vez más en su legitimidad improbable. Solo sabe decretar, no legislar a favor de todos y todas.
Esta contradicción entre la conducta del régimen y la escritura del Estado, como diría Amaury Pacheco, un poeta amigo, refleja en la realidad la contradicción en la Constitución misma entre la soberanía ciudadana y la hegemonía auto proclamada de un partido único, no electo por el pueblo. La participación de los ciudadanos y las ciudadanas es la clave para solucionar esta contradicción en la Constitución, construyendo un piso firme para la solución de los profundos problemas del país y de la nación.
Meta viable para los cubanos y las cubanas?: caminar hacia un patriotismo constitucional donde se protejan los derechos de todos y todas en su pluralidad, y hacia un constitucionalismo patriótico en el que la soberanía y nación independientes sean asumidos por todos y todas. Este consenso constitucional se puede describir así: nadie por encima de la ley, todos y todas protegidos por ella. Juntos dentro de la nación. Mientras más, más cerca.
Firma aqui: Cuba en Plural. 50.000 firmas por la Soberanía.
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