Pastor tunero denuncia hostigamiento por parte del régimen cubano Por Katherine Mojena Hernández Cubanet 2 de octubre de 2020
Culto presidido por Yoel Demetrio (Foto: cortesía de la autora)
Durante la pandemia de coronavirus la represión contra el pastor tunero Yoel Demetrio y su iglesia ha aumentado, denuncia el propio líder
MIAMI, Estados Unidos. – El pastor Yoel Demetrio reside en la provincia de Las Tunas, donde lidera la Iglesia Misionera en Cuba, una congregación que pertenece al Movimiento Apostólico y agrupa a más de 1000 seguidores en todo el país.
En entrevista con CubaNet, Demetrio denunció que lleva años siendo perseguido y acosado por el Departamento de la Seguridad del Estado por exigir total libertad religiosa en Cuba.
“El G2 (Policía política) nos considera gusanos y contrarrevolucionarios por predicar la palabra de Dios”, asegura.
En 2010, las autoridades cubanas decomisaron la vivienda de Demetrio, después que el Tribunal Provincial de las Tunas alegara que el inmueble había sido adquirido por “enriquecimiento ilícito” y luego utilizado como iglesia. El 8 de enero de ese mismo año, fuerzas policiales cubanas allanaron violentamente su vivienda.
“Fueron las Avispas Negras, policías, varios autos de patrulla; todo estaba lleno de militares. Rompieron la puerta y se llevaron todas nuestras cosas, camas, frío (refrigerador), cuna del bebé y a mí me amenazaron con cárcel”, lamentó el pastor.
En 2012 Demetrio fue sometido a un proceso de investigación que se extendió durante siete meses. En ese momento fue acusado, supuestamente, de “intento de salida ilegal” del país y “quema de campos de caña”.
“Dicen que yo quemé campos de caña y que causé pérdidas de millones de pesos. También decían que la CIA me pagaba para hacer eso hasta un día que dejaron de citarme”, explicó.
Al quedarse sin vivienda, el pastor y sus familiares recibieron un poder (documento legal) de un amigo que tenía una finca para que ellos se encargaran de cuidarla, al mismo tiempo que la habitaban. Pero en 2014, las autoridades se presentaron en el lugar y le impusieron 2000 pesos de multa, sin justificación legal.
Sin más alternativa, tuvieron que refugiarse en la pequeña casa de su suegra, donde decidieron continuar los cultos pese a que no contaban con el espacio ni los medios necesarios, incautados en el registro previo.
Durante ese tiempo, la familia fue multada en varias ocasiones. La propietaria de la vivienda recibió amenazas de ir a la cárcel si continuaba permitiendo las reuniones.
Pero, durante la pandemia de coronavirus la represión ceñida contra Demetrio y su iglesia se ha incrementado, denuncia el propio pastor. No obstante, a raíz de la crítica situación generada por la COVID-19 en el país, la Iglesia Misionera de Cuba determinó abrir un comedor y dar alimentos a personas desamparadas.
“El comedor fue prohibido, nos acusaron de propagación de epidemias y me elaboraron una carta de advertencia de la cual, por supuesto, no me dieron copia”.
Ahora el pastor y su familia se encuentran viviendo en la sede provincial de la Iglesia Misioneras de Cuba.
“Dormimos en cuartos pastorales hasta que podamos tener nuevamente nuestra propiedad y también trasladamos la cocina para aquí, así podemos seguir ayudando, aunque en menor medida, a los necesitados”.
Desde el mes de abril y hasta la fecha el líder religioso ha sido detenido al menos en cuatro ocasiones y amenazado con el Decreto-Ley 370 por publicar en redes sociales las ilegalidades cometidas contra él, su familia y la iglesia.
Tras un reportaje publicado en abril por Radio Televisión Martí, donde Demetrio denuncia su caso, la Seguridad del Estado decidió procesarlo por los supuestos delitos “propagación de epidemias” y “desacato”. En ese momento, violando la cuarentena, la Policía se personó en el lugar donde actualmente vive para arrestarlo.
Ahora el nuevo método represivo es lanzar piedras hacia la casa templo, sin tener en cuenta si hay niños o ancianos.
“El objetivo es infundir terror y pánico, pero nuestros seguidores nos apoyan pese a que les quieren obligar a abandonar la iglesia”, asegura Demetrio. “Somos realmente una piedra en su oscuro camino y por eso nos persiguen. Somos fuertes y creemos que nuestro guía es solamente Jesucristo, por eso somos una iglesia evangélica anticomunista”, reafirmó.
Otros líderes cubanos del Movimiento Apostólico han sufrido persecución. Uno de los que más destaca, no solo por la represión de la que ha sido víctima sino por su frontalidad con el régimen, es Alain Toledano Valiente, quien dirige la Iglesia Enmanuel en Santiago de Cuba.
En 2016 a Toledano también le expropiaron su vivienda y un gran número de equipos personales y de la iglesia. Además, figura en la lista de más de 200 cubanos impedidos de salir del país por ser de “interés público”.
Sin embargo, contrario a los deseos del Gobierno, estas iglesias continúan creciendo y expandiéndose por toda la Isla.
“Dura cosa es dar coces contra el aguijón”, dice el pastor Demetrio dirigiéndose al régimen. “A la iglesia y al pueblo cubano les quiero pedir que nunca pierdan la fe. Dios estará con nosotros y pronto todos los cubanos tendremos la libertad que necesitamos para vivir con dignidad. Que Dios nos bendiga”, culminó.
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