ESTADOS UNIDOS – CUBA, ELECCIONES, DEFINICIONES Y UN PRONÓSTICO. Por el Licenciado Frank Braña Fernández.
Bogotá. Colombia.- Como corresponde al martes situado entre el 2 y el 8 de noviembre de cada año múltiplo de 4, en los Estados Unidos de América, los ciudadanos estadounidenses se disponen a votar por sus candidatos a ocupar el puesto de presidente en las 59 elecciones presidenciales. Una contienda que hace gala al duro e impredecible 2020. Donald Trump o Joe Biden; no solo se decidirá el futuro del país norteño sino también el cauce de varios naciones pues es indiscutible lo que representa Estados Unidos para el mundo.
Con un sistema político de características únicas; su Constitución establece en el Artículo II que para que una persona asuma el cargo de Presidente debe ser un ciudadano natural de los Estados Unidos, tener al menos 35 años de edad y ser residente del país durante al menos 14 años. Aunque participan varios partidos y aspirantes independientes, el sistema es claramente bipartidista con una alternancia entre Demócratas y Republicanos. La nominación es buscada por los candidatos a la presidencia mediante un método de elecciones indirectas en las que los votantes votan por una lista de delegados del partido comprometidos con un candidato en particular; elección primaria dentro de cada partido; donde es electo el que se considera más adecuado para postularse al puesto y luego el candidato elige personalmente a un candidato a la vicepresidencia para formar el boleto presidencial de ese partido (con la excepción del Partido Libertario, que nombra a su candidato a la vicepresidencia por voto de delegado, independientemente de la preferencia del candidato).
Lo más relevante políticamente del proceso electoral está dado en el Colegio Electoral; donde realmente se elige al presidente; esta asamblea se conforma por 538 electores; cifra igual a la suma de 100 senadores + 435 congresistas + 3 delegados de Washington D. C., que no tiene senadores pero sí delegados. Cada estado contribuye con un bloque de estos delegados o compromisarios, cuyo número es igual a la suma de sus representantes más sus senadores o delegados. Durante la votación popular en las papeletas aparecen cada candidato a presidente con su vicepresidente y el partido político al que pertenece, pero estos votos no eligen en ese momento al presidente, sino que eligen en bloque a los compromisarios de esta opción política que irán después al colegio electoral. Al existir 538 compromisarios en total, un candidato necesita al menos 270 para ser elegido, es decir, la mitad + 1 de los votos compromisarios. Los críticos del sistema plantean que un candidato perdiendo las elecciones populares, puede obtener 270 votos compromisarios debido a las cuotas asignadas a los Estados y convertirse en presidente por el Colegio Electoral; como sucedió en los años 2000 y 2016. Teóricamente un candidato puede no obtener ningún voto en 39 estados pero ser electo presidente al ganar el voto popular en el Distrito de Columbia y en 11 estados más.
El 3 de noviembre del 2020 comenzaran a perfilarse los próximos 4 años para Estados Unidos pero también para Latinoamérica. Biden representa un giro a la izquierda socialista – populista, la supervivencia de los regímenes cubano, venezolano y nicaragüense; y aunque los pilares fundadores de la nación norteamericana nunca permitirán el socialismo, si habrá un conflicto de intereses que golpeará a la economía, la política internacional y el papel estadounidense en la lucha hegemónica con China y Rusia. Trump se radicalizará a la derecha, se impondrá a chinos y rusos en América Latina y va a significar el final del chavismo venezolano mientras empuja a la dictadura cubana actual hacia el final del túnel; en lo domestico la economía podrá recuperase durante el segundo semestre del 2021.
Las elecciones estadounidenses se decidirán en la Florida, el único lugar del mundo donde los cubanos se han hecho fuertes lejos de la isla; esa comunidad como reflejo de las turbulencias electorales actuales, también esta resquebrajada, pero desde 1960 ha dado muestras de abrir o cerrar la puerta que conduce a la Casa Blanca.
Realmente yo no votaría por Joe Biden ni por Donald Trump, muy a la izquierda y a la derecha; pero la verdad es que en una apretada contienda por los votos electorales, solo faltarían los 39 de la Florida para inclinar la balanza. Según la ley del karma se implanta que a cada acción le corresponde una reacción y al castro – comunismo solo le queda esperar la reacción de la comunidad cubana. Habrá que esperar 4 años para conocer al presidente número 46.
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