"OPERACION PICO". Por Álvaro J. Alvarez. Artículo enviado a CDV.ORG por Eloy A. Gonzáléz.
El barco mercante cubano Capitán Teo, regresaba a Cuba, en los primeros días de septiembre de 1977 después de llevar hombres y pertrechos de guerra a la Angola, invadida por el ejército castrista de ocupación, cuando entró accidentalmente en aguas juridiscionales dominicanas, fue divisado por el piloto de la avioneta dominicana T-41D y éste informó inmediatamente a su Base lo que acababa de ver.
El barco mercante cubano Capitán Teo...
Se ordena al guardacosta 102 al mando del capitán Ramón Nundino Hernández que salga en su persecución y logra divisar al barco cubano al Norte de Cabo Francés Viejo (100 kms. al este de Puerto Plata) pero no logra acercarse al barco que le aventaja en velocidad. Pide ayuda y le envían dos helicópteros Bell-Huey y 2 aviones F-51D Mustang de la FAD (los #1912 y 1916). El 1er. Teniente Gabriel Medina, el piloto líder le hace un pase por encima al barco y nada ocurre, el otro avión con el piloto, 2do. teniente Juan R. Folch, estaba arriba sirviendo de protección, entonces Gabriel le dispara con sus ametralladoras calibre 50, delante de la proa pero sin impactarla, pero el barco no reacciona, le hacen otros disparos de advertencia y entonces ven que el barco cambia su trayectoria hacia el Norte. Ahora es cuando el piloto líder, Gabriel Medina, le dispara unas ráfagas al costado derecho con sus ametralladoras calibre 50 y el casco duro del barco parecía un colador. El buque cubano paró sus máquinas y se veía como la estela de espuma iba disminuyendo poco a poco.
Inmediatamente llegaron los helicópteros Bell-Huy (con los coroneles Muñoz y Medina al mando) mientras los dos Mustang volaban en círculo sobre la embarcación. El oleaje y el viento era muy fuerte, sobre los 35 nudos e impedía a los hombres posarse sobre la superficie de la proa, al fin lo lograron y con la cooperación de la propia tripulación cubana pudieron ocupar el navío. El barco comienza de nuevo a navegar y hace un giro de 240 grados para poner rumbo hacia Puerto Plata en calidad de retenido, para ser investigado y sin heridos a bordo.
Al enterarse Fidel Castro se puso frenético contra el presidente Joaquín Balaguer y contra el capitán del barco por dejarse coger tan facilmente y estas fueron sus palabras cuando se enteró de la noticia:
“¡Ese tipo es un mierda, tenía que haberse dejado matar antes de detener la marcha! ¡Ah, pero los dominicanos me la van a pagar, sí seguro que me la van a pagar! ¡Vamos a demostrarles que podemos llegar allí con nuestros aviones y que si me joden mucho les bombardeo la ciudad!”
La represalia castrista consistió en una operación de dos fases: Primero, realizar un vuelo rasante con 12 aviones Mig-21 sobre la ciudad de Puerto Plata para sembrar el pánico en la población y que Balaguer supiera que Cuba estaba dispuesta a todo, por liberar el barco. Segundo, si después de 24 horas no liberaban el barco, bombardearían todas las unidades militares en Puerto Plata y Santiago de los Caballeros.
Diferentes escuadrones de aviones supersónicos Mig-21 fueron llevados a los aeropuertos de Moa, Baracoa, Santiago de Cuba y Guantámano. Los radares se instalaron en Punta Maisí.
El mismo FCR les advirtió a los pilotos quitarles las marcas de fabricación rusa a los tanques auxiliaries de combustible de las alas, para que después de soltarlos, al caer a tierra, no hubiera rastros de quienes eran los agresores. Además estaban haciendo todo esto a espaldas de la Unión Soviética.
A las 10:00 am del día 9 de septiembre de 1977 los 12 Mig-21 despegaron de Guantánamo hacia la ciudad de Puerto Plata (unos 461 kms). Todo salió como lo planearon, volaron supersónicos sobre la ciudad y al romper la barrera del sonido, rompieron los cristales de muchos edificios, el pánico en la población fue terrible. Dieron varios pases rasantes antes de retornar a Guantánamo. Esa misma tarde ya los servicios de inteligencia cubanos (radioescuchas) le habían informado al Alto Mando castrista, dígase FCR, sobre las conversaciones entre los mandos militares dominicanos y los altos funcionarios del gobierno, que ellos habían interceptado.
Como no había llegado ninguna respuesta, la órden de realizar la segunda fase se empezó a preparar esa misma tarde. Los aviones que habían participado ese día no llevaron bombas, pero sí 4 cohetes térmicos K-13 (AA-2) y los tanques auxiliaries de combustible de 800 litros. Pero ahora todos llevarían bombas de demolición y fragmentación de 500 kgs.(1,100 lbs.). Estas bombas soviéticas tenían un gran poder de destrucción pero eran muy inexactas para caer en un sitio específico, por lo tanto al tirarlas sobre blancos militares podrían caer en sitios cercanos, llenos de población civil.
A las 10 de la mañana del día 10, se cumplirían las 24 horas del plazo dado por FCR. Ya todos los aviones estaban listos, artillados y con el combustible necesario para continuar la Operación Pico. Un poco después de las 8 de la mañana se recibió el mensaje esperado……”Barco devuelto. Regresen a casa”. El Presidente dominicano Joaquín Balaguer había tirado la toalla.
El gobierno dominicano nunca hubiera podido impedir aquel bombardeo porque sus aviones F-51D Mustang eran de hélices y anticuados. Tuvieron que “meterse el rabo entre las piernas, bajar la cabeza y ceder ante el chantaje del matón de barrio”.
Los 12 pilotos castristas fueron: coronel Rafael del Pino, como Jefe; teniente coronel Benigno González Cortés; mayor Arnaldo Torres Biart; capitán Manuel Rojas, capitán Rafael Morales; capitán Evelio Bravo; capitán Rubén Castellanos, mayor Henry Pérez Martínez; capitán Raúl Hernández Vidal; mayor Pedro Pérez Rodríguez; teniente coronel Jorge Vilardel y el capitán Díaz.
El guapo de barrio sabía que los dominicanos no tenían defensa alguna para poder impedir su guapería. ¿Cómo FCR no hizo lo mismo a los EEUU cuando le retuvieron aviones y barcos en los Cayos de la Florida? |