Los valores para una Cuba democrática. Libertad. (Parte 8). Por Roberto L. Capote Castillo.
“Amamos a la libertad, porque en ella vemos la verdad. Moriremos por la libertad verdadera; no por la libertad que sirve de pretexto para mantener a unos hombres en el goce excesivo, y a otros en el dolor innecesario”. José Martí
Según los autores del “Libro de los valores” que utilizo como referencia, la libertad como valor humano incluye: atenencia a normas y obediencia. Además, expresan: “La palabra libertad es usada, a menudo, para indicar modos de conducta que no pueden ser calificados de libres en el sentido que corresponde a una persona”.
Este es uno de los valores más deteriorados por el sistema comunista implementado en Cuba pues las únicas personas que siempre han actuado haciendo todo lo que le venía en ganas (libertinaje) sin atenerse a normas ni obediencia, fue Fidel Castro pues hasta los más cercanos acólitos tenían que atenerse a sus reglas y caprichos o, como lo demostró la realidad, podían ser fusilados, encarcelados o defenestrados. Esta es la libertad por la que según nuestro Apóstol no debemos morir. Aunque desconozco totalmente su personalidad por sus acciones puedo afirmar que Fidel fue un dictador comunista al estilo de los peores porque aplicó su interpretación de la libertad en todos los sectores de la sociedad cubana: las personas, la economía, la cultura, etc. Si tuviera que calificarlo vuelvo a recurrir a una de las frases célebres de José Martí:
“Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres, es el que, so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas, les enseña un cúmulo aislado y absoluto de doctrinas, y les predica al oído, antes que la dulce plática de amor, el evangelio bárbaro del odio”.
Es curioso que los países comunistas se autodenominan progresistas, sin embargo, Cuba desde el año 1959 no ha progresado en ningún sector del país ni en las personas y de ser uno de los países con mayor desarrollo en América Latina, en la actualidad es peor en algunos temas económicos que Haití, el cual históricamente fue reconocido como el más pobre del continente. Un buen número de cubanos viaja a este país para comprar artículos y revenderlos en Cuba.
Los mayores avances de la humanidad y de los trabajadores han sido logrados mediante el liberalismo cuyo puntal principal es la libertad y asociado a ella se encuentra la democracia en lo político y la economía de mercado en lo económico. Sin libertad individual no es posible lo anterior. El gran enemigo del liberalismo es la irresponsabilidad la cual se ha convertido en uno de los “valores” del “hombre nuevo”, aunque el propósito del adoctrinamiento comunista tuviera diferente propósito.
Los comunistas y populistas de izquierda inventaron la palabra neoliberalismo para demonizar al liberalismo, pero como tantas otras, es una falacia. Aquellos que realmente conocen el liberalismo lo saben. En la precaria situación económica en que se encuentran los cubanos una buena parte añora que Cuba copie el modelo de China o Viet Nam. En estos países existe una dictadura comunista con un partido único que han implementado la economía de mercado, según mi criterio, estos son modelos actualizados de la Nueva Política Económica (NEP) aplicada por la dictadura Leninista en los peores momentos de la economía de la URSS. Es una falsedad creer que es posible la libertad de las personas sin democracia, careciendo de una verdadera sociedad civil y sin la separación de poderes del Estado.
La interpretación de la dictadura comunista en Cuba es que los proletarios tienen libertad plena, excepto, para cualquier acción que atente contra los “principios de la Revolución” y por supuesto estas acciones quedan a la interpretación personal de los burócratas del Partido Comunista que tampoco los conocen con exactitud.
Durante mi trabajo como asesor de empresas fui testigo de un hecho que demuestra lo anterior. El director de una empresa a la que asesoraba reformó todas las oficinas dotándolas de aire acondicionado, computadoras, impresoras modernas y otras comodidades, además ofertaba merienda y almuerzo elaborados con productos comprados con divisas para los trabajadores. El día de la inauguración de las nuevas oficinas fui invitado y un dirigente del Partido Municipal en su intervención elogió todo lo realizado por el director y dijo: “esto es una muestra de la preocupación del Partido por mejorar la vida de los trabajadores”. Al poco tiempo, por equivocación de una fiscal al realizar una auditoria, fue acusado de malversación y otros delitos. Otro dirigente del Partido Provincial informó a los empleados de lo que estaba ocurriendo y expresó: “todo el gasto realizado en las transformaciones de las oficinas y otras actuaciones demuestran que este director se desvió de la línea de la Revolución e incumplió sus principios”.
En el caso anterior queda demostrado como un mismo hecho puede ser interpretado de diferentes formas. Los “principios de la Revolución” coartan la libertad personal pero lo irracional es que no están escritos en ningún tipo de documento y son desconocidos hasta por los principales dirigentes de la Revolución. El mayor ejemplo es que Fidel prohibió que los familiares de los que habían emigrado no podían comunicarse con ellos aplicando sanciones de expulsión para los militantes de la juventud o el Partido comunista. Sin embargo, en el año 1978 el dictador los calificó de emigrados económicos autorizando su visita para que trajeran sus dólares como puntales para su sistema socialista, siempre en crisis, habilitando tiendas especiales que fueron bautizadas como tiendas comunitarias. Los cubanos con el humorismo que nos caracteriza dijeron que los “gusanos” se convirtieron en “Mariposas” y otros decían que los traidores se transformaron en “traedolares”.
Si tuviera que recomendarle a alguna persona los libros a leer para que conozca lo que es el comunismo en la realidad y la libertad de las personas bajo este régimen, le recomendaría “Rebelión en la Granja” y “1984” escritos tras el pseudónimo de George Orwell, su verdadero nombre era Eric Arthur Blair, en ambos el autor expone de forma magistral qué significa vivir en una dictadura comunista. Con estos textos que les propongo es innecesario estudiar la abundante literatura de los clásicos Marx, Engel, Lenin, etc. y otros autores comunistas contemporáneos pues la realidad ha demostrado que están equivocados en su utopía del “paraíso terrenal” y el “hombre nuevo”. Según George Orwell: "No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura."
Insisto en lo referido anteriormente, la libertad como valor humano incluye: atenencia a normas y obediencia. Recuerdo que una de mis hijas se quejaba de las reglas y nuestra exigencia a su cumplimento en nuestro hogar y le expliqué que se acostumbrara porque la vida está llena de normas y reglas desde el domicilio, la escuela, las empresas, la sociedad, el matrimonio y a todas las debe obedecer para tener éxito en la vida, así es la verdadera libertad. También le esclarecía que en Cuba las reglas, normas o leyes se cambian constantemente y su principal objetivo es limitar la libertad de las personas.
El comunismo se caracteriza por el dogmatismo pues cualquier mejora que se proponga recibe el calificativo de revisionismo lo cual se convierte en un bumerán para que el sistema progrese. Incluso existen países liberales con cierto dogmatismo y esto a limitado su progreso y les ha causado muchos problemas. No pueden convivir la libertad de las personas con un gobierno dogmático independiente de su sistema económico e ideología.
Desde los inicios de la Revolución en el año 1959 se limitó o coartó la libertad personal. Enumerar cada una de las prohibiciones haría muy extenso el presente artículo, por lo que indicaré, según mis limitados conocimientos, las más relacionadas con los derechos humanos, pidiendo indulgencia con antelación por el pecado de omisión. Entre las más destacadas que recuerdo de acuerdo a mis vivencias se encuentran las siguientes:
Religión: Desde los inicios de la década de los años 60 comenzó la expulsión de sacerdotes y monjas del país, además algunas iglesias fueron cerradas y los religiosos junto a los homosexuales e intelectuales no comprometidos con el comunismo fueron recluidos en los campos de concentración conocidos como las UMAP.
Libertad de movimiento: Con la declaración pública de Fidel del socialismo en Cuba se estableció la prohibición de movimiento para los cubanos al extranjero. El simple hecho de solicitar el pasaporte te ponía en una lista negra. Además, se inventó el permiso para la salida del país. Con los años se le conocería como “tarjeta blanca” y para colmo con la emigración se perdía la residencia en el país y todas las propiedades. Cuba desde el punto de vista de la migración era clasificada como receptora y después del 1959 está entre las mayores emisoras.
Presencia personal: sin llegar al extremo de los chinos, de vestir a los ciudadanos de igual forma, no se permitían el pelo largo o la vestimenta a la moda principalmente en los años 60. Fui testigo en mi ciudad como grupos de “civiles” en plena calle le cortaban el pelo a jóvenes melenudos, como le llamaban, al estilo de los pogromos fascistas. En las escuelas revisaban a los alumnos y no se les permitía la entrada si su presencia no era la adecuada según sus reglas. Estando en la conocida Rampa del vedado habanero fui testigo que llegaron varios autobuses que cerraron las calles y se llevaron presos a los jóvenes vestidos como hippie.
Libertad económica: Se puede decir que después del año 1968 los cubanos perdieron totalmente la libertad de tener algún tipo de negocio privado, excepto el de la bolsa negra que nunca ha desaparecido y ha sido principal sostén del “castrocomunismo”. Fue en la década de los 90 en que Fidel consintió el trabajo por “cuenta propia” (por no decir negocios privados). Tal y como dijo al autorizarlo, era un mal necesario, siempre demonizándolo.
Libertad de pensamiento e información: Es imposible relacionarlos todos, aquí incluyo artistas, músicos, escritores, intelectuales, etc. También se prohibieron cantantes y canciones. Además, escuchar en la radio las emisiones en la onda corta (noticias y/o música) era un peligro. Todos los medios de divulgación fueron confiscados y sometidos a una férrea censura típica de los países comunistas.
Presunción de culpabilidad: La unificación de todos los poderes del Estado no solo afectó la libertad personal de los cubanos, sino que también permitió la práctica de todo tipo de abusos, desde el punto de vista jurídico, a que pueda ser sometido un ciudadano.
Apareció una nueva figura delictiva conocida como “peligrosidad” por la que puedes ser condenado a prisión sin cometer delito alguno. Se permiten los juicios sumarísimos por cualquier supuesto delito que fuera definido por la cúpula gobernante o Fidel personalmente en su tiempo. Es extensa la lista de cubanos que han sido juzgados y fusilados en 24 horas.
Otras libertades suprimidas: La Revolución no se conformó con adueñarse del país, sino que también de las personas. Estaba prohibida la compra venta de las viviendas, autos, motos, videos, etc. Tampoco era legal la de teléfonos celulares, el acceso a internet, la tenencia e intercambio de divisas entre personas ni mediante el banco, sacar del país prendas y determinados artículos a criterio de la aduana. La lista es amplia.
Las libertades señaladas anteriormente es una relación sin una investigación a profundidad que las exponga en su totalidad pues no es mi propósito, aspiro a mencionar solamente de las que he sido testigo. Según el adoctrinamiento comunista los cubanos son los ciudadanos más libres y soberanos del mundo. Lo lamentable es que hay cubanos y no pocos gobiernos y ciudadanos extranjeros que se creen esta falacia. Algunos han llegado al extremo de creer que en Cuba se ha formado el “hombre nuevo” pero desconocen sus “virtudes” guevaristas.
Deseo concluir alertando a la nueva sociedad civil en estructuración que después de sufrir una dictadura comunista una buena parte de los cubanos actualmente opina que la libertad consiste en hacer todo lo que una persona quiera sin atenerse a normas y obediencia. De lo dicho anteriormente he visto manifestaciones tanto en Cuba como en el extranjero. Una sociedad democrática debe estar fundada en valores humanos con ciudadanos virtuosos para que sea exitosa y verdaderamente progresista.
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