Bienal de La Habana: entre sombras y luces Por Yolanda Huerga RTV Martí 28 de noviembre de 2021
Obra titulada 15N, del artista habanero contestatario Yulier P, quien pinta en las calles y lugares públicos de la ciudad.
La oficialista XIV Bienal de La Habana continúa celebrándose entre claroscuros después de la cruzada instando a no asistir al encuentro mientras “haya artistas perseguidos, presos u obligados al exilio y en la Isla no exista libertad de expresión plena”.
Las autoridades han calificado la campaña como “un boicot contrarrevolucionario e imperialista”, pero la más importante fiesta de las artes visuales en Cuba ha enfrentado la renuncia de notables personalidades como la serbia Marina Abramovic, la franco-gabonesa Nathalie Anguezomo Mba Bikoro, la suiza Úrsula Biemann y los cubanos residentes en el extranjero Aimee Joaristi Argüelles, Coco Fusco, Tomás Sánchez y Consuelo Castañeda.
“Básicamente tomé la decisión porque la situación ya era de emergencia donde los artistas estaban presos, donde estaba omitida totalmente la libertad de expresión, donde se había ejecutado, la fecha de julio 11, la violencia extrema contra la población, simplemente, por expresar ideas”, dijo Castañeda a Radio Martí.
La artivista cubana Tania Bruguera valoró de inmoral la XIV Bienal de La Habana y denunció que son sus mismos organizadores los que reprimen y se han negado a escuchar a los artistas cubanos.
“Era, prácticamente, una actitud inmoral por parte de un pensador, un intelectual, un creador, participar en un evento festivo de las artes ante una situación de crisis y violencia y de violación de derechos humanos”, recalcó Castañeda.
Paralelamente se desarrolla en Viena la exposición “Obsession” diseñada para homenajear el inédito suceso del 27 de noviembre de 2020 en que cientos de artistas, escritores, activistas y periodistas se congregaron frente al Ministerio de Cultura para exigir libertad de expresión.
“Está habiendo, al menos una solidaridad de las personas, independientemente de que la Bienal está sucediendo; gente que ha firmado la carta diciendo ‘no a la Bienal de La Habana’, y hay una voluntad de muchas personas que quieren resaltar que se posicionaron ante el evento, que en definitiva es lo más importante de todo”, destacó desde Viena el artista habanero Julio Llópiz-Casal quien expone en la muestra de la capital austríaca.
“Es con artistas que, de una u otra forma, estuvimos vinculados con el 27N y todo lo que sucedió alrededor de eso. Tiene que ver con obras que fueron el resultado de ciertas ‘manías’ que nos creó el modo en que procesamos la ansiedad como artistas, esa experiencia”, señaló Llópiz.
La exhibición, curada por la cubana Solveig Font y la estadounidense Marilyn Volkman, se extenderá durante los meses de diciembre de 2021 y enero 2022 e incluye, además, a Luis Manuel Otero Alcántara, Juan Miguel Pozo, el colectivo Mujercitos, Camila Lobón, Raichel Carrión, Benjamín del Castillo, Kiko Faxas y Hamlet Lavastida.
“En la cultura cubana ha habido siempre un ímpetu muy poderoso por la irreverencia y todo creador que está entendiendo las dinámicas contemporáneas, también necesita de la irreverencia como una cuestión, una gestión que debe ser presentada, sobre todo si estamos hablando de la Bienal de La Habana, que está siendo instrumentada por el Ministerio de Cultura que, en definitiva, en la historia de la cultura cubana, desde que surge esta institución, trata sencillamente de defender los intereses del aparato político del Partido y no necesariamente de la ciudadanía. Creo que habría que reivindicar la noción de la irreverencia, de la resistencia y de la alternatividad”, indicó el creador Lavastida.
Lavastida pasó casi tres meses encarcelado en el cuartel general de la policía política en La Habana, a su regreso a Cuba desde Alemania en junio de 2021. En agosto fue proscrito hacia Polonia junto a su pareja, la escritora Katherine Bisquet.
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La obra de artistas independientes llega a Viena para que el mundo ponga sus ojos en Cuba Por Luz Escobar 14ymedio 29 de noviembre de 2021
La muestra 'Obsession', curada por la cubana Solveig Font y la estadounidense Marilyn Volkman, celebra el aniversario del 27N
"Es un momento crucial en el que el mundo debe poner sus ojos en Cuba", cuenta Marilyn Volkman. La curadora de arte estadounidense al frente de la exposición Obsession, junto a la cubana Solveig Font, cuenta a 14ymedio que este fue el motivo por el que decidió que esta fuera una de las primeras muestras organizada en la nueva galería vienesa Entre, de la que es directora.
La idea no era solo "ver realmente lo que está pasando en términos de violaciones de derechos humanos" sino también "es importante aprender de cómo los artistas y participantes de esta exposición, cada uno a su manera, transforman cuidadosamente su medio en una poderosa herramienta para el discurso, la expresión de narrativas personales y, a veces, incluso el humor frente a la violencia y la represión estatal".
La exposición de artes visuales Obsession, que se vio este sábado a través de zoom, rinde homenaje al primer aniversario de la manifestación de artistas frente al Ministerio de Cultura cubano y está integrada en su mayoría por piezas de creadores del 27N y el Movimiento San Isidro. La muestra no pudo ser inaugurada de manera presencial por las nuevas restricciones que entraron en vigor la pasada semana en Austria, donde los contagios de covid-19 están alcanzando cifras récord, y actualmente debe solicitarse con cita previa la entrada.
Volkman, que ha estado en contacto con artistas cubanos desde 2009, confiesa que tiene "un gran respeto por Solveig Font, los artistas de esta exposición y aquellos que trabajan por todos los medios posibles para asegurar la libertad de expresión en Cuba. La determinación y la voluntad de un artista o un curador de poner en acción su obra en la reivindicación de derechos es clara".
"Cuando se me ocurrió la idea de abrir Entre, en el aniversario del 27N, llamé a Solveig Font de inmediato para ver si podíamos colaborar. Ella estuvo de acuerdo y comenzó a tejer ideas de inmediato. Eso fue en junio de 2021. Por supuesto, aún no sabía que el 11J sucedería solo unas semanas después, y que ella y varios de los artistas participantes serían detenidos, encarcelados, puestos en arresto domiciliario y obligados a abandonar el país. Pronto a Solveig se le ocurrió el tema de la exposición, la obsesión, después de pasar 26 horas detenida y una semana en su apartamento con vigilancia estatal sentada justo afuera de su puerta", recuerda.
La muestra, además, contiene obras de Luis Manuel Otero Alcántara, Julio Llópiz-Casal, Italo Expósito, Lester Álvarez, Katherine Bisquet, Jenny Brito, Raychel Carrión, Benjamín del Castillo, Adrián Curbelo, Kiko Faxas, Celia González, Hamlet Lavastida, Camila Lobón, Nelson Jalil y el colectivo Mujercitos.
"Lo que hice fue focalizar una de mis obsesiones, de mis manías, posteriores al 27N. Aforismos ensartados es una serie de diseños sintéticos y tipográficos creados inicialmente para Instagram y que ahora convertí en unas camisetas y unos sellos", cuenta desde Viena a 14ymedio Julio Llópiz-Casal.
"Las imágenes sintéticas son retratos de cinco presos políticos que ahora mismo me parecen fundamentales, pues ilustran de modo muy especial un orden de cosas que es aún más terrorífico y en el que hay involucrados muchos más presos. Los rostros son de Luis Manuel Otero Alcántara, José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Maykel Osorbo y Yoan de la Cruz", puntualizó el artista.
Solveig Font conoció a Volkman en AVECEZ art space, el espacio alternativo independiente en el que trabaja desde 2014 en la Isla. "Después de lo ocurrido el 27 de noviembre y la forma en que me dirijo hacía la política cultural cubana, entendí que no iba a poder continuar trabajando en el espacio alternativo" –cuenta a este diario–. "Ante ese escenario llega un proyecto como este de Marilyn, que me propone hacer esta muestra para su espacio dedicado al 27N. Es difícil hacer una exposición así sin llevarte a una crisis de llanto o victimización. El primer artista que tuve presente para este proyecto fue Luis Manuel Otero Alcántara", añade.
La exposición surge al calor "del actual período crítico en Cuba en el que artistas, periodistas e intelectuales han respondido a las restricciones gubernamentales a la libertad de expresión con demandas específicas". Sus organizadores explican además que para los artistas que estuvieron involucrados directamente en el movimiento de protesta, "el efecto sobre la vida durante el año pasado podría resumirse en una palabra: obsesión".
La muestra "involucra todo un espectro de optimismo y ansiedad que ha acompañado la vida de los artistas en Cuba desde 2018, cuando el Decreto 349 restringió severamente el ámbito cultural".
"Tras dos años de escalada de tensiones, el 27 de noviembre de 2020 más de 300 personas se reunieron en el Ministerio de Cultura de Cuba para rechazar la violencia estatal contra los artistas y exigir derechos de expresión para todos. Desde entonces, muchos creadores han dejado de trabajar para dedicarse al activismo, mientras que otros han cambiado el enfoque de su práctica artística hacia la crisis actual", reza el texto de la exposición.
"El trabajo se ha convertido en la condición de enfrentarse a un continuo antagonismo por parte del Estado" –continúa la presentación– mientras que otros, ahora residentes en el exterior, perciben que su producción está en estos momentos "más dentro del contexto que nunca".
"La obsesión es un estado de ser, un perfil de la psicología, una salida del ostracismo social. Sugiere un punto de entrada al actual contexto sociopolítico de Cuba sin ser demasiado descabellado, siempre consciente de que la obsesión implica una cierta precariedad subyacente", añade.
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