Anamely Ramos: "Luis usa su cuerpo y le dice al poder: dale, atrévete a dejarme morir, aprieta el garrote y asume las consecuencias". Por Anameyl Ramos en Facebook el 22 de enero de 2022
Imagen: obra reciente de Luis Manuel.
Hoy es mi cumpleaños y me desperté con la imagen esa del sueño con Luis diciéndome que me tenía un regalo. Son difíciles estos tiempos que nos tocaron pero lo que sí voy aprendiendo es a no perder la serenidad. Y desde ahí va lo que sigue:
Mi relación con Luis me ha enseñado mucho. En este nuevo momento de extremo peligro para su vida,* tengo varias cosas claras que quisiera compartir con todos, porque son lo único que me mantiene lejos de la desesperación.
La huelga de Luis es la repetición de varias verdades que lleva consigo: las dos primeras son su inocencia y su desamparo. Ambas expresan la crueldad y el sin sentido de un sistema que, en su voluntad de dominio, esclaviza y reduce a todos los que se le enfrentan, pero que terminará también reducido bajo la rueda de su misma violencia. Luis usa su cuerpo (es casi lo único que tiene ahora mismo aunque su cuerpo también incluye su capital simbólico) y le dice al poder: dale, atrévete a dejarme morir, aprieta el garrote y asume las consecuencias.
Hasta aquí es todo obvio. Como también lo es que el Estado Cubano ha mostrado en los últimos meses una violencia impúdica, que cada vez distingue menos, que parece no tener límites. El riesgo es enorme y Luis lo sabe.
Lo otro que sale a la luz con la huelga de Luis, y su negativa a una salida definitiva de Cuba como única "solucion" a la cárcel, es su tercera verdad, la que realmente lo empodera y nos descoloca: que hay personas que tienen un sentido de la libertad más amplio que estar o no apresado de manera física. La libertad no está desligada de la dignidad. La libertad es una decisión que se toma permanentemente y donde tiene un peso fundamental saber quién eres, quién quieres ser y quién puedes ser. A veces no te queda más remedio, a veces tienes que renunciar, a veces tienes que anular partes de ti. Pero a veces no es por siempre (citando al Choco). Otras veces solo se puede escoger entre un daño grande y uno más grande. En esos casos, solo el poder que te da la decisión misma te hace feliz. Es una pequeña gran tablita de salvación, otro tipo de salvación, lo mismo que otro tipo de libertad.
Yo también quiero salvar a Luis Manuel pero el costo no puede ser él mismo. El que quiera intentar convencerlo de cosas, que lo haga, pero no me lo pidan a mi. Mi energía seguirá estando enfocada en qué puedo hacer yo, es lo único que hasta ahora me parece realista y sano. Luis es una fractura, para el Estado Cubano, para la sociedad cubana, para su familia, para sus amigos, para sí mismo. Ante personas así, la gente recurre al chantaje, no es solo la SE la que chantajea, de repente todos podemos estar replicando esa dinámica hasta con las mejores intenciones. Pero el chantaje no es justo. El chantaje es la falta de libertad disfrazada de conveniencia, de sentido común, de éxito, de amor.
No quiero estar luchando por la libertad de Cuba y de repente no poder sostener ni mi propia libertad. No quiero liberar a nadie anulando su libertad. No quiero perpetuar el chantaje al que somos lanzados todos los días por un sistema podrido hasta la médula. Ese poder cuenta con la flaqueza de todos, con el amor que sentimos por el otro en peligro, y convierte ese amor en cosas muy diferentes de sí mismo.
La pregunta de Luis Manuel sigue siendo la misma: si vives en un país que intenta despojarte de tu dignidad ¿qué vas a hacer? Si decides huir del horror pero ni así logras desprenderte de él ¿qué vas a hacer? Luis Manuel no ha dejado de elegir. Cada cual tiene que elegir también. Esa es la primera y más fructífera de las libertades: la honestidad.
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*Claudia Genlui Hidalgo en Facebook: Miércoles 19 de enero. Acabo de tener la confirmación de que Luis Manuel Otero Alcantara está en huelga de hambre y sed desde ayer martes 18 de enero. Lo que tanto temíamos está sucediendo. Su cuerpo no tolerará otra huelga. Su vida se agota!
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