EEUU y Cuba: el mensaje correcto y el mensaje equivocado Por Juan Antonio Blanco Diario de Cuba 18 de mayo de 2022
El presidente de EEUU, Joe Biden, junto al senador cubanoamericano Bob Menéndez. AP
Sería irónico que Washington termine financiando una privatización en favor de los oligarcas de Venezuela y Cuba, semejante a la que creó en Rusia el Estado mafioso de Putin.
El senador Bob Menéndez (D-N.J.), al referirse al anuncio de cambios de la Administración Biden en su política hacia Cuba, expresó: "el anuncio de hoy corre el riesgo de enviar el mensaje equivocado a las personas equivocadas, en el momento equivocado y por todas las razones equivocadas". Desgraciadamente, en política son más decisivas las percepciones que las buenas intenciones.
La percepción inevitable que este anuncio transmitió a la élite cleptocrática cubana es que finalmente rompieron la columna vertebral de Estados Unidos. Y lo lograron al día siguiente que La Habana adoptara el Código Penal más brutal de todas estas décadas, que incluso amplía el uso de la pena de muerte para varios supuestos "delitos" y condena a muchos años de prisión a cualquier persona que reciba apoyo económico —aun para pagar sus comunicaciones— de fuentes que no sean del agrado del Gobierno.
¿A cuál sector "privado" se pretende ayudar?
Seamos claros. Hay una diferencia entre atender temas como la reunificación familiar, los trámites de visas, el monto de las remesas, y otro muy distinto en abrir subrepticiamente la puerta trasera del embargo para que fluyan capitales hacia un imaginario sector privado cubano que aún no puede calificar como tal. Un sector "privado" que está bajo el yugo de los gobernantes que deciden si esas personas, sean campesinos o emprendedores urbanos, pueden obtener una licencia para trabajar por su cuenta, qué pueden producir, a quién pueden vender sus productos, y a qué precios. Emprendedores que adicionalmente están sometidos a un sistema impositivo asfixiante y a un Estado policial represivo.
Es el momento adecuado para recordar a quienes crean que pueden ayudar a los cubanos levantando ciegamente las restricciones a sus opresores, cómo llegamos a esta crisis.
Campesinos y emprendedores independientes se reunieron con consumidores en los meses de octubre y noviembre de 2020 en más de la mitad de las provincias de Cuba para analizar la crisis económica entonces emergente, la hambruna en ciernes y las posibles salidas para evitar esa tragedia. El 18 de diciembre de 2020 —siete meses antes del estallido nacional de julio de 2021—, la Liga de Campesinos Independientes y la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) enviaron una carta abierta a Díaz Canel. En ella lo emplazaron a convocar un diálogo nacional entre el Gobierno y los campesinos, empresarios y consumidores. La misiva contenía las siguientes demandas:
"Demandamos libertad económica, única vía racional para salir de esta crisis. Por libertad económica entendemos libertad para registrar la propiedad legal de nuestras tierras y negocios, así como para producir, fijar precios, comercializar, exportar, importar y atraer inversiones, sin intermediarios estatales y sin fijar límites a las áreas económicas de nuestra gestión ni al crecimiento de nuestros emprendimientos. Esta crisis es ante todo el resultado de un modelo estatista fracasado. Está todavía en nuestras manos conjurar la hambruna y pobreza que ya se extienden por toda Cuba. Podemos transformar esta crisis en el país mejor que todos merecemos. La nación cubana —no solo nosotros— espera por su respuesta."
La respuesta del régimen fue insistir en sus desastrosas políticas y reprimir a quienes enviaron la carta. Lo que la Administración Biden debería comunicarle al pueblo cubano es que miles de millones de dólares en inversión y comercio fluirían en breve desde Estados Unidos hacia la Isla si el Gobierno de La Habana aceptara lo que estos campesinos, empresarios y consumidores exigieron hace dos años.
En efecto, la Ley Helms-Burton no impide transacciones económicas con un genuino sector privado. Esa es la palabra clave: genuino. Cuando la Administración Obama incentivó a la empresa Nestlé a que comprara café directamente a los campesinos cubanos, el Gobierno y la oficial Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) lo impidieron.
Y ahí, en ese detalle, está la trampa. ¿Cómo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Washington va a examinar miles de solicitudes provenientes de un país donde el empresario privado no lo es realmente? Los campesinos y cuentapropistas carecen de autonomía para decidir qué producir, vender, comerciar, importar, exportar, fijar precios y seleccionar socios.
¿Otra vez Playa Girón?
Hacer que la OFAC acepte como genuino actor privado a la ANAP o a un supuesto emprendedor que ha ganado su licencia repartiendo golpizas el 11J es caer en una gigantesca trampa. Hace apenas unos días Nicolás Maduro y Luis Alberto Rodríguez López-Calleja hablaron de la "refundación creativa" de su estado mafioso. Caracas ha comenzado su "creativa" piñata. Sería irónico que la OFAC termine financiando una privatización en favor de los nuevos oligarcas de Venezuela* y Cuba semejante a la que, en su momento, ayudó a crear el Estado mafioso de Putin en Rusia.
Financiar la piñata equivaldría a una traición peor que la de Playa Girón. Si entonces se abrió cauce a la implantación de un Estado comunista, esta vez se facilitaría la consolidación del Estado mafioso en la Isla, en estrecha alianza con Venezuela, Rusia, Irán y otros enemigos de la libertad. Contribuir al apaciguamiento de la sociedad cubana para lograr la estabilidad en ese país vecino sería otorgar la victoria definitiva a la cubana Dirección General de Inteligencia (DGI) y la espía Ana Belén Montes.
La Administración Biden debiera declarar pública y claramente que, en efecto, habrá fondos multimillonarios esperando para fluir hacia un genuino sector privado en la Isla cuando allí reine un mercado libre y un Estado de Derecho que garantice propiedades, libertades y derechos ciudadanos.
En otras palabras: el mensaje que Washington debe enviar a los cubanos es que cuando los ciudadanos logren quitarse de encima el bloqueo interno a sus libertades, fluirán los recursos desde Estados Unidos para reconstruir el país. Parafraseando al senador Bob Menéndez, ese sería el mensaje correcto, a las personas correctas, en el momento correcto y por razones correctas.
* Nota de CDVida.org: France 24 Video 16/5/22: Acciones de empresas de telecomunicaciones, petróleo, gas natural, entre otras, empezarán a ofertarse en la bolsa desde el 16 de mayo en un intento por mejorar la economía en Venezuela. Carlos Fernández Gallardo, Presidente de Fedecámaras de Venezuela, explicó en France 24 qué se espera de esta situación. |