La negrura se expande. Por Pablo Ximénez de Sandoval.
El País.- Pablo Ximénez de Sandoval.- Hipnótico, ¿verdad? La imagen se llama Agujero en expansión y aparece en una investigación recién publicada sobre ilusiones ópticas, esas en las que una imagen fija parece que se mueve porque nuestro cerebro le atribuye ese movimiento. Esta es de las más impactantes. Es imposible no ver cómo se agranda el agujero negro. Les aseguro que no es un gif animado. Además de transmitir una sensación de movimiento que dura varios segundos, transmite un cambio en las condiciones de luz, porque la negrura se expande. Los investigadores han medido cambios en la dilatación de la pupila cuando se mira: el cerebro se convence de que dentro de pocos segundos habrá menos luz y agranda el diámetro de la pupila del ojo. Aquí tiene el enlace a la investigación, publicada en Frontiers in Human Neuroscience la semana pasada.
En su columna científica de hoy, Javier Sampedro recoge este estudio y se declara fascinado con las ilusiones ópticas desde pequeño. "La introspección ―pensar sobre tu pensamiento— es una guía desastrosa para entender cómo funciona la mente. Lo que percibimos, sentimos y pensamos es una construcción de nuestro cerebro inconsciente, que sigue unas pautas de las que tenemos muy poca idea. Las ilusiones ópticas son una ventana a ese conocimiento. ¿Qué otras ilusiones tiene usted?". Léala el artículo entero aquí y después busque a ver si conserva alguno de los libros aquellos de imágenes en 3D: Lo que no ven tus ojos.
¿Otra? El agujero en expansión hace que las pupilas se dilaten porque el cerebro anticipa que va a haber menos luz. Esta otra imagen, llamada Asahi y publicada en un estudio anterior, tiene el efecto contrario: hace que las pupilas se contraigan. El cerebro se convence a sí mismo de que el blanco del centro es más brillante que el de fuera y ordena cerrar las pupilas, como si nos hubieran puesto un foco en la cara. Maravilla.
Estado de Opinión Últimamente, yo vengo experimentando otro tipo de ilusión óptica. Consiste en que los textos impresos parecen borrosos, pero si los alejas lo que viene siendo la longitud del brazo, los ves bien. He preguntado al oculista y dice que no es ninguna ilusión, que es permanente. Le ha quitado toda la gracia.
Aparte, mientras hace cola en algún aeropuerto europeo quizá pueda echar un vistazo a nuestras lecturas de Opinión de este jueves. El País.- |