Se nos muere Ariel y eso puede ocurrir en un cálido domingo de Iglesia y almuerzo en familia. Ariel Ruiz Urquiola, en su sextimo día de huelga de hambre y sed. + Video. / Sacrificio. Por Eloy A. Gonzalez.
Se nos muere Ariel en un domingo de Iglesia y almuerzo de familia.
Por Eloy A. González en Facebook el 10 de julio de 2022
Ariel Ruiz Urquiola, en su sextimo día de huelga de hambre y sed
Eloy A Gonzalez. [julio 12, 2022]- Hoy nos levantamos , en nuestra zona de confort; a fin de cuentas, ya estamos instalados en un país donde nada nos falta. Lejos de la dictadura que creemos haber dejado y que está metida en nuestra conciencia. Nos preparamos para un día de domingo creyentes y no creyentes. En unos minutos nos vestimos de domingo e iremos a los habituales servicios religiosos donde, escucharemos la palabra de Dios, cantaremos y regresaremos a nuestros hogares para el habitual encuentro de familia.
Todo esto cuando allá lejos , en Ginebra Suiza, un hombre muere lentamente sentado en la calle en huelga de sed y hambre pidiendo a las autoridades que le dejen morir en paz.
Muchos elevaran sus opiniones sobre la santidad de la vida y si vale la pena tal sacrifico. Hablaremos eso de “El ayuno que a mí me agrada/es que liberen a los presos/encadenados injustamente,/es que liberen a los esclavos,/es que dejen en libertad a los maltratados/y que acaben con toda injusticia;,,,,’ . ¡Y de eso precisamente se trata!. Cuando un hombre decide de tal suerte valerse de su vida, ofrecerla en sacrifico vivo por todo un país secuestrado , por tantos cubanos esclavizados, por tantos vilipendiados, por tantos encarcelados…,
No, no estamos listo hoy endomingados y Biblia en mano, sentarnos en el banco de la Iglesia mientras un cubano va camino a la muerte allí en una calle de Ginebra. Sobre todo, porque, ante sacrificio así, no hemos mostrado ni la más mínima expresión de solidaridad y respeto. Hoy no estoy para citas bíblicas, ni discursitos moralistas ni mucho menos para rifirrafes politiqueros. Se nos muere Ariel y eso puede ocurrir en un cálido domingo de Iglesia y almuerzo en familia.
Me quedo en estos momentos dramáticos y reveladores con las palabras estas, tal vez familiares para muchos, en tanto que les llegue también este video.
Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré fuerzas a su cuerpo, y serán como un jardín bien regado, como una corriente de agua. Reconstruirán las ruinas antiguas, reforzarán los cimientos antiguos, y los llamarán: “Reparadores de muros caídos”, “Reconstructores de casas en ruinas”.[Is. 58]
Por Manuel Milanés el 9 de julio de 2022
Sacrificio
Por Eloy A. González
Blog: Relgión en Revolución
8 de julio de 2022
Algunos aseguran que , si hemos sobrevivido como especie es gracias a nuestro sentido de grupo y cooperación. Estudios indican también que, esa colaboración vivenciada en nuestro pasado evolutivo hace que, en cierto modo, sigamos sintiendo que renunciar a algo por alguien tiene sentido y utilidad. Sacrificarse por los demás es algo que en realidad hemos hecho siempre.
Sobre el asunto de las huelgas de hambre y los ayunos, escribí en mi artículo : “Dieta para ayunantes” sobre las jornadas en “Tamarindo 34” de las cuales fui testigo en aquel año azaroso del 1999. No voy a volver sobre esto ni argumentar trayéndolo al presente.
La huelga de hambre y sed que hoy hace el científico cubano Ariel Ruiz Urquiola, en su quinto día, frente al frente al palacio Wilson, sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, es desde mi punto de vista: peligrosa y preocupante.
Una huelga de hambre y sed, no es un ayuno en sí que provoque un acto de penitencia; demanda y búsqueda de algún derecho vulnerado. Es una sacrifico que envuelve a una persona frágil, íntegro en su quehacer y empeñando en lo que él considera una entrega de necesaria colaboración frente a una realidad que nos alcanza a todos. Este pues en un sacrifico que aflige al hombre en su alma en prolongados días de ayuno total y sed …,
El que no asuma el sacrificio de tal ayuno y sed no quiere decir que me desdiga. El ser integro que descansa en su conciencia hoy delante del palacio Wilson, reclama una justicia que no llega. Si al menos no tengo la entereza de solidarizarme, menos puedo decir cuando tantos no seamos capaces de sacrificarnos y asumimos el pudor de callar – y no juzgar- antes los que se sacrifican.
Ahí está sentado, callado; en acto sacrificial y humano.
Intercedamos por él ante Dios, porque acto así, puede conducirlo a la muerte inevitable.
eloy_gnzlz@yahoo.com Publicado en /Religión en Revolución/.