El régimen de Cuba alega no ser responsable de la deuda por la que irá a juicio en Londres
El proceso a punto de iniciar llega al fin a la prensa oficial, a través de una tramposa nota del Banco Central de Cuba.
Diario de Cuba
13 de enero de 2023

Sede del Banco Central de Cuba. PRESIDENCIA DEL BCC

A poco más de una semana de que comience en el Tribunal de Comercio de los Tribunales Reales de Justicia de Londres un juicio en contra del régimen de Cuba por una millonaria deuda, y que podría provocar duras sanciones contra sus negocios, la Superintendencia del Banco Central de Cuba (BCC) decidió que era hora de avisar a los cubanos de lo que se avecina.

En una nota publicada en la web oficial de la institución estatal, el BCC informó que el juicio en su contra es "por una reclamación de recuperación de deuda" y que el demandante es CRF I Limited, un grupo de tenedores de deuda de La Habana al que insistió en calificar como "fondo buitre".

"Como se conoce, los fondos buitres compran en el mercado secundario, a precios de remate, las deudas emitidas por países, para reclamar el pago inmediato de su 100% bajo amenaza de demanda judicial", asegura el BCC, que evita mencionar que CRF I llevó a a los tribunales de Londres su demanda después de años de tratar de negociar un acuerdo con La Habana, que esta decidió ignorar.

"En el procedimiento judicial se dirime si CRF es acreedor del BNC y de Cuba (por el monto de 72 millones de euros), quienes defienden que CRF no es acreedor del BNC ni de Cuba y nunca lo ha sido", prosigue la nota.

"El objeto de este procedimiento es deuda pública porque fue contraída por el BNC antes de 1997, cuando tenía funciones de Banco Central. Desde entonces, el BNC no tiene facultad para actuar en nombre del Gobierno cubano", se defiende la institución.

"Tampoco para aprobar cesión de deuda pública sin la autorización previa del Ministerio de Finanzas y Precios y del Consejo de Ministros, dado que el BNC no puede, en ningún caso, autorizar la cesión de garantías otorgadas por el Estado (garantías soberanas)", agrega.

Según la nota, "el BNC y Cuba jamás han desconocido sus deudas y han mantenido siempre el interés de negociar con sus legítimos acreedores", si bien Fidel Castro lanzó una campaña en la década de 1980 para desconocer la deuda externa de los países acreedores, y no fue hasta que Raúl Castro llegó al poder que renegoció parte de lo adeudado por el régimen.

Lo que no dice el BNC es que lo reclamado por CRF I es una fracción pequeña de los 1.500 millones de dólares en reclamos que ese grupo ha comprado a lo largo de los años a nombre de sus inversores, por lo que el veredicto del Tribunal de Comercio de Londres podría extenderse también a esos reclamos.

La suma exigida por CRF I deriva de acuerdos de préstamo entre el Gobierno de la Isla y los bancos europeos Crédit Lyonnais y L'Istituto Bancario Italiano, en los que el BNC actuó como garante hace más de 30 años.

También evita decir que La Habana tuvo que ejercer su defensa en el caso debido a que fracasó su estrategia para conseguir que se desestimara la demanda argumentando que hubo procedimientos ilegales en la obtención de la información que llevó a la demanda de CRF I y que un miembro del grupo sobornó a funcionarios del BNC para hacerse con la deuda.

Tales argumentos fueron desestimados por el tribunal inglés. A inicios de diciembre, durante una vista oral previa al juicio a la que DIARIO DE CUBA asistió, la representante del Estado cubano en el caso decidió retirar las alegaciones al respecto.

Antes de ello, el régimen cubano procesó y encarceló al director de Operaciones del BNC, Raúl Olivera Lozano, por presuntamente haber recibido sobornos de CRF I, así como a otros tres funcionarios de esa institución.

Sin embargo, durante la vista oral el juez Justice Henshaw, a cargo del caso, mencionó que las alegaciones de la parte acusatoria subrayaron que el proceso seguido en Cuba contra los funcionarios del BNC acusados de recibir sobornos no contó con las debidas garantías.

El abogado acusador, Richard Waller, recordó durante su intervención que el caso de soborno fue fabricado por La Habana para tratar de eludir su responsabilidad en el asunto.

"Si quieren retirar la alegación de soborno, debe ser bajo la condición de que algo así no se repita", dijo, y agregó que esa acusación fue utilizada para "intimidar y acosar" a un representante suyo que viajó a Cuba.

El Tribunal de Comercio de los Tribunales Reales de Justicia de Londres convocó a testigos expertos para avanzar en la evaluación de la demanda, interpuesta en mayo de 2020, y que podría convertirse en el caso legal más importante para resolver la deuda cubana en impago o default.

Pero hay algo más grave que no menciona el BNC en su nota: a la demanda del CRF I se suma una segunda, que complica hasta niveles impensables el drama que enfrenta La Habana, que debe dinero incluso a sus aliados más estrechos.

En mayo de 2021 el ICBC Standard Bank Plc, con sede en Londres y filial londinense del estatal Banco Industrial y Comercial de China, el mayor de ese país y el más grande del mundo por capitalización de mercado, presentó otra demanda ante los mismos tribunales contra el BNC y el Gobierno de la República de Cuba, esta vez por aproximadamente 224,8 millones de dólares, que incluye unos intereses de mora de nada menos que otros 1.120 millones.

La demanda, que fue actualizada el 22 de noviembre de 2021, deriva de las obligaciones de custodia de deuda cubana que ese banco asumió de sus clientes afiliados en el Reino Unido, lo que indica que Pekín no pondría las relaciones políticas e ideológicas con La Habana por encima de sus intereses financieros.

De acuerdo con expertos, si La Habana pierde el caso y no llega a ningún acuerdo con la parte acreedora, la corte podría darle luz verde para perseguir activos cubanos en cualquier parte del mundo.

Ello significa que los tanqueros de GAESA podrían ser embargados y las empresas cubanas con filiales en diversos lugares del mundo, así como sus cuentas bancarias, intervenidas.

El Gobierno cubano ya está en una situación más que delicada después que el Club de París, su principal acreedor de deuda, le otorgara varios periodos de gracia y renegociara el acuerdo entre ambas partes para los pagos de intereses sobre la deuda remanente ajustada y renegociada por Raúl Castro hace casi una década.

La nota de la Superintendencia del Banco Central de Cuba finalizó asegurando que "informará oportunamente los resultados de este proceso".