El rapero cubano Kamankola: "Los represores caerán y el arte seguirá su eterno camino". Cubanet. + VIDEOs: A Mi Aire; Trafico de luz; Abajo todo.
15-02-2023
Kamankola: "Los represores caerán y el arte seguirá su eterno camino" Cubanet 15 de febrero de 2023
Jorgito Kamankola (foto: Gabriel Carrera cortesia)
El rapero cubano Jorge Lian García Díaz, conocido como Jorgito Kamankola, en reciente entrevista con CubaNet explicó su decisión de radicarse en Madrid definitivamente, tras muchos años viajando entre La Habana y la capital española.
Autor de temas contestatarios como “Los centinelas me fusilan”, “A pico de botella” y “Será mi sangre”, Kamankola conversó también sobre el contexto de la música cubana actual, la represión en la Isla y el lenguaje de sus canciones, uno de los elementos fundamentales a la hora de transmitir con tanta fuerza sus mensajes a través de la música.
― Llevabas años yendo y viniendo (entre La Habana y Madrid), y hace unos meses decidiste radicarte aquí. ¿Por qué la decisión ahora?
― Yo nunca quise irme de Cuba, aunque siempre mis canciones fueron de crítica, y aunque sabía perfectamente que me exponía a censuras, decidí quedarme. Pensé que debía aguantar los palos porque de alguna forma creía que desde mi arte estaba ayudando a mejorar el país, hasta que me di cuenta de que el régimen cubano no quiere ninguna ayuda. Porque no quiere ningún cambio. Por mucho tiempo viví con esa doctrina de “yo me quedo en Cuba” porque en algún momento yo también me creí que quedarse tenía un valor añadido, y justamente de ese ideal ellos se alimentan, y no, quedarse en Cuba no tiene ningún valor añadido. Vivir con ese pensamiento es justo caer en su juego y en su trampa.
A Mi Aire - Kamankola Live at Maxim Rock
Pese a todo, seguí queriendo quedarme, aun sabiendo que jugaba su juego y que no ayudaba a mejorar nada, decidí al menos dar el berro (ser crítico) y tratar de molestar lo más que pudiera, y de pronto me di cuenta de lo que para mí fue la tapa al pomo: Me había convertido en un sensor social, cómo podía haber censura en Cuba si a mí me dejaban cantar, a veces, pero me dejaban. Entonces comprendí que era un engranaje más de ese endemoniado sistema: “cómo van a decir que hay censura en Cuba si Kamankola canta”. Ese momento fue el más duro, porque me di cuenta de que estaba siendo de todas las formas una herramienta más para que eso siguiera funcionando, y ahí decidí romper con todo. Creo que le hago más bien a mi pueblo en este exilio por convicción que no siendo un títere más, y con dolor cambié mi Maxim Rock abarrotado del público más hermoso del mundo por un bar de Madrid donde me escuchan cuatro gatos, pero mi arte y mi conciencia duermen tranquilos.
― Has compuesto muchas canciones dedicadas a La Habana, como “La ponina”, “Tráfico de luz”… ¿Puedes hablar un poco de esta relación entre tu música y la ciudad?
― La Habana es la ciudad que más me gusta en el mundo, de ahí soy y seré por siempre. Haga las canciones que haga para ella siento que nunca podré devolverle toda la energía que me dio, todas las canciones que me regaló, toda la magia que viví entre sus calles. La Habana es ese amor eterno por el que lucho día a día.
Kamankola - Trafico de luz (video oficial)
― ¿Crees que el cambio de espacio está influyendo en tu música?
He cambiado de país, pero no de corazón, yo sigo latiendo Cuba, cada vez con más fuerzas. Mientras más lejos más fuerte es mi amor y mis deseos de cambio para mi país. Gracias a Dios tengo las musas conmigo y no me para de brotar arte, arte de libertad.
―En tus canciones empleas un lenguaje muy peculiar. ¿De dónde viene esta jerga? ¿Está directamente relacionado con el tipo de música que haces?
― Yo soy de El Cerro, un barrio pobre de La Habana, siempre fui callejero, absorbí cada gota de pureza del barrio, y soy defensor de la jerga. Para mí la jerga es el lenguaje realmente autóctono de cada rincón del mundo, esos códigos que solo los entendemos los que hemos vivido en esos códigos. Es algo que me apasiona. En España la gente no entiende un carajo y me es difícil comer de mi jerga, pero las musas no me permiten renunciar a ella. Me apasiona mi lenguaje marginal, mis palabras y mis dichos propios de mi nacimiento y crianza.
― ¿Puedes comentar un poco sobre el tema “Abajo todo” que estrenaste en agosto pasado?
― “Abajo todo” es una crónica, un testimonio; creo que logré resumir en cuatro versos un hecho real que pasó en mi país cuando el 11 de julio del 2021 el pueblo cubano cansado del hambre y la miseria salió a las calles a pedir libertad y el fin de la dictadura, cuando la policía cubana mandada por el dictador Diaz-Canel salió a reprimir a ese pueblo con palos, con disparos, con cárceles, con torturas, donde todavía hoy hay menores de edad presos y personas condenadas a 15, 20 y hasta 30 años de privación de libertad. “Abajo Todo” es la canción más frontal que he hecho, con nombres, apellidos, sujetos y predicados. Las musas me exigieron abandonar por esta vez las metáforas, y yo el arte lo respeto puro, si me viene desnudo, desnudo se queda.
Kamankola - “ABAJO TODO” (video Clip Oficial)
― ¿Cómo empiezas en la música? / ¿Tienes referentes o influencias específicas?
― Empecé a hacer rap desde 1999. Mis influencias son todas las canciones con sentido, es todo el arte puro. Una de las pasiones más grandes de mi vida es escuchar canciones, una de las cosas que más disfruto en la vida es cuando el artista se ve primero como humano y luego como artista. Ese es el valor más grande del arte.
― ¿Qué crees del panorama de la música actual en Cuba?
― Esta pregunta solo me lleva a esta respuesta, que es esta frase de Martí, el más grande de todos los grandes: “No hay espectáculo más bochornoso que el de los talentos serviles”.
― ¿Sobre la censura musical…?
― Los artistas hacen arte, los represores censuran. El arte es imposible de parar cuando eres un artista puro, los represores caerán y el arte seguirá su eterno camino.
― Además de en el espacio que tienes en el bar Calvario, ¿se te puede ver en otro sitio en Madrid?
― En Madrid de vez en vez me monto conciertos con banda en salas de por aquí, aunque a decir verdad en el Calvario estoy a gustito, cantando borracho y fumado, para los cuatro locos que borrachos y fumados sienten cada una de mis palabras; a veces no hace falta mucho más que eso.
― ¿Estás componiendo algo ahora? ¿Proyectos entre manos?