Roberto L. Capote Castillo.- En los últimos meses he tenido la oportunidad de viajar y actualizar mis experiencias sobre los aspectos cuestionados en el título del presente artículo. Como cubano puedo considerarme un experto en igualitarismo, después de sufrir las calamidades del socialismo real implementado por la dictadura castrista, pero en el resto de los temas no lo soy.
SUEÑO AMERICANO
"Sueño americano" (American Dream) y "América primero" (America first). Son tal vez las dos frases que más representan a Estados Unidos. El "sueño americano", es una expresión que se interpreta generalmente como la realización de oportunidades personales, en el que la "oportunidad" se mide principalmente en términos económicos. La frase "América primero" siempre ha sido un slogan político, cuya interpretación ha dependido del presidente de turno. La visión idealista del sueño americano a menudo ignora la discriminación racial, religión, género y el origen nacional de una persona. El criterio del español Emilio Bueso es:
¿Son iguales ante la ley dos fulanos que no pueden pagarse el mismo bufete de abogados? ¿Son iguales ante el mercado laboral dos trabajadores que provienen de sistemas educativos diametralmente opuestos? ¿Son iguales ante el doctor los enfermos independientemente del Centro de Salud del que provengan? ¿Si todos tenemos las mismas oportunidades, cómo es que los hijos de los ricos siguen siendo ricos? ¿Cómo es que todos los ciudadanos sueñan con llegar lejos en esta vida si luego lo cierto es que la fama y el poder son inalcanzables para la práctica totalidad de las personas de este mundo? ¿Cabe entonces hablar del sueño americano? ¿Tiene algún sentido hablar de igualdad de oportunidades cuando el dinero domina nuestras vidas y el dinero se hereda? ¿Puedes soñar con salir de la miseria mientras los bancos te cobran intereses por tus deudas y les pagan réditos a tus jefes por sus depósitos? ¿Estás tú remunerando a tu banco y alimentando a un empresario? ¿Y cómo has hecho para meterte en semejante estafa?
Durante mi residencia en USA escuchaba con frecuencia la frase: “tus oportunidades no tienen techo, ese lo pones tú”, mi experiencia personal me autoriza a afirmar que eso es incierto y en parte coincido con lo expresado por Emilio Bueso. Dar respuesta a cada una de las susodichas interrogantes no es mi intención y dejo a los lectores a que las interprete de forma personal respetando la libertad de pensamiento. Recientemente he regresado de una larga visita a Miami y he quedado sorprendido por varias opiniones que expresaré de forma resumida a continuación:
- - A pesar de haberse demostrado legalmente de que Biden ganó las elecciones, existe el criterio entre la mayoría de los cubanos, con los que dialogué, de que lo hizo fraudulentamente y que es comunista. Además, la mayoría ansían el regreso de Trump a la presidencia pues achacan al actual presidente todos los males económicos del país y la forma de afrontarlos.
- - Al decirle a algunos amigos y familiares que actualmente resido en España, me decían que había perdido la razón porque estaba viviendo nuevamente en el comunismo.
Al respecto deseo exponer mis opiniones, sin deseo de confrontación, pero insistir en que Biden obtuvo la presidencia fraudulentamente demuestra que esas personas desconfían de la democracia norteamericana que según mi parecer fue bien diseñada por los Padres Fundadores, excepto en la discriminación racial. Pensar que los problemas de la economía del país son consecuencia únicamente de la nueva presidencia dice mucho del desconocimiento que sobre economía tienen mis interlocutores. No soy experto en economía, pero creo que la política monetarista aplicada para combatir la inflación es una solución adecuada pero no en el corto plazo por lo que sólo hay que darle tiempo. Asimismo, acusar de comunista al presidente siendo cubano, después de abandonar Cuba y residir en un país democrático es un sinónimo de amnesia maléfica y de un egoísmo sin paralelo pues basan su criterio en las ayudas y medidas aplicadas para mejorar a las clases más vulnerables. No obstante, les decía que tienen la oportunidad de votar en su contra lo cual nunca pudieron hacer en Cuba de la cual una buena parte huyó a costa de muchos sacrificios, perdiendo sus propiedades, e incluso con peligro para sus vidas. No obstante, el descontrol de los precios actual en el sector inmobiliario puede poner en peligro el “sueño americano” pues de continuar esa tendencia alcista hará muy difícil rentar domicilios y mucho más su adquisición para las clases medias y bajas.
En cuanto a que en España gobierna el comunismo, les expliqué que soy propietario de un piso, tengo acceso a la salud publica incluyendo los medicamentos gratis y vivo de una pensión que, aunque es mínima, no sufro de ninguna necesidad y además soy feliz. Nada de esto se puede conseguir en Cuba con el comunismo si no se pertenece a la cúpula castro-comunista así que no concibo la similitud. Además, como ciudadano español, puedo votar por el partido que desee y viajar libremente a la mayoría de los países del mundo sin necesidad de visado.
Otro aspecto que se ha generalizado es politizar la cultura condenando cualquier artista que resida en Cuba y visite Miami, respeto la decisión de cualquier persona a residir en su país ya sea por lazos familiares u otras razones a pesar de no estar de acuerdo con el sistema político y esa actuación no le invalida su patriotismo. Recuerdo que en mi primera visita a Moscú en el año 1980 llamó mi atención la existencia de discos del cantante español Raphael, prohibido en Cuba, considerado una leyenda de la música, y su película “Digan lo que digan” fue exhibida con mucho éxito siendo bautizado como zar de Rusia, sin embargo, aunque continuó actuando en ese país no fue sancionado de ninguna manera por el franquismo español. Entonces en la migración cubana existe dictadura ideológica.
Debo ser sincero y decir que el sistema político, económico y social americano propicia que todos sus ciudadanos tengan un sueño y esperanzas en el porvenir lo cual induce un alto espíritu emprendedor y de innovación que ha propiciado que el país avance continuamente en su desarrollo y a pesar de la situación global actual prácticamente no hay desempleo y la inflación se está controlando.
ESTADO DE BIENESTAR
El estado de bienestar (Welfare state) es un modelo sociopolítico y económico que parte de la idea de la justicia social. Es decir, apunta a que el Estado maneje las reglas de juego de la sociedad, para garantizar que la menor cantidad posible de ciudadanos estén desprovistos de sus derechos mínimos fundamentales. Existen diferentes modelos sociales de estado de bienestar por lo que no se ha alcanzado de la misma forma en todos los países y según algunos analistas estuvo en crisis a finales del siglo XX por la influencia del modelo neoliberal implementado en algunos países, aunque a la postre no logró lo esperado y en unos aumentó el empobrecimiento.
Mi experiencia, pensando como un ciudadano de a pie, es que las personas que prefieren el estado de bienestar lo conciben como una posibilidad de beneficiarse al máximo con el mínimo de sacrificio y con pocas expectativas de pertenecer a las clases altas de la sociedad para “disfrutar” de riquezas que suponen le harán feliz. El término bienestar es interpretado como un equilibrio saludable de la mente, el cuerpo y el espíritu de una persona, que genera una sensación de tranquilidad, capacidad y disposición para afrontar las circunstancias que se le presenten.
Al llegar a España le comenté a una compañera de trabajo que en USA mi esposa y yo trabajamos generalmente los siete días de la semana haciendo “over time” pues ganábamos mucho dinero de esta forma. Asombrada me preguntó: ¿Así eran felices? Le respondí que realmente no lo éramos y estábamos dañando nuestra salud y por esa razón emigramos a este país. Recordé las enseñanzas de Daniel Goleman que en esencia nos muestran que el éxito económico no tiene relación con la felicidad (excepto porque saca a la gente de la pobreza, lo cual sí tiene una alta correlación con la felicidad). “Tenemos que distinguir entre la riqueza y el tener una vida satisfactoria. Son el tener bienestar interior, un punto de vista positivo y relaciones afectuosas los caminos más fiables hacia una vida plena. Yo llamaría a eso "éxito".
No obstante, todo tiene sus pros y sus contras. Recuerdo que en una entrevista que le hicieran a Antonio Banderas le preguntaron cuál era el secreto de su triunfo en USA, entre sus explicaciones de la diferencia del espíritu existente entre los dos países expuso el siguiente ejemplo: “Habían realizado una encuesta a los alumnos del último año en universidades, de ambos países, sobre sus intenciones después de graduados. El 80 % de los americanos ya tenían en mente un negocio mientras que el 80% de los españoles aspiraban a trabajar como funcionarios”. Para que un país avance en su desarrollo necesita de la I+D+i lo cual no se alcanza siendo funcionarios.
IGUALITARISMO
El igualitarismo es una corriente ideológica que defiende que todos los seres humanos son iguales a pesar de sus diferencias. Por tanto, las acciones gubernamentales y civiles en sistemas igualitarios han de perseguir esta igualdad.
La anterior ideología la utilizan los comunistas como coartada para justificar la gran desigualdad que provocan en la sociedad con el surgimiento de la nueva clase, como demostraron en los países en los que el socialismo real se implementó. Observando la actualidad del cubano creo que en Cuba la dictadura castro-comunista ha derivado a una variante que el ingenio cubano denominó “capisol” que es una simbiosis económica, para beneficio de la cúpula dominante, utilizando lo peor del capitalismo con lo más corrupto y desigual del socialismo. Creo innecesario explicar los perjuicios económicos, políticos y sociales que sufre el cubano por la susodicha combinación, acentuada por la supuesta salvación de la Tarea Ordenamiento y el agotamiento de un modelo que nadie puede negar que está en quiebra total.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que no hay mayor desigualdad que el igualitarismo. Personas con diferentes capacidades intelectuales, manuales o de otro tipo no deben obtener las mismas o inadecuadas retribuciones de un Gobierno todopoderoso que se apropia de sus contribuciones para el beneficio de los gobernantes. Han demostrado que la explotación del hombre por el estado es más brutal que la explotación del hombre por el hombre. Conclusión, el igualitarismo es el camino más corto para llevar a una sociedad hacia la miseria.
capotecastillo@yahoo.es
|